El amor extravagante y la misericordia de Dios
La Biblia es única entre los libros. Tampoco es un libro, sino ‘el Libro’. No es una colección de palabras y pensamientos de hombres, sino que está llena de las palabras vivas del Creador de todas las cosas. Cuando me convertí en creyente, leía la Biblia constantemente. La consumía, la bebía, no podía tener suficiente de ella. Me encantaba también tenerla en mis manos, porque podía sentir la energía vitalizadora contenida en sus páginas, cada vez que tocaba su cubierta. Esas páginas eran un cofre del tesoro de las promesas de Dios, cada una revelando más del carácter de Aquel que creó el universo. Y no tenía ninguna duda de que cada una de ellas se cumpliría. Era una proposición sencilla. Cuanto más leía sobre lo que Dios hizo, más profunda era mi comprensión de quién es Dios. Según el libro de Herbert Lockyer, All the Promises of the Bible (Todas las promesas de la Biblia), ésta contiene más de 8,000 promesas. Algunas son las que se hacen entre los hombres y otras son promesas q