SIONISMO CRISTIANO EN EL NUEVO TESTAMENTO
Algunos
años atrás escuchaba al Rabino Ari Abramowitz, un gran amigo de Puentes para la
Paz, mientras hablaba a nuestro grupo. Dijo: "Naturalmente,
los judíos se enfocan en el sionismo judío, y los cristianos se enfocan en el sionismo
cristiano, pero sólo existe un sionismo en que todos nos debemos activar, y ese
es el sionismo bíblico."
Mi corazón
se estremeció ese día ante la noción de que los judíos y los cristianos pudieran
unirse en solidaridad respecto al poderoso llamado que nos hacen las Escrituras,
tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, de ser sionistas. Los
cristianos no hemos sido llamados a reemplazar a Israel en el plan de Dios. Al
contrario, el llamado a los cristianos de ser sionistas tiene como firme
fundamento los pactos y las promesas divinas hechas con Israel en el "Antiguo" Testamento, ampliadas por el plan inclusivo
con los gentiles que encontramos en el "Nuevo" Testamento. Por esa razón, los
cristianos que creemos en las promesas de Dios del "Antiguo"
nos gozamos en hallar su cumplimiento en el "Nuevo."
Para que los
cristianos seamos auténticos sionistas cristianos, según el Rabino Abramowitz,
debemos conocer muy bien el principio y el final del Libro. Respecto al "Antiguo"
Testamento, podemos encontrar muchos excelentes recursos de eruditos cristianos
quienes presentan una sólida defensa bíblica sobre el regreso judío a Sion y el
papel gentil en dicho proceso trascendental. Ya que amerita una inspección más
minuciosa sobre la existencia del sionismo en el "Nuevo" Testamento,
haremos nuestra exploración del sionismo cristiano de entre esas páginas.
Hagamos un breve análisis de entre los Escritos de los
Apóstoles, según compilados en el canon de las Escrituras llamada comúnmente
Nuevo Testamento. No tenemos espacio aquí para cubrir cada pasaje relevante,
pero el siguiente breve vistazo nos proveerá un trampolín para hacer más
estudio y exploración sobre este fundamental y crucial tema. De esa manera,
ayudaremos al sionista bíblico para que pueda decir "presente" al
llamado de Dios en bendecir a Sion.
Su Nombre es la
Tierra de Israel
"Levántate,
toma al Niño y a Su madre y vete a la tierra de Israel…" Mateo
2:20
Dicho
mensaje vino del cielo por medio de un ángel del Señor que se apareció a José,
el padre de Yeshúa (Jesús) mientras escondía
a su familia en Egipto. Fíjese que el nombre del sitio a donde José fue
instruido ir no es "Palestina," que no existía, sino "la tierra de Israel." Ese
término es muy importante para los sionistas cristianos, ya que es la
definición celestial del territorio que apoyamos, la tierra ancestral a donde
los exiliados judíos habrían de regresar.
Luego,
consideremos a Yeshúa, un exiliado
judío. La familia judía del infante Yeshúa,
dirigida por Dios, había huido de la furia asesina de Herodes contra los niños
varones de Belén. Según nuestro texto anterior, la familia de Yeshúa luego comenzó su largo viaje de
regreso a la tierra de Israel. Vemos allí un prototipo del pueblo de Yeshúa, quien sería echado por los
implacables romanos para luego ser devuelto por Dios durante la era actual de
bendición y cooperación cristiana.
Como
sionistas cristianos, usamos el mismo mensaje del ángel a José cuando exhortamos
a otros judíos que regresen "a
la tierra de Israel." Quizás podemos decir a nuestros amigos:
"Si la familia de Yeshúa pudo regresar
a pie y en burro, ustedes lo pueden hacer en un avión o autobús de lujo."
De hecho, el sionismo cristiano se puede cuantificar en la visita de unos
825,000 turistas a la tierra de Israel cada año (según el Ministerio de Asuntos
Extranjeros de Israel). Para la mayoría de ellos, un tour bíblico en Israel se
convierte en mucho más que unas vacaciones. Representa un encuentro
transformador con el Dios de Israel quien activamente reúne a Su pueblo y lo
trae de regreso a Su Tierra.
Por otro
lado, muchos cristianos hacen su propio tipo de "retorno"
a Sion. Comienzan como turistas en Israel, pero se convierten en sionistas con
la misión de regresar y servir al pueblo judío a medida que es traído desde su
exilio. Varias organizaciones sionistas cristianas ya se han establecido y
funcionan en la tierra de Israel. Una de ellas es Puentes para la Paz, que ha activado
a miles de voluntarios, y diariamente distribuye alimento, brinda albergue, regala
artículos para el hogar y extiende apoyo moral a millones de judíos necesitados
que han regresado a su tierra. Puentes para la Paz cuenta con un contingente continuo
de sobre 60 miembros y voluntarios de sobre 12 naciones que responden al fuerte
llamado de bendecir a Sion.
Buenas Obras
"Así brille la
luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y
glorifiquen a su Padre que está en los cielos." Mateo
5:16
Una
instrucción de Yeshúa a Sus discípulos,
y también a nosotros, es de dar gloria a Su Padre mientras alumbramos al mundo
con nuestra luz, quien es Él mismo. Hacemos eso por medio de nuestras buenas
obras en respuesta a las necesidades genuinas de otros. Sabemos por el Apóstol
Pablo que nuestras buenas obras no nos salvan (Efesios 2:8-10), pero son
nuestro privilegio y responsabilidad, a medida que humilde y respetuosamente
ayudamos a los exiliados mientras continúan regresando a la tierra.
El Apóstol
Santiago también comentó respecto a las buenas obras: "…yo te mostraré mi fe por mis obras" (Sant.
2:18b). ¡Qué perspectiva tan judía! Los sionistas cristianos han aprendido de
los apóstoles judíos y del ejemplo del pueblo judío, que no es tanto lo que uno
dice sino lo que uno hace. Nuestras acciones externas revelan nuestra realidad
interna.
En Puentes
para la Paz, ponemos nuestra fe en acción al distribuir mensualmente 50.8
toneladas de alimento kosher "desde
Dan a Beersheva," o sea, por toda la tierra de Israel. Eso significa que
alimentamos mensualmente a 26,000 personas hambrientas, 390 niños escolares
reciben almuerzos calientes, y cientos de otras preciosas vidas judías son
fortalecidas en nuestro llamado de bendecir a Sion. Puentes para la Paz ha
reparado a sobre 1,050 hogares, tiene almacenado 318 toneladas de alimento para
tiempos de guerra y ha rescatado a sobre 54,000 judíos de la antigua Unión
Soviética que actualmente viven en Israel. Muchos judíos han visto esas obras y
dan gloria a su Padre celestial.
Astutos e Inocentes
"Miren, Yo los
envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sean astutos como las
serpientes e inocentes como las palomas." Mateo 10:16
La
motivación para el trabajo de los sionistas cristianos con los judíos es
regularmente puesta a prueba, como debe ser. Siglos de antisemitismo cristiano,
conversiones forzosas, expulsiones y abusos que asemejan escenarios de los
últimos tiempos han engendrado profundo dolor en la psiquis judía. En contraste
con ese lamentable legado, Yeshúa nos
aconseja que seamos como tres criaturas a la vez: como la oveja que
humildemente sigue a su pastor, como la serpiente que se mueve sin ser
percibido y como la paloma que deleita a todos incondicionalmente.
Esa tríada
metafórica es vista en la vida del cristiano sionista cuando sigue el corazón pastoral
de Yeshúa en amar a Sus "parientes según la
carne" (Rom.
9:3b), cuando mantiene un lugar discreto entre el pueblo judío y cuando es
recibido como una persona que les imparte paz y bendición. Al vivir
consistentemente de esa manera, los trabajadores de Puentes para la Paz han
impartido sanidad a incontables corazones judíos y han propiciado una poderosa
reconciliación entre cristianos y judíos, honrando así a Dios en Israel y
alrededor del mundo.
El Más Pequeño de Estos
"El Rey les responderá:
'En verdad les digo que en cuanto lo hicieron a uno de estos hermanos Míos, aun a los más pequeños, a Mí lo
hicieron.'" Mateo 25:40
El Rey mencionado aquí es Yeshúa, regresando a la tierra para juzgar a las naciones. En ese
juicio, no llama a individuos sino a naciones. No juzga según sus creencias,
sino según sus obras. Específicamente, Yeshúa
juzgará la manera en que las naciones (los gentiles) han tratado a Su nación
(el pueblo judío), a quien designa como Sus
hermanos.
El sionista
cristiano juega un papel clave sobre cómo su nación decide de qué lado estar,
según la balanza de justicia divina. A través de nuestro mensaje
consistentemente bíblico a las naciones, y por medio de nuestras acciones
santas hacia los más vulnerables de la nación de Dios, establecemos un estándar
de conducta recta e inspiramos a otros para que se nos unan en la labor de
alimentar al hambriento, vestir al desahuciado y recibir al extraño. Nuestro
deber se convierte en el privilegio de servir a la familia natural de Yeshúa.
Descubrimos que nuestra compasión hacia los
necesitados israelíes ilustra nuestro amor al Señor, y produce un estrecho
vínculo entre cristianos y judíos. Puentes para la Paz se siente muy
privilegiado en ser un vaso dispuesto en las manos de Dios para dispensar Su
misericordia y gracia a "los más pequeños" de entre los que han regresado a
Israel. Pero no ignoramos al resto de la familia de la fe, porque también somos
privilegiados en servir a los más necesitados entre nuestros amados hermanos
árabes-cristianos (Gál. 6:10).
Declarando el Shemá
"El más
importante es: 'ESCUCHA, ISRAEL; EL SEÑOR NUESTRO DIOS, EL SEÑOR UNO ES; Y
AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU
MENTE, Y CON TODA TU FUERZA.' "El segundo es éste: 'AMARÁS A TU PRÓJIMO
COMO A TI MISMO.' No hay otro mandamiento mayor que éstos." Marcos 12:29-31
Los sionistas cristianos han aprendido una
oración que se identifica completamente con el alma judía. Cada cristiano
reconoce la prioridad de Yeshúa en
amar al Señor y al prójimo, pero pocos conocen el contexto de ese mandamiento expresado
en el evangelio de Marcos. Cuando el escriba preguntó a Yeshúa, "¿Cuál mandamiento es el más importante de
todos?" (Mar. 12:28), Jesús inmediatamente recitó la oración principal en
el corazón y la mente de cada fiel judío: el Shemá: "Escucha, oh
Israel, el SEÑOR es nuestro Dios, el SEÑOR uno es" (Deut. 6:4).
En eso consiste el distintivo de un genuino
sionista cristiano: en cumplir el mandamiento de Yeshúa, amando al único y verdadero Dios viviente según el contexto
de dicha declaración judía. Tristemente, los padres eclesiásticos prohibieron
que cristianos repitiesen el Shemá,
alegando que era "anti-Trinitario." ¡Cuán extraño, considerando que una de las
personas de la Trinidad no tuvo problema en declararlo! Los sionistas
cristianos corregimos esa destructiva teología cada vez que declaramos que el
Dios de Israel es Uno, y mientras amamos a nuestros prójimos judíos como a
nosotros mismos.
Todas las Cosas en el Tanaj
"Después Jesús les dijo: 'Esto es lo que Yo
les decía cuando todavía estaba con ustedes: que era necesario que se cumpliera
todo lo que sobre Mí está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los
Salmos.'" Lucas 24:44
Al igual
que el pueblo judío, los sionistas cristianos defendemos nuestro documento
fundamental, que es la Biblia. Los judíos denominan las escrituras hebreas como
el Tanaj, que es un acróstico de Torá (instrucciones), Neviim (profetas) y Ketuvim (escritos). Yeshúa
los describió como la Ley, los Profetas y los Salmos. Lo importante es que Yeshúa afirmó su canonización y
autoridad cuando declaró que todas las cosas escritas allí habrían de ser
cumplidas. (Para descargar el Tanaj
con español interlineal gratuitamente, vaya a: https://buscandoloescondido.com/biblioteca-pdf/tanaj-a-t-interlineal-hebreo-espanol/)
Lucas
también registró que el Apóstol Pablo defendió todas las cosas en el Tanaj: "A Él, el cielo debe recibir hasta el día de la restauración de
todas las cosas, acerca de lo cual Dios habló por boca de Sus santos profetas
desde tiempos antiguos" (Hech. 3:21), y "…yo
sirvo al Dios de nuestros padres, creyendo todo lo que es conforme a la Ley y
lo que está escrito en los Profetas" (Hech. 24:14b).
"Todas las cosas" incluye el hecho de que los gentiles algún día
traeríamos a los judíos de regreso a su hogar, los consolaríamos y los ayudaríamos
en la restauración de Sion, para la gloria de Dios. Sí, esa restauración se
describe en el primer Testamento, se afirma en el segundo, y vemos el cumplimiento
de ello ante nuestros propios ojos hoy día.
Por medio
de nuestra concientización, oración, servicio y donativos, los sionistas
cristianos colaboramos con Dios respecto al compromiso que hizo con Sion. Y
como decimos en Puentes para la Paz, "No sólo lea sobre la profecía bíblica -
¡participe en ella!" Sí, ¡únase a nosotros en la preparación para la
completa restauración de Israel en la tierra y para Su Reino Mesiánico en este
mundo!
Entre Ellas, Con Ellas
"…y tú, siendo
un olivo silvestre, fuiste injertado entre ellas y fuiste hecho participante
con ellas…" Romanos 11:17
La Iglesia no surgió para reemplazar o suplantar a
Israel. Al contrario, nuestro papel es de hacer cumplir el propósito de Dios en
cuanto a su cultivado olivo judío, siendo injertados como ramas silvestres
entre las ramas del buen olivo, contrario a la horticultura natural. Pablo explica
que eso representa una horticultura milagrosamente divina (Rom. 11:24). Debido
a que los gentiles hemos sido injertados al pueblo judío, debemos tratar a
dicha comunidad con respeto, tanto en su dispersión como en su retorno. Aunque
de manera imperfecta, los sionistas cristianos podemos servir como puentes y
modelar un estilo de vida que otros cristianos pueden imitar.
Algunos sionistas bíblicos sobre los cuales había leído,
y otros que también llegué a conocer, moldearon mi propio llamado de bendecir a
Sion en manera significativa. Esos son los pioneros que creyeron la Palabra de
Dios y tomaron acción, confiando en Dios para el resultado. Mi jornada fue
radicalmente transformada por un verso en el pasaje anterior que saltó de la
página y penetró mi corazón: "…para
que por la misericordia mostrada a ustedes, también a ellos ahora les sea
mostrada misericordia" (Rom. 11:31). Luego de que por siglos mis
antecedentes cristianos infligieron hirientes maldiciones contra el pueblo
judío, comprendí que Dios me daba la oportunidad de ser un vaso de Su
misericordia para sanar los corazones judíos. En ese momento, respondí al
llamado de bendecir a Sion.
Regocijándonos con
Su Pueblo
"Pues les digo que Cristo se hizo servidor de la circuncisión para
demostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas dadas a los padres, y para que los
Gentiles glorifiquen a Dios por Su misericordia, como está escrito: 'POR TANTO, TE CONFESARE ENTRE LOS
GENTILES, Y A TU NOMBRE CANTARE.' Y vuelve a decir: 'REGOCÍJENSE, GENTILES, CON SU PUEBLO.'" Romanos 15:8-10
Haciendo
referencia a algunos textos en el Tanaj,
el pasaje anterior nos informa que "Su pueblo" Israel se regocija a pesar
de su sufrimiento, ya que Dios proveerá "expiación
por Su tierra y Su pueblo"
(Deut. 32:43). Entonces, Dios manda a los gentiles para que se regocijen con Su
pueblo. ¿Qué tipo de gentil se regocijará? Pues naturalmente, los sionistas
cristianos, en especial los que hacen peregrinaje desde las naciones para
unirse a ellos durante las fiestas bíblicas y otras celebraciones, en gratitud
porque Dios nuevamente les ha otorgado soberanía judía en la tierra de Israel.
A través de una exégesis bíblica doctrinalmente
sólida, los sionistas cristianos ayudan a sus compañeros gentiles para que
comprendan la razón por regocijarnos con los judíos. En Puentes para la Paz,
una larga lista de eruditos sionistas bíblicos han dado forma a nuestro
ministerio educativo para que hoy día podamos ofrecer invaluables ayudas, como Israel y la Iglesia: El Mapa de la Ruta de
Dios, una antología de temas esenciales en nuestro drama de los últimos
tiempos. Publicamos mensualmente Los
Estudios de Israel, enseñanzas sobre las raíces hebraicas de nuestra fe
cristiana, y distribuimos el Noticiero
Semanal desde Jerusalén para todo aquel que desee levantar su voz por Sion
entre las naciones.
Los Ojos Puestos en
Israel
"Consideren al
pueblo de Israel…" 1 Corintios 10:18.
Pablo nos instruyó a que aprendiéramos de la nación de
Israel. Tristemente, líderes eclesiásticos posteriores tergiversaron nuestra rica
herencia del olivar hebreo con filosofía griega, costumbres romanas y
conformismo occidental. La Iglesia ha sufrido por causa de eso, pero Israel
sufrió aún más. El cisma entre nosotros llegó a ser tan profundo que la Europa
"cristiana" finalmente produjo el Holocausto, y todavía gran parte no
se ha arrepentido de ello.
Pero un remanente de la Iglesia, así como un remanente
de Israel, ha persistido, ha orado y ha procreado líderes que han ayudado a la
Iglesia para que regrese a una posición de aprendizaje ante los pies de Israel.
El fundador de Puentes para la Paz, Dr. G. Douglas Young, practicó eso durante
la década de 1950, y su legado continúa como un fértil árbol que da su fruto a
su tiempo. Siendo un pionero del siglo 20 para el sionismo cristiano, el Dr.
Young se atrevió estudiar las escrituras hebreas con sus colegas judíos.
Combinando la sabiduría con la humildad, vio que los cristianos seríamos
beneficiados por la rica comprensión bíblica que poseen los rabinos y eruditos
judíos. Eso lo condujo literalmente a Sion, estableciendo el Instituto de
Estudios de la Tierra Santa sobre la ladera montañosa del Monte de Sion. Así nació
Puentes para la Paz, con el propósito inicial de llevar estos estudios
hebraicos desde Sion a las naciones.
Construyendo Puentes
"Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes, que
en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo.
Porque El mismo es nuestra paz, y de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de
separación…"
Efesios 2:13-14.
A veces me
pregunto si el término plural de "puentes" en Puentes para la Paz fue
escogido para ilustrar los dos puentes mencionados en el anterior pasaje tan
poderoso. El primero es el puente entre Dios y el ser humano, y el segundo es
entre judío y gentil. La sanidad de ambos cismas fue tan importante para los
apóstoles judíos que dedicaron enorme parte de sus escritos a esos temas. Predicaron
el mensaje de reconciliación entre Dios y el hombre por medio del Evangelio del
Mesías, y a la vez se esforzaron para enseñar que los judíos y los gentiles
también eran destinados a la unidad.
Diariamente,
los voluntarios de Puentes para la Paz en Israel se activan en obras de amor,
enfatizando el puente número dos, la parte del anhelo divino por unidad
judío-gentil. Para quienes hayan sido llamados a bendecir a Sion, el apoyar a
Israel y promover una mayor relación entre cristianos y judíos en Israel y
alrededor del mundo representa mucho más que la declaración de nuestra misión.
Es nuestra pasión.
En Dirección a la Torá
"Palabra fiel es ésta;…los que han creído en Dios procuren ocuparse en buenas
obras. Estas cosas son buenas y útiles para los hombres. Pero evita
controversias necias, genealogías, contiendas y discusiones acerca de la Ley,
porque son sin provecho y sin valor" Tito 3:8-9.
Los devotos
de Yeshúa también son devotos a las
buenas obras, según los mandamientos de Dios. Pero el cristianismo tiene muy
poca evidencia de ello. Usualmente, o ignoramos la Ley, terminando en un
extremo de libertinaje, o nos enfrascamos tanto en la Ley que terminamos en un
extremo de legalismo. Pablo dijo que "la
Ley es santa, y el mandamiento es santo, justo y bueno" (Rom. 7:12), pero debe ser manejada
con cuidado y respeto. Por un lado, no debemos descartarla, pero tampoco
debemos exigir que otros la guarden. Eso sólo conduce a divisionismo.
Tristemente, eso que es santo, justo y bueno se convierte en algo destructivo.
Los
sionistas cristianos que aprenden de nuestros amigos judíos observadores de la Torá (que literalmente significa "instrucción") exploran la Ley de Dios con gozo y
temor del Señor. Es asombroso cuando cristianos descubren que, por medio de nuestra
relación con Yeshúa, esa "instrucción"
está ahora escrita en nuestros corazones (Heb. 8:10). ¡No está a la distancia!
Ya no es un control externo, sino una motivación interna. Los sionistas cristianos
también nos regocijamos en que la Ley, una vez salida de Sion, puede ser
manifestada en los corazones gentiles por medio de una obediencia gozosa. Y ahora
podemos devolver bendiciones a Sion.
Conducta Santa
"…¡qué clase de
personas no deben ser ustedes en santa conducta y en piedad, esperando y
apresurando la venida del día de Dios, en el cual los cielos serán destruidos
por fuego y los elementos se fundirán con intenso calor! ...Por tanto, amados,
puesto que ustedes aguardan estas cosas, procuren con diligencia ser hallados
por El en paz, sin mancha e irreprensibles" 2 Pedro 3:11-12,14.
Al igual
que otros cristianos que creen en el texto bíblico como verdad literal, los
sionistas cristianos anhelamos "la venida del día de Dios." El
problema surge cuando nos dividimos en torno a distintos escenarios de los
finales tiempos. Nuestros amigos judíos se asustan cuando escuchan cómo nos
enfrascamos en luchas de opiniones diversas sobre la profecía. Los sionistas
cristianos hemos llegado a una comprensión hebraica de que no nos preocupamos
por predecir el futuro, sino en simplemente conocer las profecías de modo que
cuando se cumplan, podemos consolarnos en el hecho de que Dios va cumpliendo Su
Palabra (Hech. 2:16).
El Apóstol
Pedro nos enseña que debemos poner nuestra conducta santa por encima de nuestra
interpretación escatológica. En vez de especializarnos en los detalles de los
últimos tiempos, lo que nos distancia de nuestros amigos judíos, los sionistas
debemos "ser hallados
por El en paz" cuando venga nuestro Mesías.
Todo Israel, Todas las Naciones
"Oí el número de los que fueron sellados: 144,000 sellados de todas las
tribus de los Israelitas…Judá…Rubén…Gad…Aser…Neftalí…Manasés…Simeón…Leví…Isacar…
Zabulón…José…Benjamín. Después de esto miré, y
vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus,
pueblos, y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos
con vestiduras blancas y con palmas en las manos." Apocalipsis 7:4-9
No requiere
que seamos un sionista cristiano para reconocer que las doce tribus en
Apocalipsis no representan a la Iglesia. Muchos en el cristianismo, a lo largo
de los siglos, alegaron lo contrario, deseando que los cristianos fuesen el
pueblo escogido de Israel en vez de los judíos. Pero el texto dice
explícitamente que las "tribus
de los israelitas" (Apoc. 7:4) tendrán el "sello del Dios vivo" (Apoc. 7:2). ¡El Apóstol Juan vio
que todo Israel estará presente en el Reino de los Cielos! Eso es ocasión para
alabar al Dios viviente y al Dios de Israel por Su poder en guardar el Pacto que
hizo con Israel.
Luego del
apóstol observar a los redimidos hijos e hijas de Sion, vio una incontable
multitud de naciones, tribus, pueblos y lenguas reunidas ante el trono y el
Cordero. ¡Cuán grande salvación de Dios nos ha llegado por los judíos (Juan
4:22), primeramente para ellos y también para los gentiles (Rom. 1:16)!
Un
cristiano con el llamado de bendecir a Sion vive, ora y trabaja con la presente
esperanza de esa futura realidad. Su labor, servicio y sacrificio no serán en
vano. Desde nuestra pequeña ventana a la eternidad, nos regocijamos en saber
que, de la misma manera en que Dios reunió a Israel nuevamente en Su tierra del
pacto, nos reunirá a todos Sus hijos en Su eterno Reino. Formaremos una inmensa
reunión en la Nueva Jerusalén, con las doce tribus como nuestras puertas y los
doce apóstoles como nuestros cimientos (Apoc. 21:12-14).
Sionista Bíblico
Fue durante
un seminario que escuché el término sionista cristiano por primera vez. Pero no
fue por parte de un profesor bíblico, sino de una querida señora que había
servido como voluntaria en Puentes para la Paz. Cuando se puso de pie para
hacer una pregunta durante una conferencia sobre el judaísmo, ella se
identificó como sionista cristiana. En ese momento, ¡me pareció contradictorio
que una persona sionista pudiera estar interesada en la paz!
No fue
hasta que conocí al verdadero Israel, al verdadero pueblo judío y lo que Dios
dice al respecto que pude aceptar que un cristiano pudiese ser sionista.
Entonces encontré que la clave para ser un auténtico sionista cristiano es ser
un sionista bíblico. Mi oración es
que todos podamos servir y ser dignos del llamado de Dios en bendecir a Sion,
junto con nuestros amigos y compañeros judíos.
Dr. Bill
Adams,
Director
Promocional Nacional, Oficina EE.UU.
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