Jesús nos enseñó a orar correctamente. Parte 3
“PERDÓNANOS… COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS…” (Mateo
6:12)
Aclaremos unos malentendidos respecto a las palabras “Perdónanos
nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mateo 6:12). Satanás
tratará de convencerte de que si tus sentimientos no han cambiado en relación a
la persona que te lastimó, entonces no la has perdonado de verdad. Pero no es
así; puedes hacer lo correcto, y sin embargo no tener los sentimientos que
desearías. Es en esos momentos cuando necesitas la fe necesaria para
enfrentarlos.
Tú ya has hecho tu parte, deja que Dios haga la suya. Él tiene el
poder de cambiar tu sentir respecto a tu ofensor, y a su tiempo lo hará. Otro
malentendido general es que para perdonar, lo único que tienes que hacer es
decidirlo; y ya está, hecho. Pero no es así; se nos pide además: “Bendecid a los que os maldicen y orad por los que os calumnian” (Lucas 6:28).
Seguro que piensas: ‘¿Bendecir? ¿Hablas en serio?’ Pues
sí. “Bendecir” significa “decir bien de”. Al hacerlo, estás extendiendo misericordia
a quienes no la merecen. ¿No es eso exactamente lo que Dios
hace contigo? En
realidad no podrás perdonar de verdad sin la ayuda del Espíritu Santo. Por,
eso, te recomiendo que ores hoy: “Espíritu Santo, ven sobre mí y dame
fuerzas. Perdono a _______________ (mencionar a la persona o personas) por lo
que hicieron. Los libero de esta deuda y te pido que los bendigas. Te entrego
esta situación y confío en que me vas a restaurar totalmente. Ayúdame, Señor.
Sana mi corazón, en el Nombre de Jesús. Amén.” Ahora, por fe, déjalo todo en manos
del Padre, sigue adelante y espera sus bendiciones, porque Él no te va a
defraudar.
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