Distinguir entre el bien y el mal
¿Cómo saber lo que está bien y lo que está mal? ¿Cuáles son los criterios y la autoridad a los que se debe hacer referencia? No hace mucho tiempo ciertos comportamientos eran considerados como reprensibles. Hoy tales comportamientos se excusan, se admiten e incluso son aceptados por nuestra sociedad. ¿Cuál es el resultado? Los criterios morales establecidos por nuestro Dios Creador para garantizar la felicidad de su criatura han sido abandonados; y la conciencia se endurece. La generación que crece en este entorno no es visiblemente más feliz que las generaciones precedentes. Frecuentemente abandonada a sí misma, no le queda otro remedio que conformarse a las normas de una sociedad en decadencia, que ya no sabe distinguir entre el bien y el mal. Sin puntos de referencia ni consuelo alguno, busca desesperadamente una razón de vivir en las filosofías orientales, las sectas o el ocultismo. Los razonamientos de los hombres sin Dios descarrían y conducen al mal. Únicamente la Pal