EL MUNDO OCCIDENTAL ESTÁ ENCEGUECIDO
Muchos en Israel y el Occidente han denunciado a los aborrecibles asesinatos de Toulouse en días recientes, y algunos han extendido sus denuncias para incluir el origen a la inspiración para el jihadista Mohammed Mareh y los semilleros de incitamiento fundamentalista islámico. Sin embargo, casi todos evitan señalar con su dedo hacia el islam como la religión que, como línea de producción masiva, es fuente de dichos fenómenos, organizaciones y asesinatos. Tales ataques terroristas en Israel y el extranjero tienen la intención de matar a tantas personas como sea posible, y a veces a niños. La industria terrorista no reconoce fronteras ni puede ser saciada. Sólo para el año 2010, la cifra oficial de asesinatos por causa del terrorismo y la violencia islámica fue sobre 29,832 personas. El número verdadero podría ser aún más alto. Sin embargo, en el Occidente, donde estándares dobles son una vocación y la ingenuidad una forma de arte, la gente de repente ve el horror de e