Enfrentando el Desafío del Perdón
¿Cuándo fue la última vez que perdonó a alguien por algo malo o equivocado que le hizo? ¿Cuándo fue la última vez que fue con otra persona y le pidió perdón? Estas pueden ser preguntas desafiantes, porque de entre las muchas cosas que se requieren que hagamos en el mundo empresarial y de negocios, el perdonar y ser perdonado, es por mucho lo más difícil. Tan difícil que, de hecho, muchas personas optan por evitar hacerlo por completo. Nos aferramos a los rencores y dolores en lugar de intentar reconciliar las relaciones. En vez de pedir perdón, incluso si nos damos cuenta de que hemos dicho o hecho algo mal, preferimos ignorar la situación, esperando que la otra parte la olvide con el tiempo. C.S. Lewis, uno de los grandes pensadores del siglo XX, lo resumió muy bien cuando observó: «Todos piensan que el perdón es una idea encantadora, hasta que tienen algo que perdonar». Podría haber estado diciendo que cuando se trata del perdón, es de más bendición recibirlo que darlo. Los co