¿Cuál Es la Razón de Su Trabajo?
¿Por qué va a trabajar? Para
muchos de nosotros, no tendríamos que parpadear antes de responder: «Trabajo
para ganarme la vida». «Trabajo para obtener un ingreso que pueda sustentar el
tipo de vida que quiero vivir». «Trabajo para poder pagar mis facturas».
Ninguna de estas respuestas es incorrecta; pero, ¿son lo suficientemente
buenas?
Recientemente asistí a una
reunión de desayuno donde el orador invitado dijo que deberíamos considerar
esta pregunta desde otra perspectiva. «¿Trabajas para ganarte la vida?»,
preguntó, «¿O trabajas para hacer una diferencia?».
Sin lugar a dudas, el trabajo
nos permite vivir y cumplir con nuestras obligaciones financieras. Las facturas
no se pagan a sí mismas. Y la comida, la ropa y otras necesidades no se
materializan milagrosamente. Si necesitamos algo, se requiere dinero para
obtenerlo. Sin embargo, como sugirió el orador, si nos acercamos al trabajo
solo por la compensación que recibimos, lo consideraremos como una obligación y
no como una oportunidad.
Hay muchas maneras en que
podemos hacer una diferencia a través del trabajo que desempeñamos y las
responsabilidades que realizamos. Un oficial de la ley, por ejemplo, puede ver
su trabajo como si le pagaran para detener a los infractores de la ley, o
comenzar cada día con una determinación inquebrantable de usar sus roles de
autoridad para hacer de su comunidad un mejor lugar para vivir. Los maestros
pueden considerar sus trabajos como fuentes de ingresos o como una forma de
tener un impacto positivo en las vidas de sus estudiantes, ayudándolos a
convertirse en personas productivas.
Algunas profesiones, como
practicar la medicina o la ley, o ser altos ejecutivos, a menudo permiten a las
personas obtener ingresos lucrativos. Pero como mucha gente ha descubierto, no
importa cuánto dinero gane, nunca es suficiente. Cuando se le preguntó a un
hombre de negocios adinerado: «¿Cuánto es suficiente?», él respondió de
inmediato: «Sólo un poco más». Por lo tanto, la emoción sobre cuánto se le paga
a uno pronto se desvanece. Sin embargo, si el enfoque está en hacer una
diferencia en el mundo, o en las vidas de las personas, no hay límite para las
recompensas intangibles que podemos recibir al ir a trabajar cada día.
Vemos esta verdad dirigida en
las Escrituras de muchas maneras. Aquí hay unos ejemplos:
1.
Estamos creados para hacer el bien. En ninguna parte de la Biblia
dice que el propósito del trabajo es solo «ganarse la vida». Sin embargo, el
trabajo que estamos llamados a realizar ha sido especialmente diseñado para
cumplir con los planes de Dios en nosotros. «Nosotros somos creación de
Dios. Por nuestra unión con Jesucristo, nos creó para que vivamos haciendo el
bien, lo cual Dios ya había planeado desde antes» [Efesios 2:10 TLA].
2.
A través de nuestro trabajo podemos llevar la luz a un mundo de oscuridad
creciente. Por muchas razones, vivimos en un mundo cada vez
peor. Los tiempos a menudo parecen cada vez más oscuros y desalentadores. A
través de nuestro trabajo, tenemos el privilegio de traer la luz de la
esperanza, afirmando las verdades y los principios que dan la vida que Dios ha
prometido a través de Su Palabra, las Escrituras. «De la misma manera, que
la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas
obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos» [Mateo 5:16 RVC].
3.
Podemos lograr nuestro propósito en el trabajo bien hecho.
Dios nos ha confiado talentos y habilidades específicas y únicas. Al hacer
nuestro trabajo y servir a los demás, también lo estamos honrando. «Y todo
lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño...» [Eclesiastés 9:10
NVI]. «Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el
Señor y no para la gente. Recuerden que el Señor los recompensará con una
herencia y que el Amo a quien sirven es Cristo»
[Colosenses 3:23-24 NTV].
Robert J.
Tamasy - MANÁ DEL LUNES es una edición semanal de CBMC INTERNATIONAL
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