CUANDO DIOS ESCONDE SU ROSTRO
Recientemente una tarde, mi esposa Robbie y yo nos detuvimos para comprar algo de comer y llevarlo a casa. Mientras esperábamos por nuestras hamburguesas, un joven rabino trabajando tras el mostrador nos comenzó a hablar. Nos preguntó de dónde éramos, y le dijimos que vivíamos en el vecindario. Nos preguntó: “¿Cuánto tiempo piensan quedarse en Jerusalén?” Le respondimos: “Dios mediante, ¡un largo tiempo!” De inmediato nos respondió: “Pues, el Mashíaj (Mesías) está pronto por venir, sabes, ¡y será pronto!” Sus ojos brillaban de anticipación. A menudo tenemos este tipo de interacción con israelíes, o escuchamos mientras personas hablan entre sí en los autobuses o en las cafeterías. El pueblo judío en Israel habla abiertamente sobre la inminente llegada del Mesías. Luego de siglos de espera, el pueblo judío finalmente reconoce las señales. Según anunciaron sus profetas hace tanto tiempo, y confirmado por los antiguos sabios judíos, aunque Dios había escondido del pueblo Su ros