El profeta Joel — Es relevante hoy
EN NUESTRO PROGRAMA DE LECTURA DE LA
BIBLIA, este mes estamos leyendo los profetas menores. En hebreo, a estos
doce pequeños libros de profecía se les llama trei asar, que
simplemente significa los 12. Estos son los profetas bíblicos de los libros
menores. Los profetas mayores son Isaías, Jeremías y Ezequiel.
Profetas en tiempos
bíblicos
¿Cuál era la función de un
profeta? Tal vez sea simplemente estar en una misión de Dios. El
Rabino Moshe Chaim Luzzatto dijo: “La esencia de la profecía es que uno
está apegado a Dios, bendito sea Él; y experimenta Su revelación”. En
el comentario judío de Artscroll sobre los 12 profetas, dice: “Un
profeta es esencialmente, un individuo que ha purificado su mente y naturaleza
hasta el punto en que puede recibir el derramamiento del Espíritu de Dios sobre
sí mismo”.
En el Tanaj (AT),
tenemos las palabras registradas de 55 profetas, algunos con tan solo una línea
de texto. Sin embargo, la historia judía nos dice que había muchos más
profetas cuyas palabras no están registradas en la Biblia. Los sabios
judíos dijeron: “Solo se escribió la profecía que se necesitaba
para las generaciones posteriores”. Con eso en mente, mientras leemos
los profetas, es importante discernir lo que Dios estaba diciendo a los oyentes
originales, pero también lo que quiere que recibamos hoy. Algunas profecías ya
se han cumplido, mientras que otras esperan su cumplimiento. Algunas
tienen más de un cumplimiento. Miremos el libro de Joel.
El nombre Joel, que significa “el
Señor es Dios”; fue escrito por uno de estos profetas
menores. Aunque el libro es corto (3 capítulos) está repleto de
significado, advertencias y esperanza; tanto para el antiguo Israel como para
nosotros hoy.
Tiempos de desastre
natural
Joel habla de un tiempo de desastre,
un tiempo de langostas y hambre. Describe un tiempo de desastre abrumador
para el pueblo de Judá. El primer capítulo habla del dolor y el luto que
experimentan todos los estratos de la sociedad ante la hambruna. Fue un
desastre fuera de su control, que amenazó su propia existencia. Hoy
también, muchos están pasando por grandes dificultades, con una inflación
vertiginosa, desempleo, pandemia, guerras e inseguridad alimentaria. A
diferencia de la época de Joel, todavía tenemos comida disponible en nuestras
tiendas, pero nuestra capacidad para comprar lo que necesitamos está disminuyendo. El
precio del pan en Israel acaba de aumentar un 36%.
Ucrania, uno de los mayores
productores de cereales del mundo, no ha podido proporcionar estos debido a la
guerra en curso con Rusia. Esta guerra también ha causado que los precios
del combustible aumenten dramáticamente, lo que ha provocado que los costos de
casi todo aumenten. Este es un problema mundial. Algunos
lugares están experimentando sequías. A raíz de una pandemia mundial,
muchos ven reducidos sus ingresos, mientras que al mismo tiempo, los precios se
disparan.
Joel describe un tiempo de
desesperación, y me pregunto ¿cuántas personas hoy en día están deprimidas,
ansiosas, temerosas y sin esperanza?
Clama a Dios
Para ese tiempo de devastación, Dios
le dio al profeta algo que comunicar a la gente. “Cíñanse de cilicio, y
laméntense, sacerdotes; giman, ministros del altar. Vengan, pasen la noche
ceñidos de cilicio, ministros de mi Dios… Promulguen ayuno, convoquen asamblea;
congreguen a los ancianos y a todos los habitantes de la tierra en la casa del
Señor su Dios, y clamen al Señor.” (Joel 1:13a-14).
En un momento en que el mundo se
retuerce las manos, cuando los líderes mundiales no saben qué hacer, el pueblo
de Dios está llamado a la acción. Ahora es el momento de que todos los que
verdaderamente invocan el nombre del Señor, intercedan por sus naciones,
nuestro mundo y nuestra economía. El profeta describe esta intercesión en
términos muy serios. Era tiempo de seriedad, tiempo de ayuno, de reunión
en oración y de llanto ante el Señor.
Tiempos de guerra
Joel 2 describe el “Día
del Señor” como un tiempo terrible, un tiempo de guerra e
invasión. Los desastres naturales (langostas y hambrunas) fueron seguidos
por una guerra aterradora.
Hoy también vemos esa
combinación. El desastre sigue al desastre en nuestro mundo con duras
consecuencias. Muchos lloran a aquellos que han perdido a causa de la
enfermedad. Otros se desesperan por su situación financiera; mientras que
otros lloran a los perdidos en la guerra. Más de 30,000 refugiados judíos
han llegado a Israel desde la invasión de Ucrania por Rusia. Escuchamos
sus relatos de asesinatos, cuerpos tirados en las calles, amenazas a punta de
pistola, edificios destruidos y falta de alimentos; además de otras
necesidades. Vemos el trastorno de estrés postraumático que surge después de un
trauma severo. Lloramos con ellos por todo lo que se pierde.
Arrepentimiento
“«Aun ahora», declara el Señor,
«vuelvan a Mí de todo corazón, con ayuno, llanto y lamento. Rasguen su
corazón y no sus vestidos». Vuelvan ahora al Señor su Dios, porque
Él es compasivo y clemente, lento para la ira, abundante en misericordia, Y se
arrepiente de infligir el mal. ¿Quién sabe si reconsidere y se apiade, y deje
tras sí bendición, es decir, ofrenda de cereal y libación para el Señor su
Dios?” (Joel 2:12-14).
En el calendario bíblico, hay tiempos
reservados para el arrepentimiento y el duelo. El “Día de la Expiación
o Yom Kippur (en hebreo)”, es uno de éstos. Este día va precedido por
40 días de arrepentimiento. El mes de Elul comenzó el 28
de agosto. Es un mes de preparación para los días santos del
otoño. Durante estos 30 días hay un mayor esfuerzo de oración y
concentración en el arrepentimiento. Al final de Elul,
comienza el mes de Tishrei. El primero de Tishrei es
un día importante en el calendario bíblico. Es la “Fiesta de las
Trompetas” también conocido en hebreo como Rosh Hashaná (Cabeza
del Año) y también conocido como Yom HaTeruá (Día del
Asombroso y Fuerte Sonido [Trompetas])”. En este día, se tocarán las
trompetas (cuernos de carneros también llamados shofares); llamando
al pueblo a la oración, al ayuno y al arrepentimiento.
Desde este día hasta el “Día de la
Expiación”, el día más sagrado del calendario bíblico, pasarán diez
días. Estos se llaman “los Días del Asombro”, y estarán llenos
de oración, súplica y arrepentimiento. En este 2022, estos diez días serán
desde el 26 de Septiembre hasta el 4 de octubre. Por lo que todo el mes de
Septiembre y la primera semana de Octubre serán días intensos de oración y
arrepentimiento en el mundo judío.
El tema del arrepentimiento es
central en este tiempo, como lo fue para el tiempo del profeta Joel. La
palabra hebrea para arrepentirse es shuv, que literalmente
significa “volverse”. A menudo pensamos que arrepentirnos es sinónimo de
alejarnos de nuestro pecado, pero bien puede ser: “volvernos hacia Dios”. Cuando
nos volvemos hacia Dios, automáticamente nos alejaremos del pecado y de la
rebelión, porque Él es luz y no hay oscuridad en Él. Dios no está buscando
palabras de arrepentimiento o acciones externas. Él está buscando un
cambio de corazón. Él está buscando que nos aflijamos por el pecado: tanto
por los nuestros, como por los pecados de nuestra cultura y nación. Él nos
llama a desgarrar nuestros corazones. Es costumbre en el judaísmo rasgar
las vestiduras de uno cuando se está de luto. Esto es un símbolo de gran
dolor en quien está sufriéndolo, pero es posible rasgar las vestiduras sin
sentirlo en realidad. Dios no quiere meras acciones simbólicas externas. Dios
quiere shuv: un regreso a Él. Un cambio profundo y
sincero.
No se dice nada sobre el momento de
los acontecimientos en Joel; pero si dice y expone: “Toquen trompeta en
Sión, promulguen ayuno, convoquen asamblea. Reúnan al pueblo, santifiquen la
asamblea, congreguen a los ancianos, reúnan a los pequeños y a los niños de
pecho. Salga el novio de su aposento y la novia de su alcoba. Entre
el pórtico y el altar, lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan:
«Perdona, oh Señor, a Tu pueblo, y no entregues Tu heredad al oprobio, a la
burla entre las naciones. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: “Dónde está
su Dios?”»” (Joel 2:15-17). Esta es una imagen notable en
la “Fiesta de las Trompetas y los Diez días de Asombro”.
La sanidad sigue al
arrepentimiento
Quizás una de las Escrituras más
citadas se encuentra en 2 Crónicas 7:13-14. En este pasaje Dios describe
un momento de dificultad, y cómo salir de él. “Cuando cierre los cielos
y no haya lluvia, o mande langostas para devorar la tierra, o envíe pestilencia
a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y
oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces
oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra”.
El mismo tipo de seguridad se encuentra
en Joel. “Entonces el Señor Jehová tendrá celo por su tierra, y se
compadecerá de su pueblo. Responderá Jehová y dirá a su pueblo: He aquí yo
os envío grano, mosto y aceite, y seréis saciados de ellos; ya no te pondré en
oprobio entre las naciones” (Joel 2:18-19).
La bendición sigue
al arrepentimiento
Joel, inspirado por el Espíritu de
Dios, dice que la tierra será bendecida (2:18; 21-22). Les dice a los
hijos de Israel que se alegren: “Alégrense, pues, hijos de Sion, y
regocíjense en el SEÑOR DIOS su Dios; porque fielmente os ha dado la lluvia
temprana, y lluvia tardía en el primer mes. Las eras estarán llenas de
trigo, y las tinajas rebosarán de mosto y aceite” (2:21, 23-24).
En Israel generalmente no recibimos
lluvia durante la larga temporada de verano. De abril a octubre es raro
que llueva. Cuando el Señor promete “lluvias tempranas”, esa
es la lluvia que viene antes de la “Fiesta de los Tabernáculos”, cuando es casi
milagroso recibir lluvia. Las lluvias tardías que caen después de la
“Pascua”, nuevamente cuando es inusual que llueva son milagrosas. Me
encanta la promesa de abundancia de cereales, ya que hoy el suministro mundial
de cereales está amenazado por la pérdida de la cosecha en
Ucrania. Lo que el Señor promete es vida abundante. Esta es la
bendición física: ¡no te morirás de hambre!
Luego promete la bendición
espiritual: “Y acontecerá después que derramaré de mi Espíritu sobre toda
carne; vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán
sueños, vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre mis siervos y mis
siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días” (2:28).
Pedro en Hechos 2, afirma que los
eventos de ese día fueron el cumplimiento de esta Escritura. Sin embargo,
muchos eruditos creen que fue un cumplimiento parcial y que la plenitud
sucederá con la venida del Mesías.
Aún no ha terminado
Siga leyendo Joel y encontrará el
juicio sobre las naciones que maltratan al pueblo y a la nación de Israel
(capítulo 3). Encontrará que hay días difíciles, ya predichos “antes
de la venida del día grande y terrible del SEÑOR DIOS” (2:31b).
Reina la esperanza
Los escritos proféticos de Joel
tienen un mensaje de esperanza: “Y acontecerá que todo aquel que
invocare el nombre de Jehová, será salvo. Porque en el monte Sión y en
Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, para el remanente que Jehová
llame” (2:32).
Curiosamente, la palabra traducida
como “remanente” podría traducirse fácilmente como “resto”. Eso
me recuerda la promesa de Ezequiel 39:28 que dice que Dios quiere traer a todo
el pueblo judío a casa, sin dejar a nadie atrás. Creo que el pacto de Dios con
Israel es eterno y veremos rescatar al “resto”.
Los últimos dos versículos son una
gran promesa que muestra la eternidad de las bendiciones del pacto de
Dios, “Pero Judá permanecerá para siempre, y Jerusalén de
generación. Porque yo absolverá del delito de derramamiento de sangre, a
los que yo no había absuelto; porque el SEÑOR habita en Sion” (Joel
3:20-21).
Un desafío
Unámonos al pueblo judío en
arrepentimiento, ayuno y oración del 28 de agosto al 4 de octubre 2022, los
días que han conducido durante todas las edades; al día que Dios ordenó:
el “Día de la Expiación”. Llevemos adelante 2 Crónicas
7:14 y miremos ¡Cómo Dios derrama Sus bendiciones!
Por: Rvda. Rebeca
J. Brimmer, Presidenta y Directora Ejecutiva Internacional
Traducido por Chuy González – Voluntario en Puentes para la Paz
Revisado por Raquel
González – Coordinadora Centro de Recursos Hispanos
Bibliografía
The Nelson Study Bible: New King James
Version. USA: Thomas Nelson Publishers, 1997.
Trei Asar I/Twelve Prophets I. ArtScroll Tanach Series. New York: ArtScroll Mesorah Publications, 1995.
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