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Mostrando entradas de septiembre, 2012

Jesús nos enseñó a orar correctamente. Parte 4

“LÍBRANOS DEL MAL…”   (Mateo 6:13) Jesús nos enseñó a orar:   “No nos metas en tentación, sino líbranos del mal” (Mateo 6:13). Satanás sabe cuáles son tus áreas débiles, y las explotará. Lo bueno es que son precisamente tus debilidades, y no tus capacidades, las que te acercarán más a Dios y harán que dependas más de Él. Escribió Pablo:   “…Me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”   (2 Corintios 12:9) . A primera vista, este versículo no tiene mucho sentido. Queremos estar libre de las debilidades, no presumir de ellas. Pero Pablo nos da algunas razones para ese modo de pensar: 1) Tus debilidades frenan tu orgullo. Según Pablo: “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltara, me fue dado un aguijón en mi carne… para que no me enaltezca” (2 Corintios 12:7) . Es normal encontrar una debilidad al lado de una virtud, haciendo de contrapeso para evitar que te hagas vanaglorioso o te adelantes a lo que Dios quiere. Gedeón esco

Jesús nos enseñó a orar correctamente. Parte 3

“PERDÓNANOS… COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS…” ( Mateo 6:12 ) Aclaremos unos malentendidos respecto a las palabras   “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”   (Mateo 6:12) .   Satanás tratará de convencerte de que si tus sentimientos no han cambiado en relación a la persona que te lastimó, entonces no la has perdonado de verdad. Pero no es así; puedes hacer lo correcto, y sin embargo no tener los sentimientos que desearías. Es en esos momentos cuando necesitas la fe necesaria para enfrentarlos.  Tú ya has hecho tu parte, deja que Dios haga la suya. Él tiene el poder de cambiar tu sentir respecto a tu ofensor, y a su tiempo lo hará. Otro malentendido general es que para perdonar, lo único que tienes que hacer es decidirlo; y ya está, hecho. Pero no es así; se nos pide además:   “Bendecid a los que os maldicen y orad por los que os calumnian”   (Lucas 6:28). Seguro que piensas:   ‘¿Bendecir? ¿Hablas en serio?’ Pues sí. “Bendecir”

Jesús nos enseñó a orar correctamente. Parte 2

“EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA, DÁNOSLO HOY”   (Mateo 6:11) Jesús nos enseñó a orar:   “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”   (Mateo 6:11) . Destaquemos las palabras   “de cada día” . No puedes pelear las batallas de hoy con el pan de ayer; necesitas un nuevo suministro. En el desierto, el pueblo de Israel sólo podía recoger suficiente maná para un día; si tomaba más, se podría. Es maravilloso hablar de lo que Dios hizo en el pasado o de lo que va a hacer en el futuro, pero lo que cuenta es el día de hoy.   “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” . Para enfrentarte a las dificultades de la vida, tendrás que ser partícipe de lo que Dios te ha provisto hoy. Esta oración es una expresión de fe; el mero hecho de que estás pidiendo, significa que crees que Dios tiene lo que necesitas y que se preocupa lo suficiente para suplir tus necesidades. Es una oración que dice:   ‘No necesito ir a nadie más, sólo a Ti Señor’ Entonces, cuelga el teléfono, apaga el televisor, cierra la pu

JESUS NOS ENSEÑO A ORAR CORRECTAMENTE: PARTE I

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1) “Padre nuestro que estás en los cielos.” Al decir “Padre” , estás reconociendo que eres “familia”, que tienes una relación especial con Dios, la cual te permite acudir a Él en cualquier momento, con la seguridad de que eres amado, aceptado y favorecido. Cuando dices “en los cielos”, no puedes ir más arriba. Vas a recibir lo que necesitas de la fuente inigualable de bondad, gracia, misericordia, provisión, protección y autoridad. ¡Qué privilegio tan grande! 2) “Santificado sea tu Nombre.” Deberías tener presente en todo momento este pensamiento:   ‘Que todo lo que haga hoy, Señor, ya sea de pensamiento, palabra u obra, te honre a Ti.” Las personas que nos observan, inspiradas por nuestro comportamiento, deberían desear conocer a Aquél a quien servimos. 3) “Venga tu Reino” ( Mateo 6:10 ). Cada vez que te niegas a ti mismo y obedeces la voluntad de Dios, estás demostrando a los que te rodean lo que significa vivir como ciudadano de su Reino.   Fijémonos en las palabras:   “