Sean santos
Mis padres y abuelos se criaron en
una época en la que los grandes avivamientos se extendían por todo Estados
Unidos. En gran parte, surgieron del ‘Movimiento de Santidad’. Hombres y
mujeres con un hambre profunda de Dios y Sus caminos, dedicaron sus vidas a la
oración y a vivir en santidad. En medio de sus intensas reuniones de oración,
la presencia de Dios se experimentaba de maneras asombrosas. Estos avivamientos
en la primera parte del siglo XX impactaron profundamente al mundo cristiano.
Los cambios espirituales internos se reflejaban externamente como un estilo de
vida en santidad. En mis primeros años de vida, esta influencia aún se percibía
en gran manera. En nuestras iglesias había un gran énfasis en la Escritura, la
oración y la santidad. A menudo se hablaba de la santidad en términos de cómo
deberíamos vestir y otros comportamientos externos. Desafortunadamente, era
posible seguir todas las reglas y aparentar ser una persona santa sin una
santidad interior. Hoy, parece que no se hace mucho énfasis en la santidad, sin
embargo, la Biblia a menudo describe a Dios como santo y nos dice que también
seamos santos.
El apóstol Pedro escribió: “Por
tanto, preparen su entendimiento para la acción. Sean sobrios en espíritu,
pongan su esperanza completamente en la gracia que se les traerá en la
revelación de Jesucristo. Como hijos obedientes, no se conformen a los deseos
que antes tenían en su ignorancia, sino que, así como Aquel que los llamó es
Santo, así también sean ustedes santos en toda su manera de vivir. Porque
escrito está: «Sean santos, porque Yo soy santo»” 1 Pe 1:13-16.
La última frase de este versículo es
una cita del libro de Levítico: “Sean santos, porque Yo Soy santo” (Lv
19:2).
Me gustaría sugerir que la santidad
es un asunto que es importante para Dios. El hecho de que se enfatice tanto en
la Torá (Gn – Dt), como en los Escritos de los Apóstoles (NT)
es relevante.
La porción de
la Torá habla
Cada semana, el mundo judío lee una
porción de la Torá (Gn – Dt) en las Escrituras, llamada parashat
hashavua (la porción de la semana). Cada porción tiene un nombre
tomado del contenido de esa porción. Exactamente a la mitad de la Torá, en
Levítico 19 y 20, hay una porción llamada Kedoshím, que significa
“santos”. Pedro estaba haciendo referencia a esta porción.
Es importante notar que esta porción
fue hablada a la congregación entera de todos los hijos de Israel. “Entonces
el Señor le dijo a Moisés: «Habla a toda la congregación de los israelitas y
diles: ‘Santos serán porque Yo, el Señor su Dios, Soy santo’” (Lv
19:1-2). Esto indica que todas las personas que componían la congregación
debían ser santas, no sólo los sacerdotes. En el mundo antiguo, cada cultura
tenía sacerdotes, los cuales se esperaba que actuaran de cierta manera, pero
Dios dejó muy claro la expectativa de que todos los hijos de Israel debían ser
santos. Más adelante en la porción leemos: “Santifíquense, pues, y sean
santos, porque Yo soy el Señor su Dios” (Lv 20:7), y hacia el final de la
porción de la Torá dice: “Sean ustedes santos, porque Yo, el
Señor, Soy santo, y los he apartado de los pueblos para que sean Míos” (Lv
20:26). Pedro, hablando a la Iglesia primitiva, también enfatizó esto: “Pero
ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los
llamó de las tinieblas a Su luz admirable”(1 Pe 2:9).
¿Qué es la
santidad?
Cuando comencé a pensar e investigar
de esto, descubrí que hay muchas opiniones sobre el tema, tanto en el mundo
cristiano como en el judío.
Pensamiento judío
Escuché un programa de radio de La
Voz de Israel con tres rabinos que conocemos bien, los Rabinos Jeremy
Gimpel, Ari Abramovitch y Tuly Weisz, mientras discutían el significado de la
santidad.
El Rabino Abramovitch dijo que la santidad
debía ser separada, distinta y elevada; que lo natural debe ser elevado por lo
espiritual.
El Rabino Gimpel habló sobre su
mentor, el Rabino Abraham Joshua Heschel, quien dijo que la santidad es la suma
total de la realidad enfocada en los atributos de Dios. Continuó diciendo que
debemos emular los atributos de Dios en todas las áreas de la vida, que podrían
variar según las circunstancias, las cuales podrían requerir misericordia o
justicia.
El Rabino Weisz habló sobre el primer
primer ministro de Israel y su encuentro con unos jóvenes judíos en 1944, antes
de la fundación del Estado de Israel. David Ben Gurion, que no era religioso,
pero amaba la Biblia, dijo:
“La nuestra era una nación diminuta
que habitaba en un país pequeño y ha habido muchas naciones diminutas y muchos
países pequeños, pero la nuestra era una nación diminuta que poseía un gran
espíritu, un pueblo inspirado que creía en su misión pionera para con todos los
hombres y la misión que ha sido predicada en los profetas de Israel. Este
pueblo le dio al mundo grandes y eternas verdades y mandamientos morales. Este
pueblo se levantó por visiones proféticas de la unidad entre el Creador y Su
creación, de la dignidad y el valor del individuo, de la justicia social, la
paz universal y el amor. “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Este
pueblo fue el primero en profetizar sobre el final de los tiempos, el primero
en ver la visión de una nueva sociedad humana” (Ben Gurion 1944).
En Teología judía por
Kaufmann Kohler, encontramos que “la santidad es la esencia de toda perfección
moral”.
Pensamiento
cristiano
Oswald Chambers dijo la famosa frase:
«El fin destinado del hombre no es la felicidad, ni la salud, sino la
santidad» (‘My Utmost for His Highest’).
Richard Baxter, un puritano, escribió
que la santidad es «nada más que la devoción y dedicación habitual y
predominante del alma, el cuerpo, la vida y todo lo que tenemos a Dios; y
estimando, amando, sirviendo y buscándole, ante todos los placeres y la
prosperidad de la carne» (‘Un directorio cristiano’).
Dwight Moody argumentó que «es
mucho mejor vivir una vida santa que hablar de ello. Se nos dice que dejemos
nuestra luz brillar y, si brilla, no es necesario que se lo digamos a nadie. La
luz será su propio testigo. Los faros no suenan campanas ni disparan cañones
para atraer la atención hacia su brillo, ellos simplemente brillan».
“Yo Soy el Señor tu
Dios”
Mientras leía y releía la porción, me
sorprendió la cantidad de veces que vemos la frase “Yo Soy el Señor tu Dios”.
De hecho, encontramos el nombre personal de Dios —YHVH— el Tetragrama, 20 veces
en estos dos capítulos. La primera mitad de los Diez Mandamientos se centra en
nuestra relación con Dios.
El Código de la
Santidad
En el Midrash (comentario
antiguo judío sobre las Escrituras), existe una tradición que dice que la
porción de la Torá (Gn – Dt) llamada Parashat Kedoshim,
es la más importante de la Torá porque está contenida en los
mandamientos que componen lo que llamamos el “Código de Santidad”; son
referencias interpretadas de cada uno de los Diez Mandamientos.
En esta parte, se dedica mucho tiempo
a enseñar cómo vivir en santidad con Dios y con el hombre. De hecho, muchos
eruditos judíos han enfatizado el hecho de que, aunque los Diez Mandamientos se
enumeran dos veces en Éxodo y Deuteronomio, se enfatizan en esta porción de
la Torá.
1) “Yo Soy el Señor tu Dios” (Éxodo
20:2) está escrito en Levítico 19:2.
2) “No tendrás otros dioses
delante de Mí” (Éxodo 20:3) está escrito en Levítico 19:4 como: “No se
vuelvan a los ídolos, ni se hagan dioses de fundición”.
3) “No tomarás el nombre del Señor
tu Dios en vano…” (Éxodo 20:7a) se alude en Levítico 19:12: “Y no
jurarán en falso por Mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios…”.
4) “Acuérdate del día de reposo
para santificarlo” (Éxodo 20:8) está escrito en Levítico 19:3 como “Cada
uno de ustedes… guardará mis días de reposo…”.
5) “Honra a tu padre y a tu madre…”
(Éxodo 20:12a) está escrito en Levítico 19:3: “Cada uno de ustedes ha de
reverenciar a su madre y a su padre…”.
6) “No matarás” (Éxodo 20:13)
está escrito en Levítico 19:16 como “no harás nada contra la vida de tu
prójimo”.
7) “No cometerás adulterio”
(Éxodo 20:14) está escrito en Levítico 20:10b como “El adúltero y la
adúltera ciertamente han de morir”.
8) “No hurtarás” (Éxodo 20:15)
está escrito en Levítico 19:11 como, “No hurtarán…»
9) “No darás falso testimonio…”
(Éxodo 20:16) está escrito en Levítico 19:16: “No andarás de calumniador
entre tu pueblo…”.
10) “No codiciarás…” (Éxodo
20:17) según las fuentes judías está cubierto por el versículo que dice, “Amarás
a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19:18).
¿Qué dijo Jesús (Yeshúa)?
Pedro no es el único que citó (y
validó) esta porción de la Torá (Gn -Dt). Jesús también citó
partes de ella. ¿Cuál es la actitud de Jesús hacia los mandamientos?
En Marcos 10:17b-19, Jesús responde
una pregunta que le hicieron: “«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la
vida eterna?»”. Jesús le respondió: «¿Por qué me llamas bueno?
Nadie es bueno, sino solo uno, Dios. Tú sabes los mandamientos: No mates, no
cometas adulterio, no hurtes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu
padre y a tu madre»”.
Jesús también resumió los Diez
Mandamientos como los dos mayores mandamientos (Marcos 12, Mateo 22 y Lucas
10). Dijo que debemos amar a Dios y amar a nuestro prójimo. Piénsalo: si amamos
a Dios, guardaremos Sus mandamientos, un tema que se repite más de una vez en
los Escritos de los Apóstoles (NT). Si amamos a nuestro prójimo, guardaremos
los mandamientos relacionados con las relaciones humanas. En el pasaje de
Mateo, Jesús dice: “De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los
profetas” (Mt 22:40).
Ama a tu prójimo
como a ti mismo
Este versículo que se encuentra por
primera vez en Levítico 19:18, es un versículo famoso tanto en el pensamiento
judío como en el cristiano. Jesús lo llamó el segundo mandamiento más
importante (Marcos 12:31).
¿Es la santidad
para hoy?
La santidad involucra nuestra
relación con un Dios santo y nuestras acciones justas hacia los seres humanos
que Él ha creado.
¿Cómo podemos ignorar la clara
declaración de las Escrituras que dice: “No te vengarás, ni guardarás rencor
a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Soy
el Señor” (Lv 19:2). En el cristianismo hemos tendido a reaccionar como un
péndulo oscilante ante lo que parece un énfasis excesivo en los problemas. El
Movimiento de Santidad temprano en Estados Unidos fue claramente una realidad
interior, un encuentro poderoso con el Señor. Los encuentros fueron tan
significativos e impactantes que los involucrados cambiaron. La manifestación
exterior de una vida santa siguió a un encuentro vibrante con el Dios vivo. En
mi generación, todavía se hacía hincapié en la santidad, pero parecía estar más
en la línea de lo que un buen cristiano debería o no debería hacer, y no
necesariamente en la realidad interior. Con el paso del tiempo, esta idea de
santidad fue abandonada en gran medida. Ahora es raro escuchar mensajes sobre
santidad.
Me parece claro que Dios todavía es
santo y sigue deseando que Su pueblo camine en Sus caminos, en Sus caminos
santos. ¿Comportarse “santamente” es suficiente? ¡No! Para que seamos santos,
necesitamos un encuentro con el Dios vivo. Necesitamos conocer a Aquel que se
llama a Sí mismo YHVH, el Gran YO SOY. Junto con Su ayuda, podemos vivir una
vida santa, reflejando Su naturaleza en el mundo que nos rodea. Jesús (Yeshúa)
dijo: “Dios es espíritu, y los que lo adoran deben adorar en espíritu y en
verdad” (Juan 4:24).
Como seguidores de Dios, debemos escudriñar nuestro corazón. ¿Adoramos desde nuestro corazón de acuerdo con las Escrituras? ¿Amamos a Dios y amamos a nuestro prójimo? ¿Estamos comprometidos con nuestro Dios santo y con seguirlo en santidad? Ya he dicho suficiente. Ahora depende de cada uno de nosotros buscar las respuestas a estas preguntas en oración.
Por: Por Rvda.
Rebecca J. Brimmer, Presidenta Ejecutiva Internacional
Traducido por
Raquel González – Coordinadora Centro de Recursos Hispanos
Revisado por Robin
Orack – Voluntaria en Puentes para la Paz
Bibliografía:
Baxter, Richard. A Christian Directory, or, a Body of Practical
Divinity and Cases of Conscience. London: Printed for Richard Edwards,
1825.
Ben-Gurion, David. “The Imperatives of the Jewish Revolution.” Speech,
Haifa, Israel, September 1944. https://zionism-israel.com/hdoc/Ben-Gurion_Jewish_revolution.htm.
Chambers, Oswald. My Utmost for His Highest. Dodd, Meade
& Co, 1924.
Kohler, Kaufmann. Jewish Theology, Systematically and
Historically Considered. Project Gutenberg, 2010.
The Voice of Israel radio station closed down in 2015. This reference refers to a program the author listened to while the station was on air.
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