Jesús nos enseñó a orar correctamente. Parte 2


“EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA, DÁNOSLO HOY” (Mateo 6:11)

Jesús nos enseñó a orar: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” (Mateo 6:11).Destaquemos las palabras “de cada día”. No puedes pelear las batallas de hoy con el pan de ayer; necesitas un nuevo suministro. En el desierto, el pueblo de Israel sólo podía recoger suficiente maná para un día; si tomaba más, se podría. Es maravilloso hablar de lo que Dios hizo en el pasado o de lo que va a hacer en el futuro, pero lo que cuenta es el día de hoy. “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”. Para enfrentarte a las dificultades de la vida, tendrás que ser partícipe de lo que Dios te ha provisto hoy. Esta oración es una expresión de fe; el mero hecho de que estás pidiendo, significa que crees que Dios tiene lo que necesitas y que se preocupa lo suficiente para suplir tus necesidades.

Es una oración que dice: ‘No necesito ir a nadie más, sólo a Ti Señor’ Entonces, cuelga el teléfono, apaga el televisor, cierra la puerta, arrodíllate y acércate a Dios en fe, diciendo: ‘Dame lo que necesito para este día. Él conoce mucho mejor que tú tu necesidad. Al recibir su provisión diaria, estarás listo para afrontar cualquier cosa que te depare la vida. Y una cosa más: si empiezas a sentirte molesto con la gente sin razones aparentes, si tienes grandes cambios de humor o empiezas a vivir por sentimientos en lugar de por fe, probablemente ésos sean síntomas de que no estás bien alimentando. En ese caso, vuelve a tu fuente y di: “Señor, aquí vengo para mi pan de cada día.”

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