Decisiones de la Mente y el Corazón
Al principio de mi carrera en seguros, aprendí una lección importante para cerrar la venta. Las decisiones se pueden tomar desde la cabeza o desde el corazón. Personalmente, considero que comprar un seguro de vida es una decisión del corazón, pero las consideraciones financieras deben entrar en juego. A menudo aconsejo a los clientes que elijan primas mensuales más bajas para garantizar que sus políticas sigan vigentes. Mi enfoque es recomendar inicialmente el limitar su compromiso a no más del 50 por ciento de lo que ellos creen que pueden pagar cómodamente. Creo que este consejo puede ser valioso para muchas decisiones de la vida. Es fácil dejar que el corazón se haga cargo, o dejar que la mente haga lo mismo. En mi experiencia, las mejores decisiones provienen de una perspectiva equilibrada. En los matrimonios, el esposo y la esposa deben discutir y, con suerte, orar acerca de las decisiones importantes de la familia. En los negocios, puede ser muy valioso obtener consejos de