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Mostrando entradas de septiembre, 2017

Cumpliendo su Propósito Como Inversionista

¿Es usted un «buen» o «mal» inversionista? Esto no se puede responder sin entender el propósito de lo que es un inversionista. Si usted conoce que el propósito de un inversionista es manejar el dinero de tal manera que lo haga crecer, pero en sus cuentas de inversión no se puede ver crecimiento año tras año, entonces se hace evidente que no importa que tan buena persona pueda ser usted: es un «mal» inversionista. En uno de sus libros   [publicado en inglés con el título  Making Sense of God ] el pastor Tim Keller escribe: «Todos los juicios de que algo o alguien es bueno o malo se basan en una conciencia de propósito... ¿Cómo entonces podemos saber si un ser humano es bueno o malo? Sólo si conocemos nuestro propósito, para qué es la vida humana». Para la persona secular que vive sin una creencia de Dios o un propósito superior, la vida humana no es para nada. Es, en última instancia sin sentido —estamos aquí sólo por casualidad debido a las fuerzas físicas al azar. Sin embargo

¿Guardar la Fe en Contenedores?

Los contenedores pueden ser útiles. De hecho, tenemos un «compartimiento para guantes» en nuestros vehículos, aunque casi nadie lo usa para poner ahí guantes, guardamos linternas, mapas, notas de mantenimiento y otras cosas allí. Las cajas de herramientas y cajas de artesanías tienen divisiones para mantener las cosas separadas para un fácil acceso. Pero, ¿debe mantenerse la espiritualidad, la fe, en un compartimento, para ser  sacada sólo en ocasiones especiales? Hace poco, un amigo que busca alentar y retar a las empresas y a los profesionales para que reflexionen en Jesucristo, consistente y eficazmente, en el lugar de trabajo, me hizo este comentario: «Trato de ayudar a mis grupos a integrar su fe en sus negocios y dentro de su esfera de influencia en el mercado. Desafortunadamente, tienen sus ideas dentro de compartimentos y sólo son ‘santos’ los domingos y ‘terribles’ el resto de la semana». Esta idea es fuerte, pero también triste. Parece que estos empresarios, hombres y

Tomar Decisiones con la Cabeza - Y el Corazón

Aquellos de nosotros que estamos en el mundo de los negocios sabemos que la vida está llena de decisiones tras decisiones. Varía la manera en cómo tomamos las decisiones, pero he notado que la mayor parte de las decisiones de negocios se toman sin pensar mucho. Desafortunadamente, las decisiones apresuradas pueden tener un impacto perjudicial en las empresas y en la vida de las personas involucradas. Considere algunas de las malas decisiones de negocios que haya tomado. ¿Qué salió mal? Algunas de mis decisiones fueron muy impulsivas, consideración muy poco los efectos que tendrían en los que me rodean. No me quedo detenido por mis malas decisiones, pero me he determinado que debo aprender de mis pasados errores tácticos. He llegado a entender que las decisiones tienen ramificaciones que van más allá de mis intereses. Ahora mi principal preocupación es cómo verá Dios mis acciones - y cómo éstas afectarán la vida de los demás. Esto no quiere decir que debemos sopesar cada decisión p

Padre Nuestro

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Jesús /  Yeshúa  repetidamente usaba el término “Padre” para referirse al Dios Todopoderoso. Según Eric von Atzigen, “Jesús viajó y enseñó durante tres años. Hay como 110 páginas en la Biblia dedicadas a Su ministerio y mensaje. Tenemos aproximadamente 25,000 palabras Suyas registradas en la Biblia. En como 181 de esas 25,000 palabras, Jesús enseñó acerca del Padre. Eso significa que en 1 de cada 140 palabras Jesús habló acerca de Su Padre. Su mensaje y propósito central era restaurar nuestra relación con nuestro Papá del Cielo.” Cuando escuchamos el término “Padre Nuestro,” lo primero que probablemente recordemos es la oración del Padre Nuestro. Cuando los discípulos le pidieron a Jesús/ Yeshúa  que les enseñara a orar, comenzó con las palabras:  “Padre nuestro que estás en los cielos. ” Cuando yo escuché esa frase en hebreo por primera vez, me sorprendí de cuán a menudo se usaba en las oraciones judías. De hecho, la oración principal del judaísmo, llamada  “Amidá”  (que signifi