ATRIBUTOS PARA TIEMPOS DESAFIANTES


En el libro de Daniel vemos un asombroso ejemplo de cómo Dios se puede comunicar con el ser humano. Repentinamente, en medio de una fiesta, Dios envió una mano que comenzó a escribir sobre la pared. Una mañana, yo tuve una experiencia similar cuando todavía estaba acostada en cama. No puedo decir si me había vuelto a dormir y estaba soñando, o si tuve una mini-visión. De cualquier manera, vi una mano que escribía sobre una pizarra. Aparecieron las palabras: sabiduría, valentía, fidelidad y amor. De inmediato, sentí que era un mensaje importante para mí y para Puentes para la Paz por parte de Dios. Nuestra Junta se reunió luego esa semana en Jerusalén, y oramos respecto al mensaje. Comprendimos que ciertamente necesitábamos esos atributos, y pedimos que Dios nos fortaleciera en esas áreas.
A las tres semanas, Japón fue sacudido por su más reciente masivo terremoto, seguido por el tsunami. Ante tal devastadora situación, tuvimos necesidad de sabiduría para saber cómo continuar laborando en Japón, nuestra segunda nación más grande en términos de donativos. Nuestro personal en Japón requirió de valentía en medio de dicho desastre abrumador. También fuimos retados para continuar adelante en fidelidad con nuestros proyectos en Israel y alrededor del mundo a pesar de una posible disminución financiera. Y recordamos que deberíamos hacer todo eso con amor.
Luego, he vuelto a recordar esos atributos con frecuencia. Cuando enfrento alguna situación, me pregunto: "¿Cómo puedo responder con sabiduría, valentía, fidelidad y amor?" No sé lo que usted enfrenta en la actualidad, pero creo que el Señor nos dice a todos que nos dará sabiduría y valentía para continuar siendo fieles y amorosos en Su servicio, aún en medio de tiempos difíciles. "Sabiduría" fue la palabra en nuestro Estudio Hebreo de la revista Dispatch from Jerusalem en agosto, y "fe" fue la palabra en abril, pero es importante que repasemos dichos conceptos en este estudio.
Sabiduría - Jokmá:
A menudo oro por sabiduría, como seguramente también lo hacen todos los líderes. Usualmente sólo llegan a mi escritorio los problemas difíciles que otros no han podido resolver. Simplemente no podría hacer mi trabajo sin la sabiduría del Señor. Cuando Salomón llegó a ser rey, también reconoció que necesitaba sabiduría. El Señor se le apareció una noche y le dijo: "Pide lo que quieras que Yo te dé." Y Salomón le respondió: "Dame ahora sabiduría y conocimiento, para que pueda salir y entrar delante de este pueblo; porque, ¿quién podrá juzgar a este pueblo Tuyo tan grande?” (2 Crón. 1:7, 10).
La palabra hebrea más común para sabiduría es jokmá. Incluye los conceptos de destreza, astucia, entendimiento, discernimiento moral, comprensión de la justicia, inteligencia y prudencia. La Enciclopedia Judaica para la Juventud [The Encyclopedia Judaica for Youth], también conocida como Mi Mundo Judío [My Jewish World], resume el significado de sabiduría de esta manera (traducido por esta traductora): "La sabiduría era una manera de pensar y perspectiva de vida que enfatizaba la experiencia, el razonamiento, la moralidad y las preocupaciones del hombre como ser humano en lugar de como simple israelita. La sabiduría, sin embargo, no era considerada como una mera habilidad o destreza intelectual; la verdadera sabiduría tenía que ser basada en el temor a Dios y en una manera de vida moral."
La Biblia está repleta de referencias a la sabiduría, al sabio y a los sabios. Nos dice que la sabiduría es un tesoro (Prov. 8:11); que los que la hallan serán felices (Prov. 3:13); que la sabiduría es mejor que el oro (Prov. 16:16); que los que hallan la sabiduría hallan la vida (Prov. 8:35); y que la sabiduría es mejor que armas de guerra (Ecl. 9:18).
Otras Palabras Asociadas:
La sabiduría también se asocia con por lo menos tres otras palabras en la Biblia: el conocimiento, el temor a Dios, y la instrucción. Es posible tener mucho conocimiento y carecer de sabiduría. He escuchado decir que es mejor tener poca educación y ser sabio, que ser altamente educado y ser falto de sabiduría. He conocido a personas de gran inteligencia, aún poseer doctorados, pero que no aplicaban su vasto conocimiento de manera sabia. La perspectiva judía es que no es posible que una persona adquiera sabiduría por medio de su propia inteligencia. Tiene que alcanzar la sabiduría por medio del estudio de la Torá (las Escrituras Hebreas) o por la enseñanza de los sabios. Elías Gaon (1720-1797), un erudito del Talmud (comentario rabínico sobre la tradición judía y las Escrituras Hebreas) de Lituania, reconoció que Dios era la fuente de toda sabiduría cuando dijo: "La sabiduría y la Torá fluyen de una misma fuente."
Siete veces en las Escrituras, el concepto del "temor del Señor" (yiré Adonai) y sabiduría (jokmá) son relacionadas, como en Proverbios 9:10: "El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, y el conocimiento del Santo es inteligencia." (Los otros seis son Job 28:28; Sal. 111:10; Prov. 1:7, Prov. 15:33; Isa. 11:2; Isa. 33:6.) En el comentario sobre Mishlei (Proverbios) de ArtScroll, el rabino Eliezer Ginsburg dice: "Esta frecuente repetición indica la importancia de la relación entre ambos. Dios es el creador del universo y la vida; toda sabiduría emana de Él. Es imposible comprender la posición del hombre en el designio del universo sin tener asombro y reverencia hacia Dios y sumisión a Su voluntad; ciertamente es sólo un punto de partida que llevará el hombre a su verdadera meta." Continúa citando a la Mishná: "Si no existiera la sabiduría, no habría temor a Dios" (Avot 3:21).
El término musar, que significa instrucción, disciplina, enseñanza ética o aflicción, a menudo se relaciona con la sabiduría en la Biblia. En Proverbios 1:2-3, el Rey Salomón dijo: "...Para aprender sabiduría e instrucción, para discernir dichos profundos, para recibir instrucción en sabia conducta, justicia, juicio y equidad..." El rabino Ginsburg dice: "Dada la tendencia natural del hombre en ser negativo, según dice la Torá: 'porque la imaginación del corazón del hombre es malvada desde su juventud' (Génesis 8:21), necesita musar." Cuando tememos a Dios, nos asombramos de Su grandeza, misericordia, salvación y justo juicio. Verdaderamente, Dios puede utilizar las dificultades, la corrección y las aflicciones para traernos a un lugar de sabiduría por medio del temor a Dios.
Valentía - Amatz:
El temor estremece los corazones de cada hombre y mujer en estos tiempos. Es cierto que los titulares noticiosos provocan gran temor y temblor. Por todos lados escuchamos predicciones de desastres. Algunos dicen que otra recesión es inevitable. Otros nos hablan sobre los peligros del globalismo. Yeshúa (Jesús ) nos advirtió sobre guerras y rumores de guerra como precursor del final de los tiempos, y vemos evidencia de eso hoy día. El aumento en la anarquía y la ruina moral asustan aún a los de la fe. Desastres naturales que arrasan con miles de vidas y posesiones a menudo nos llenan de temor. Necesitamos valentía para estos días como nunca antes.
En la Biblia, la palabra hebrea mayormente usada para valentía es amatz, y significa ser fuerte, alerto, audaz, firme, atrevido, sólido y bravo. Varias veces, esa palabra se usa con relación a Josué. Justo antes de que muriera Moisés, éste animó a Josué y los israelitas tres veces con las palabras: "Sean firmes y valientes" (Deut. 31:6, 7, 23). Me parece lógico que cuando los israelitas se pararon a orillas del Río Jordán, se sintieron llenos de temor. Cuando Dios habló a Josué, le dijo dos veces: Sé fuerte y valiente" (Josué 1:6, 9), y también: "Sé fuerte y muy valiente" (1:7). Nuevamente, en Josué 10:25, Josué recordó a los líderes que Dios les había dicho que fuesen fuertes y valientes.
Tener valentía no significa que uno no tiene miedo. Por el contrario, significa que cuando la realidad atemoriza a uno, todavía uno puede ser firme y enfrentar la amenaza. John Wayne, actor americano que jugó la parte de vaquero en muchas películas, una vez dijo: "Valentía es estar muerto de miedo, pero subirse al caballo de cualquier manera." El autor Mark Twain lo definió de esta manera: "Valentía es la resistencia al temor, el dominio del temor, no la carencia de temor."  El periodista húngaro Arthur Koestler dijo: "Valentía es nunca permitir que tus actos sean influenciados por tus temores."
Recuerdo una vez que estuve con un grupo mientras bajábamos los riscos a soga cerca de Qumrán en el Desierto de Judea. Yo estaba amarrada, tenía todo el equipo apropiado, y había visto cómo otros habían descendido el precipicio de 85 metros (279 pies) sin problema alguno. Pero cuando quité mi pie de la repisa y solté mi peso al sostén de las sogas, miré hacia abajo y mis amigos parecían como hormigas. De repente el terror abarrotó mi corazón y me sentí paralizada. No me podía mover hacia arriba ni hacia abajo. Cuando finalmente me di cuenta que la única manera en que podía salir de esa situación era bajando, oré y le pedí a Dios que me ayudara. Con la ayuda de Dios, y con valentía frente al temor, logré bajar y alcanzar mi meta con seguridad.
En el caso de Josué, Dios no tan sólo le dijo que dejara a un lado su miedo y hiciese lo que tenía que hacer. Dios animó a Josué diciendo: "¿No te lo he ordenado Yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.” (Josué 1:9).
En aquel tiempo, como en el presente, se necesitaba mucha valentía debido a las verdaderas amenazas. En tiempos bíblicos, tenían que enfrentar gigantes y ciudades amuralladas durante su conquista de la Tierra. Hoy día, enfrentamos enormes retos y problemas, y raras veces vemos una clara solución. Debemos ser fuertes y valientes, y recordar que Dios está con nosotros. Yeshúa animó a Sus discípulos con estas palabras: "...Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo" (Mat. 28:20b). Como todavía no hemos llegado hasta el fin del mundo, esas palabras me animan grandemente.
 
Fidelidad - Emuná:
Nunca olvidaré una conversación que tuve con el Dr. Bernard Resnikov, quien en ese tiempo era Director Emérito del Comité Judío Americano. Yo lo conocía como Bernie, un anciano amable con una manera increíble de expresarse. Bernie me hablaba sobre la importancia del diálogo entre cristianos y judíos. Supe que participaba en muchas de esas reuniones, e incluso organizaba muchas de ellas.
Mientras hablábamos, me confesó que se sentía un poco curioso por la manera en que los cristianos pensábamos, y a menudo escuchaba cómo hablábamos luego de las reuniones. Me dijo que descubrió, mientras escuchaba una de esas conversaciones, que los cristianos frecuentemente argumentaban sobre la manera en que creíamos en torno a algún tema, como el momento del rapto o si tenemos seguridad de salvación. ¡Me sorprendí que él supiera tanto sobre nuestros desacuerdos!
Sin embargo, Bernie dijo algo que realmente me estremeció. Me dijo que así no ocurría en círculos judíos. Recuerdo que lo contradije diciendo: "Pero a menudo hay discusiones y argumentos sobre todo tipo de tema en Israel. Existe aún un chiste de que si están juntos dos judíos habrá tres opiniones."
Bernie me aseguró que yo no comprendía, y me dio un ejemplo. Dijo: "Si yo leo la Torá y veo que debo guardar la santidad del sábado, y quiero comprender eso mejor, miro alrededor y veo cómo otros guardan el sábado." Bernie me explicó: "Yo no le pregunto a mi amigo sobre cómo cree acerca de ese pasaje, sino sobre cómo lo vive." Luego dijo unas palabras que quedaron para siempre marcadas en mi memoria: "Porque francamente, Becky, si alguien no lo vive, ¿qué me importa cómo cree?"
 
La Fe Produce Fidelidad:
Al haber estudiado un poco de hebreo, comprendí lo que decía el Dr. Resnikov. Como podrá usted ver, la palabra hebrea para fe y fidelidad es la misma: emuná. Esa palabra viene de la raíz emún, y las palabras amén y emán, que significan "confirmación," y haamín, que significa "creer o confiar," todas comparten la misma raíz. También se puede referir a un pacto, convención o tratado con la palabra amaná, que tiene la misma raíz. Básicamente, la idea es que si alguien posee fe, será una persona fiel al pacto. Reflejará el carácter de fidelidad en su vida diaria.
El Diccionario Webster del "Nuevo Mundo" [Webster's New World Dictionary] dice que "fe" es una creencia más allá de la duda, especialmente en Dios o en una religión. Eso sucede cuando una persona confía plenamente en el objeto de su fe. Por otro lado, fidelidad describe la manera en que uno actúa, y las palabras que usa Webster's (en inglés) son lealtad, concientización, precisión y exactitud. Los que tienen fidelidad, según Webster's, son los verdaderos creyentes y seguidores fieles.
Aunque las palabras son muy parecidas, por alguna razón yo había visualizado la fe como una realidad interna que tenía que ver con mi sistema de creencias u opiniones. Y fidelidad, para mí, era un concepto totalmente aparte, que tiene que ver con lo que uno hace. Pero desde que vivo en Israel y he aprendido sobre la Biblia desde la perspectiva hebrea, he comprendido que esas palabras están tan interrelacionadas que es imposible tener la una sin la otra.
Santiago habla sobre ambos conceptos de la fe (una creencia) y la fidelidad (las obras): "¿De qué sirve, hermanos míos, si alguien dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo? Si un hermano o una hermana no tienen ropa y carecen del sustento diario, y uno de ustedes les dice: 'Vayan en paz, caliéntense y sáciense,' pero no les dan lo necesario para su cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta... ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? Ya ves que la fe actuaba juntamente con sus obras, y como resultado de las obras, la fe fue perfeccionada... Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta" (Santiago 2:14-17, 21-22, 26).
Una persona cuya fe no está profundamente arraigada en su corazón frecuentemente no será fiel en su conducta, pero la persona de verdadera fe exhibirá fidelidad en sus acciones. El Dr. G. Douglas Young, fundador de Puentes para la Paz, escribió en el diccionario del cual es autor: "Para llegar a ser cristiano, uno debe creer, tener fe y confianza. Para vivir como un cristiano práctico y activo, uno debe demostrar la fidelidad. Es parte de ese complejo de atributos conocidos como 'el fruto del Espíritu' (Gál. 5:22)."
La Fidelidad Glorifica a Dios:
Yeshúa dijo: "Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a su Padre que está en los cielos" (Mat. 5:16). ¿No es interesante que Yeshúa no dijo que "discutamos sobre nuestras creencias," sino que manifestemos nuestras buenas obras, y eso glorificará a Dios? Yo oro para que usted sea lleno de emuná, para que su corazón y mente sean tan llenos de fe de modo que su vida refleje la fiel compasión de Dios, a quien servimos por medio de sus obras de fidelidad. "...las misericordias del SEÑOR jamás terminan, pues nunca fallan Sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡Grande es Tu fidelidad!" (Lam. 3:22-23).
Amor - Ahavá:
Por ser cristiana, cuando pienso en la palabra "amor," lo primero que viene a mi mente son las palabras de Yeshúa cuando unos escribas le preguntaron: "'¿Cuál mandamiento es el más importante de todos?' Jesús respondió: 'El más importante es: "Escucha, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es; y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza." El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay otro mandamiento mayor que éstos'" (Mar. 12:28-31).
Ese incidente histórico fue típicamente judío. Unos escribas judíos se acercaron a Yeshúa, un líder judío, y le preguntaron sobre los mandamientos (mitzvot), y Yeshúa respondió con una porciones de las Escrituras que son fundamentales para la fe y la práctica judía. Comenzó con la cita del Shemá ("Escucha, oh Israel; el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es") de Deuteronomio 6:4-5, y luego citó a Levítico 19:18. En el relato por Mateo de este evento (22:34-40), Yeshúa continuó diciendo que "de estos dos mandamientos dependen toda la Ley [Torá] y los Profetas [Neviim].” ¿Qué quiso decir Yeshúa? Me parece que si verdaderamente amamos a Dios con toda la intensidad de nuestro corazón, alma, mente y fuerza, entonces decidiremos andar en Sus caminos; y si amamos a nuestro prójimo, no pecaremos contra él.
Pensamiento Judío:
Para comprender la perspectiva judía sobre el amor, veamos lo que algunos autores judíos han dicho sobre el tema. Los rabinos Akiva (segundo siglo) y Hillel (primer siglo) consideraban que el amor hacia nuestro prójimo era el precepto más básico de la Torá. Los autores de My Jewish World dicen: "De ese mandamiento proviene la responsabilidad moral hacia todo ser humano, incluyendo los gentiles." Cuando Rabí Akiva fue asesinado por los romanos, el Talmud dice que calmadamente recitó el Shemá, aunque se encontraba en extrema agonía. Él creía que amar a Dios con toda el alma significaba hacerlo aunque uno perdiera la vida por Dios. Él murió con el Shemá en sus labios.
William Silverman dijo: "Cualquier rabino o maestro del judaísmo en el pasado o presente, si se le pregunta cuál es el principio fundamental del judaísmo, debe responder que es el Shemá y la oración llamada v'ohavto ("y amarás..."). Es importante notar que en el evangelio según San Marcos, Jesús respondió a la pregunta así..." Silverman luego cita el pasaje anterior en Marcos, y añade: "Esa declaración [por Jesús] es consistente con la tradición judía que enseña: el primer y más sagrado mandamiento es el amor a Dios. El segundo es el amor al hombre. Sólo cuando el amor de Dios llena el corazón del hombre, será capaz de elevarse a una comunión divina con el Altísimo. Si alguien tiene el amor de Dios, no necesita nada más."
Uno de los estudiantes del Maggid de Zlotchov (un predicador judío erudito de la dinastía jasídica en Europa oriental) le preguntó respecto a Abraham quien, según el Talmud, guardó todas las leyes. "¿Cómo es eso posible," preguntaron, "si la Torá aún no había sido entregada?" Él respondió: "Todo lo que se requiere es amar a Dios. Si vas a hacer algo, y piensas que podría disminuir tu amor, entonces sabes que es pecado. Si vas a hacer algo, y piensas que aumentará tu amor, entonces sabrás que tu voluntad está en acuerdo con la voluntad de Dios. Eso es lo que hizo Abraham."
Maimónides (filósofo judío del siglo 12) escribió: "'Amarás a tu prójimo como a ti mismo' significa que debes honrarlo como quisieras que te honren a ti. Cualquiera que se gloríe en la humillación de otros no tiene lugar en el mundo por venir." El Rabino Samsón Raphael Hirsch (1808-1888) declaró: "Amar a Dios significa saber que la vida sólo tiene valor a través de Dios. Amamos a Dios cuando amamos la Torá y guardamos sus mandamientos. No debe haber nada más preciado para nosotros que la fidelidad que le debemos a Dios."
El Factor Decisivo:
Juan dijo: "Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor." (1 Jn. 4:7-8). Yeshúa dijo a Sus discípulos que el amor definiría quién es un verdadero seguidor: "Un mandamiento nuevo les doy: ‘que se amen los unos a los otros;’ que como Yo los he amado, así también se amen los unos a los otros. En esto conocerán todos que son Mis discípulos, si se tienen amor los unos a los otros.” (Jn. 13:34-35).
Hoy día, mientras usted enfrenta sus propias dificultades, le animo a que le pida al Señor que le dé una fresca revelación sobre cómo Él quiere que usted viva en medio de esos momentos difíciles. Oro para que sea lleno de sabiduría, valentía, fidelidad y amor, atributos muy necesarios para estos tiempos desafiantes.
Por Rebecca J. Brimmer
Presidenta Internacional y CEO

Comentarios