Cumpliendo su Propósito Como Inversionista
¿Es
usted un «buen» o «mal» inversionista? Esto no se puede responder sin entender
el propósito de lo que es un inversionista. Si usted conoce que el propósito de
un inversionista es manejar el dinero de tal manera que lo haga crecer, pero en
sus cuentas de inversión no se puede ver crecimiento año tras año, entonces se
hace evidente que no importa que tan buena persona pueda ser usted:
es un «mal» inversionista.
En
uno de sus libros [publicado en inglés con el título Making
Sense of God] el pastor Tim Keller escribe: «Todos los juicios de que algo
o alguien es bueno o malo se basan en una conciencia de propósito... ¿Cómo
entonces podemos saber si un ser humano es bueno o malo? Sólo si conocemos
nuestro propósito, para qué es la vida humana». Para la persona secular que
vive sin una creencia de Dios o un propósito superior, la vida humana no es
para nada. Es, en última instancia sin sentido —estamos aquí sólo por
casualidad debido a las fuerzas físicas al azar.
Sin
embargo, para un seguidor de Jesucristo, estamos aquí por una razón. El pastor
Rick Warren comienza su popular libro, Una Vida con Propósito, de
esta manera:
«No
es sobre ti. El propósito de tu vida es mucho mayor que tu propia satisfacción
personal, tu paz mental, o incluso tu felicidad. Es mucho mayor que tu familia,
tu carrera, o incluso tus sueños más salvajes y tus ambiciones. Si
quieres saber por qué te colocaron en este planeta, debes comenzar con Dios. Tu
naciste por su propósito y para su propósito».
En
el libro, Warren sostiene —con abundante apoyo de la Biblia— que Dios nos creó
con cinco propósitos en mente: amarlo; para ser una parte de Su familia; para
llegar a ser como Él; para servirle, y para hablar a otros acerca de Él. ¿Puedo
sugerir que cada uno de estos propósitos debe abarcar la forma en que nos
manejamos y compartimos la riqueza que Él nos ha confiado?
•
Mostramos nuestro amor por Dios cuando tenemos un corazón generoso. San Pablo
expresó: «Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no
de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría» (2
Corintios 9:7 NVI).
•
Mostramos que entendemos lo que significa ser parte de la familia de Dios
cuando cuidamos a otros en la familia de Cristo. «Supónganse que ven a
un hermano o una hermana que no tiene qué comer ni con qué vestirse y uno de
ustedes le dice: “Adiós, que tengas un buen día; abrígate mucho y aliméntate
bien”, pero no le da ni alim ento ni ropa. ¿Para qué le sirve? Como pueden ver,
la fe por sí sola no es suficiente. A menos que produzca buenas acciones, está
muerta y es inútil» (Santiago 2:15-17 NTV).
•
Mostramos que somos más como Él, cuando damos sacrificios porque Él es el Dador
perfecto. «Adviérteles a los ricos de este mundo que no sean orgullosos
ni confíen en sus riquezas, porque es muy fácil perder todo lo que se tiene. Al
contrario, diles que confíen en Dios, pues él es bueno, y nos da todo lo que
necesitamos para que lo disfrutemos» (1 Ti moteo 6:17 TLA).
•
Demostramos que tenemos la intención de servirle cuando tomamos en serio
nuestras responsabilidades como administradores. Sabemos por la parábola de los
talentos (Mateo 25:14-30) que Dios nos ha hecho administradores de Sus
recursos, y sabemos por ese pasaje que «…se requiere de los administradores, que
cada uno sea hallado fiel» (1 Corintios 4:2 RVR).
•
Demostramos que somos diligentes acerca de contar a otros acerca de Él cuando
compartimos nuestra fe y damos generosamente para alcanzar a aquellos que no lo
conocen. «Pero él se acercó y les dijo: “Dios me ha dado todo el poder para
gobernar en todo el universo. Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en
todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo. Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo
estaré siempre con ustedes, hasta el fin del mundo”» (Mateo
28:18-20 TLA).
A
la luz de estos pasajes, ¿cómo diría usted que está haciéndolo como
inversionista? ¿Es usted un administrador «bueno» o «malo»?
Por
Austin Pryor - MANÁ DEL LUNES es una edición semanal
de CBMC INTERNATIONAL
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