El Cambio: Una de las Certezas de la Vida
El viejo dicho decía que las únicas cosas seguras en la vida son la muerte y los impuestos. Esos dos permanecen constantes, al menos en la mayoría de los países, pero hay al menos otra certeza que todos debemos enfrentar: el cambio. Así como el sol saldrá por el este cada mañana, cada nuevo día traerá consigo cambios de algún tipo, nos guste o no.
La pandemia de COVID-19 trajo cambios
monumentales, por supuesto. Y últimamente hemos escuchado que, junto con el
virus que está regresando no deseado, trayendo consigo la amenaza de nuevas
restricciones y regulaciones sociales, podrían estar acechando otros
importantes desafíos de salud.
Pero las preocupaciones médicas y de salud
no son las únicas causas de cambios masivos en nuestras vidas. La economía, tanto
a nivel nacional como mundial, parece más volátil que nunca. Como resultado, la
toma de decisiones tanto para nuestros negocios como para nuestra vida personal
se vuelve más compleja. La tecnología es una fuente perpetua de cambio, que
requiere que seamos flexibles y adaptables si queremos seguir siendo
competitivos en el mercado del siglo XXI. Dentro de nuestras propias
industrias, el cambio es un compañero constante, nuevamente, nos guste o no.
Entonces, ¿cómo vamos a responder? Me gusta
el consejo del consultor de liderazgo y autor Tim Kight, quien dijo: “El cambio
a menudo es inconveniente e incómodo, pero eso no lo convierte en una amenaza”.
Los cambios nos dan la oportunidad de diferenciarnos. A la mayoría de la gente
no le gusta el cambio, así que no seas como la mayoría de la gente. Intensifica
y responde con disciplina a la oportunidad que presenta el cambio”.
Esas son sabias palabras. Mientras que
todos los demás parecen estar agonizando y resistiéndose al cambio, tenemos la
opción de aceptarlo, posicionándonos de manera única como defensores del
cambio. Es cierto que eso es mucho más fácil de decir que de poner en práctica.
¿Entonces cómo hacemos esto? La fe en Dios puede ser una gran ventaja para
poder hacer eso. Considera algunas cosas que la Biblia nos dice acerca del
cambio:
Dios no cambia. Al lidiar con las cambiantes corrientes de cambio, es útil encontrar una
fuente de estabilidad, un ancla que nos impida ir a la deriva. Las Escrituras
enseñan que Dios es el ancla, la única constante en un mundo en constante
cambio. “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos” (Hebreos
13:8). “al único Dios nuestro Salvador sea gloria, majestad, dominio y
autoridad por Jesucristo nuestro Señor antes de todos los tiempos, ahora y por
toda la eternidad” (Judas 1:25).
El Dios inmutable sostiene el futuro
siempre cambiante. ¿Te gustaría saber que cuando se producen
cambios inesperados, incluso los no deseados, puedes confiar en que se ha
determinado el resultado de esos cambios? La fe en Dios nos da esta seguridad. “‘Porque
yo sé los planes que tengo para ti,’ declara el Señor, ‘planes para prosperarte
y no para dañarte, planes para darte esperanza y un futuro’” (Jeremías
29:11). “Llámame y te responderé y te mostraré cosas grandes y ocultas que
tú no conoces” (Jeremías 33:3).
Dios está siempre con nosotros. Al viajar por un territorio desconocido, siempre es útil tener un guía
que conozca el camino para llegar a nuestro destino previsto. “Aunque ande
en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo,
tu vara y tu cayado me consolarán” (Salmo 23:4). “Así que no temas,
porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y
te ayudaré, te sostendré con mi diestra justa” (Isaías 41:10).
Por Robert J. Tamasy - © MANÁ DEL
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