Contentamiento en un Mundo Descontento
Hace décadas, mucho antes de que internet y las redes sociales digitales existieran, un reportero entrevistó a un hombre muy rico y le preguntó audazmente: «Señor, ¿cuánto dinero es suficiente para usted?». Con una leve sonrisa, el destacado líder empresarial respondió mostrando el pulgar e índice de su mano ligeramente separados y dijo: «Solo un poco más». Ese parece ser el lema de nuestra época materialista: «Solo un poco más». O para decirlo de otra manera: «Demasiado, nunca es suficiente». Porque nos hemos condicionado para no estar nunca satisfechos con lo que tenemos. Recuerdo a un atleta profesional que jugaba para mi equipo favorito. Llamémoslo el Sr. H. Después de firmar el contrato más lucrativo en la historia de su disciplina, rebosaba gratitud por lo mucho que su equipo lo valoraba a él y a su talento. Unas semanas después, un jugador de un equipo rival fue recompensado con un contrato aún más grande. De repente, el Sr. H ya no estaba ni feliz ni agradecido, pues ya no