Negocios Y la Confiabilidad de la Biblia
Hace poco, mientras entrevistaba a un
candidato para un puesto de trabajo, le pregunté acerca de su punto de vista
sobre la Biblia. Ella me dijo: “Creo que la Biblia está inspirada por Dios,
pero en verdad, no es del todo cierta”. Eso fue un factor decisivo para mí, ya
que el enfoque de mi organización es equipar a los líderes empresariales para
modelar los principios bíblicos en el mercado.
La Biblia misma hace un fuerte reclamo de
su autoridad y confiabilidad, declarando: «Toda la Escritura es inspirada
por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que
está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a
hacer lo correcto.» (2 Timoteo 3:16). O todas las palabras de la Biblia son
verdaderas, o te conviertes en un dios anulando enseñanzas de la Palabra de
Dios.
Hace algún tiempo, Hank Hanegraaff del
Christian Research Institute sugirió el acrónimo MAPS para ayudar a explicar la
confiabilidad de la Biblia. La M significa Manuscritos. Cuando visité el
sitio de los Rollos del Mar Muerto, aprendí sobre el meticuloso proceso que los
escribas usaban para copiar las Sagradas Escrituras. Si cometían algún error,
inmediatamente quemaban el rollo.
Los historiadores miden la validez de
un manuscrito basándose en el número de manuscritos y el lapso entre los
originales y los manuscritos más antiguos. La Biblia tiene un respaldo más
fuerte que cualquier otro escrito clásico, incluidos los de los escritores y
pensadores griegos. «Los mandamientos del Señor son verdad y toda justicia» (Salmo
19:9). La evidencia de manuscritos históricos prueba abrumadoramente la
confiabilidad bíblica.
La segunda letra del acrónimo MAPS de
Hanegraaff, A, significa Arqueología. Sir William Ramsay se formó como
arqueólogo. Un escéptico de la Biblia, Ramsay se dispuso a refutar la
fiabilidad histórica del libro de Lucas. Sin embargo, se convirtió en un
seguidor de Cristo cuando vio que la arqueología confirmaba que las
declaraciones históricas del Evangelio de Lucas, una tras otra, eran precisas.
Recientemente, los arqueólogos descubrieron
el palacio del rey Manasés, lo que demuestra su existencia. A través de los
años, se ha demostrado que muchos arqueólogos escépticos estaban equivocados
cuando cuestionaban la Biblia. El Salmo 18:30 enseña: «Este Dios, perfecto
es su camino; la palabra del Señor es verdadera.» La Palabra de Dios es
fidedigna y verdadera, como han aprendido los arqueólogos que han tratado de
demostrar lo contrario.
La tercera letra del acrónimo, P, significa
Profecía. Entre los atributos notables de la Biblia están las
predicciones hechas cientos de años antes de que se hicieran realidad. Antes
del nacimiento de Jesús, los profetas hicieron 55 predicciones sobre el Mesías,
incluyendo que el Salvador nacería de una virgen en Belén y sería crucificado.
Dios dijo: «Yo mismo llamaré a cuentas a cualquiera que no escuche mis
palabras que el profeta hable en mi nombre» (Deuteronomio 18:19), la
Palabra de Dios ha demostrado ser confiable.
La última letra de la serie de Hanegraaff es
la S de Estadística. Un profesor, Peter Stoner, trabajó con 600
estudiantes para averiguar cuál sería la probabilidad de que solo se cumplieran
ocho profecías de Jesús. El resultado es uno en cien cuatrillones. La
probabilidad de que 55 predicciones sean ciertas está más allá del cálculo.
Jesús le dijo a Pedro: «Ve al lago y
tira tu anzuelo. Toma el primer pez que atrapes; abre su boca y encontrarás una
moneda de cuatro dracmas. Tómalo y dáselo por mi tributo y por el tuyo»
(Mateo 17:27). Testigos oculares vieron a Pedro hacer lo que Jesús le pidió.
Las probabilidades de atrapar un pez con una moneda específica son imposibles.
Las estadísticas prueban que la Biblia es confiable porque es la Palabra de
Dios. Podemos confiar en su sabiduría para que nos guíe en el desempeño de
nuestras responsabilidades laborales diarias.
Por Rick Boxx - MANÁ DEL
LUNES es una edición semanal de CBMC INTERNATIONAL
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