ANTI-SIONISMO ¿EL NUEVO ANTISEMITISMO?


"Usted declara, amigo mío, que no odia a los judíos,

sino que meramente es 'anti-sionista.' Y yo digo, para que la verdad suene desde la cima de las montañas, para que retumbe por los valles en la tierra verde de Dios: que cuando las personas critican el sionismo, se refieren a los judíos - esa es la verdad de Dios." (Martín Luther King, Jr. "Carta a un Amigo Anti-Sionista", agosto 1967)

"En cada generación, se levantan contra nosotros para destruirnos." (Leído todos los años por los judíos mundialmente en su Hagadá de Pascua del Salmo 83:4).

Cuando yo era estudiante de teología en Sudáfrica, nuestro instituto invitó a un conocido teólogo y predicador alemán de la época llamado Helmut Thielicke. No puedo decir que estaba de acuerdo con todas sus posiciones teológicas, pero en muchos temas él era muy perspicaz. Thielicke era pastor de corazón, y una vez escribió: "Dígame cuánto conoce acerca de los sufrimientos de su semejante, y le diré cuánto lo ha amado." Nunca he olvidado esas palabras, y penetran al corazón de cualquier discusión sobre el antisemitismo y su moderna mutación, el anti-sionismo, como la negación del derecho a la existencia de Israel como estado judío.

El antisemitismo, u odio hacia el judío, ha sido descrito por Irwin Cotler, anterior Fiscal General de Canadá, como "el discrimen, la negación o el ataque contra los derechos de los judíos como miembros equitativos de cualquier sociedad huésped en que habitan." Los autores judíos Dennis Prager y Joseph Telushkin comienzan su clásico estudio Why the Jews? [¿Por qué los Judíos?] con la siguiente declaración: "El odio hacia el judío ha sido el odio más grande de la humanidad. Aunque siempre ha existido odio hacia otros grupos, ningún odio ha sido tan universal, tan profundo o tan permanente como el antisemitismo."

Luego de conocer sobre los horrores del nazismo, era muy inapropiado hablar sobre el odio hacia el pueblo judío. Como lo puso tan claramente el rabino Benjamín Blech: "Ya no estaba de moda atacar al judío por ser judío, ni envilecer a otra religión." Pero trágicamente nada ha cambiado desde entonces. Ese odio de raíz profunda hacia el pueblo judío―que ha sido denominado por muchos como "el odio de mayor duración"―fue recientemente transformado en un "nuevo antisemitismo" después de la Segunda Guerra Mundial.

El Gran Cuadro Espiritual

La profundidad, la extensión y la fealdad del antisemitismo en sus variadas expresiones no pueden ser fácilmente explicadas. Prager y Telushkin concluyen que "antisemitas han odiado a los judíos simplemente por su judaísmo." Específicamente, identifican los cuatro componentes del judaísmo que ofrecen una excusa persuasiva a la gente sobre el antisemitismo: el monoteísmo ético, el sistema de ley judía, el pueblo judío y el ser escogidos por Dios. El rabino Ken Spiro también concluye que la verdadera causa por el antisemitismo es la rebeldía eterna de la humanidad contra los valores que predica el judaísmo.

En una entrevista en abril 2010, Abraham Foxman de la Liga para la Anti-Difamación dijo que un ingrediente principal para el aumento en el antisemitismo, especialmente luego de la Operación Plomo Fundido en Gaza durante el invierno de 2008-09, es el Internet. En mayo, cuatro meses después de la incursión de 23 días, el sitio Web judío Aish.com lanzó una petición titulada: "Detén el Odio hacia Israel por Facebook." Claramente, la incesante propaganda islámica ha sido muy efectiva por medio del mundo cibernético. Según Foxman, "nuestras encuestas demuestran que uno de cada cinco norteamericanos culpan a la comunidad judía por la reciente crisis económica. En Europa, es uno de cada tres."

Todo eso requiere una explicación, lo que nos lleva directamente a la descripción que hizo Yeshúa (Jesús) sobre Satanás el engañador en Juan 8:44, que dice: "...no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira." Satanás odia a Dios, y por lo tanto, odia a Su pueblo escogido, y dirige su veneno contra el pueblo judío.

Pero debemos ir aún más profundamente que eso. En Génesis 17:7-8, leemos las palabras de Dios a Abraham: "Estableceré Mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti, por todas sus generaciones, por pacto eterno, de ser Dios tuyo y de toda tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán como posesión perpetua. Y Yo seré su Dios" (énfasis añadido). Esas declaraciones repetidas en muchos lugares a lo largo de las Escrituras sin lugar a dudas indican que el pueblo judío ha sido elegido por Dios (lo que no es equivalente a la superioridad), quien también les ha dado el derecho bíblico, histórico y moral a la Tierra.

Michael Brown nos recuerda que Satanás desea frustrar los propósitos de Dios y, si fuere posible, desacreditarlo como un Dios que no guarda Su pacto ni es fiel a Su palabra. Satanás hace todo lo posible, a través de agentes humanos desde la época del Faraón hasta los modernos islamistas radicales, por aniquilar al pueblo judío y arrebatar su conexión a la tierra de Israel.

Trágicamente, a través de los siglos, la Iglesia cristiana ha contribuido a la dolorosa historia del antisemitismo, la que continúa asechando a los judíos hasta nuestros días. Los judíos son rechazados por muchos actualmente cuando rechazan sus creencias sionistas. Un documento especialmente virulento llamado "Kairos Palestina" fue publicado en diciembre de 2009 por un grupo de personas en Belén bajo la dirección del anterior Patriarca Latino de Jerusalén, Michel Sabbah. Éste trató de movilizar a las iglesias cristianas mundialmente en una serie de boicots y ataques en un intento por de-legitimar a Israel y hacerlo equivalente a un régimen apartheid.

Odio hacia Israel por su Existencia

Los judíos mundialmente aceptan el sionismo como parte integral del judaísmo. Según el Ministro israelí de Asuntos Extranjeros: "El establecimiento del Estado de Israel [en 1948] fue el cumplimiento de la meta sionista por alcanzar un hogar, legítimamente fundado y reconocido internacionalmente, para el pueblo judío en su histórica tierra ancestral donde los judíos pudiesen estar libres de persecución y capaces de desarrollar sus vidas y su identidad." El sionismo, como movimiento iniciado en 1887 por Teodoro Herzl, un judío secular en Viena, se refiere esencialmente al regreso del pueblo judío a su tierra.

Natan Kellerman, un psicólogo clínico de Israel, escribió en 2005: "Ahora nos odian, no a pesar de que tengamos una tierra, sino porque la tenemos, y por lo que hacemos para vivir en ella y defenderla...Ese odio hacia Israel es profundamente antisemita." Dicho odio se puede describir correctamente como anti-sionismo―la negación del derecho de Israel a existir como estado judío. Cotler cita a Per Ahlmark, Vice-Primer Ministro de Suecia, quien dijo: "En el pasado, los antisemitas más peligrosos eran los que querían un mundo Judenrein, 'libre de judíos.' Hoy día, los antisemitas más peligrosos podrían ser los que quieren un mundo Judenstaatrein, 'libre de un estado judío.'"

Algunos argumentan que el anti-sionismo no es equivalente al antisemitismo, y los anti-sionistas que defienden tal posición alegan que no son motivados por el odio al judío. Pero Dennis Prager y Joseph Telushkin responden diciendo que "las consecuencias del anti-sionismo y antisemitismo hacia el pueblo judío son las mismas."

Es abundantemente claro que el anti-sionismo, abogando por la eliminación del estado de Israel, es inherentemente antisemita. Pierre-André Taguieff escribió lo siguiente en Rising from the Muck [Subiendo del Lodo]: "Mucho de lo cual alegan ser [mera] crítica de Israel y el sionismo resulta ser demonización, y ha provocado un resurgimiento de ataques contra los judíos, y los símbolos judíos, y una creciente aceptación de creencias antisemitas en el discurso público."

¿La Crítica de Israel es Antisemita?

¿Significa que no podemos criticar a Israel y la política del gobierno israelí? Marvin Wilson, en Our Father Abraham [Nuestro Padre Abraham], responde a eso diciendo: "Las personas no son necesariamente antisemitas o anti-sionistas cuando se oponen a cierta política israelí o alguna acción militar. A veces necesitaremos expresar nuestra fuerte desaprobación de alguien que apreciamos profundamente y a quien amamos sobre los demás." Alan Dershowitz, un distinguido abogado y defensor apasionado de Israel, cita positivamente a Thomas Friedman, quien escribió en The New York Times que la crítica de Israel no debe ser confundida con el antisemitismo: "Pero señalando sólo a Israel con desprecio para su sanción internacional―desproporcionadamente sobre cualquiera otra facción en el Medio Oriente―es antisemita, y sería deshonesto si no lo dijéramos."

Los denominados intelectuales que ahora se distinguen por ser "políticamente correctos" imponen un estándar imposiblemente elevado a Israel, mientras permiten un estándar mucho más bajo a cualquier otra nación, y continuamente ignoran los países con historias de tiranía, asesinatos de "honor," genocidios, y muchos otros abusos contra los derechos humanos. Increíblemente, algunas de esas naciones han sido invitadas a formar parte del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Por otro lado, el anti-sionismo es antisemitismo disimulado, y ejemplos de tal antisemitismo van en claro aumento durante años recientes. La Agencia Judía ha informado que hubo más incidentes antisemitas en 2009 que en cualquier año desde la Segunda Guerra Mundial.

Ejemplos de Odio e Intolerancia

En enero de 2010, la pequeña nación de Haití fue devastada por un terremoto que sacudió las vidas de casi 230,000 personas. Un equipo de rescate de la Fuerza de Defensa Israelí estableció un gran hospital temporero con equipo especializado para tratar a niños, ancianos y mujeres parturientas. Pero aún en ese momento, en una nueva variedad de calumnias antiguas, algunos acusaron a Israel de usar la catástrofe en Haití para cosechar órganos humanos. El periódico israelí Haaretz publicó el comentario de un lector en un sitio de Internet pro-palestino que sólo puede ser descrito como odio y prejuicio aberrado: "Pienso que darle crédito a Israel por haber hecho una buena obra en Haití es como ver a un asesino en serie o algún otro psicópata cortar la hierba de una anciana (o hacer alguna otra obra caritativa)." En otras palabras, Israel es incapaz de hacer una obra caritativa desinteresadamente.

El mundo árabe e islámico es el principal usuario de los medios de comunicación para diseminar mentiras y falsedades sobre los "judíos sionistas." La Autoridad Palestina usa programas televisivos de niños para comunicarle a los más impresionables que Israel es tierra "robada." Los estudios televisivos presentan un enorme mapa de "Palestina" que cubre todo Israel, de esa manera negando la propia existencia de Israel.

Una amenaza aún mayor para Israel es el reconocido régimen genocida iraní. Como dice Robert Wistrich, un destacado escritor sobre la historia del antisemitismo: "El antisemitismo islamista está vinculado con la jihad [guerra santa], las redes terroristas internacionales y sus ambiciones globales. Dólares provenientes del petróleo, el culto a la muerte, el sacrificio humano propio y el fervor fanático mesiánico le da una influencia especialmente peligrosa... En Irán, el islamismo radical está ligado con los preparativos para el próximo genocidio intencional (con Israel como el principal blanco)." Natan Sharansky, un previo líder de la revolución soviética y actual político israelí y dirigente de la Agencia Judía en Israel, fue responsable por la publicación de un estudio sobre el control ejercido sobre los medios de comunicación en los países del Medio Oriente árabe e Irán. "Hemos hallado que un malicioso antisemitismo que abiertamente defiende el terrorismo y el genocidio masivo de judíos, sionistas y el Estado de Israel se hace cada vez más común en todo el Medio Oriente árabe."

The Protocols of the Elders of Zion [Los Protocolos de los Ancianos de Sion] es la publicación antisemita más notoria y ampliamente distribuida en tiempos modernos. Sus antiguas mentiras sobre los judíos, que han sido repetidamente desacreditados como una falsedad, continúan circulando actualmente, especialmente por Internet, con la intención de difundir odio hacia el judío como también incitar oposición hacia el estado judío. Incluso, existe amplia evidencia de que la tergiversación y propaganda de los medios de comunicación e Internet efectivamente ciegan a muchos sobre los verdaderos hechos en el Medio Oriente. Se ha comprobado que los "Protocolos" es un antiguo documento fraudulento, pero muchos textos escolares por todo el mundo árabe e islámico todavía enseñan eso como un hecho. Muchos discursos políticos, editoriales de prensa y caricaturas de niños se basan en los "Protocolos." En 2002, la oficial televisión del gobierno egipcio presentó una miniserie basada en los "Protocolos," y Hamás se refiere al documento para justificar su actividad terrorista contra los civiles israelíes. Libros basados en la mencionada publicación todavía abundan por todo el mundo.

El Floreciente Anti-Sionismo Europeo

Por toda Europa (especialmente en el Reino Unido y Francia, pero también países como España, Noruega y Suecia), el antisemitismo de tipo anti-sionista ha ido en aumento. En las mentes de los académicos y reporteros occidentales, el sufrimiento palestino (cuyo propio liderato palestino es responsable de ello por estar dedicado más a la destrucción de Israel que al ideal de la nacionalidad palestina) se combina con el anti-sionismo árabe-musulmán y su revisionismo histórico. Dicha arbitraria revisión de evidencia histórica para ganar ventaja política para el islam, junto con la obsesión izquierdista anti-imperialista, ha contribuido al desarrollo de una narrativa anti-israelí, propagándose como un virus por todos los centros educativos universitarios del occidente.

Estudiantes universitarios judíos enfrentan verdaderos peligros a medida que crece la influencia de las organizaciones musulmanas extremistas en los centros educativos. Sin embargo, ignoran el constante abuso contra los derechos humanos en países como la Arabia Saudita, donde las mujeres sufren severo discrimen y se prohíbe la práctica pública de cualquiera otra religión aparte del islam. También ignoran una ley en Jordania que prohíbe que un judío posea una propiedad.

Manfred Gerstenfeld, director para Asuntos Judíos Globales, señala que los políticos y medios de comunicación europeos han llegado a un extremo en su condena moral de Israel. Se refiere a la "fuerte metamorfosis anti-israelí" en el antisemitismo europeo, y a su "explosivo prejuicio contra Israel." En Europa, como en América, grupos eclesiásticos ahora se unen a los académicos en sus engañosos y frecuentemente antisemitas campañas de boicot, acusando a Israel de ser un estado "apartheid." En junio 2010, la más grande unión de trabajadores en Inglaterra, con dos millones de miembros, votó unánimemente para boicotear todas las mercancías y los servicios israelíes, describiendo a Israel como "un estado terroristas más allá del apartheid" y con "una política de limpieza étnica."

El año 2009 cerró con una Marcha de Libertad para Gaza que recibió la atención de la prensa mundial. Los organizadores compararon el trato israelí de los palestinos con el trato que recibieron los judíos bajo el gobierno nazi. El evento fue un clásico ejemplo de verborrea demonizando tanto a los israelíes como los judíos, comparando a Israel con el estado nazi. Y tras la Semana de Apartheid Israelí en marzo de 2010 se podía percibir la típica agenda anti-sionista―la total eliminación del estado judío.

Señalamiento Único de Israel

La Conferencia Mundial sobre el Racismo en Durban durante 2001, convocado por las Naciones Unidas, se convirtió esencialmente en una conferencia racista contra el pueblo judío, señalando únicamente a Israel de entre 192 miembros de la ONU para acusar a Israel de racismo contra los palestinos. En diciembre de 2001, Anne Bayefsky, editora de Eye on the UN [Ojo en la ONU], escribió respecto a los objetivos de la conferencia de seis días en Durban y el foro donde las organizaciones no-gubernamentales escupieron su veneno contra Israel. Publicaron comunes, pero viles, caricaturas de judíos especialmente virulentos: "Vestigios de referencia al antisemitismo y el Holocausto en que Israel era victimizado fueron sistemáticamente removidos y sustituidos por los palestinos como víctimas bajo la opresión racista y nazi."

La apertura a la Conferencia Evaluativa de Durban (Durban II) de las Naciones Unidas realizada en Ginebra en abril de 2009 fue celebrada por el mayor negador del Holocausto y presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad. Dijo: "La palabra sionismo personifica el racismo que falsamente recurre a la religión, y abusa de sentimientos religiosos, para esconder su rostro de odio y fealdad." Más aún, según un informe por Ojo en la ONU, "el documento final de Durban II 'reafirma' la Declaración y el Programa de Acción de Durban 2001, que señala únicamente al estado de Israel y alega que los palestinos son víctimas del racismo israelí."

Vigilancia de las Naciones Unidas, una organización no-gubernamental cuyo mandato es vigilar las acciones de la ONU según la medida de sus propios estatutos, declara: "Un extranjero que observara los debates de las Naciones Unidas, que leyera sus resoluciones y que caminara por sus pasillos muy bien pudiera concluir que el principal propósito del cuerpo mundial es censurar a un pequeño país llamado Israel" y "hacerlo de manera injusta, selectiva, masiva, a veces exclusiva y siempre obsesiva."

Tal demonización de Israel fue evidente en la casi general crítica de Israel durante y después de que realizara dos operaciones en defensa de su pueblo. Una fue la Operación Plomo Fundido en diciembre de 2008 hasta enero de 2009, lanzada para detener la descarga de cohetes y misiles disparados desde Gaza contra Israel. La segunda fue la funesta flotilla a Gaza en mayo de 2010 cuando Israel reaccionó al "incitamiento" contra el estado judío. Israel luego lanzó una masiva campaña de relaciones públicas para evidenciar que los soldados de la Fuerza de Defensa Israelí que abordaron el barco eran simples víctimas de violencia premeditada.

Ralph Peters, un destacado analista estratégico escribiendo en el New York Post, relaciona una reciente tendencia de abandonar a Israel con el documento de Mearsheimer y Walt. Su conclusión fue: "Los recientes ataques contra Israel [en mayo 2010] que se disfrazan como análisis sobrios, en resumidas cuentas, reflejan la antigua pregunta antisemita: '¿No estaríamos mejor sin esos judíos?'" A la cual Peters declara sin titubear que "no."

Todos estos incidentes son realmente difíciles de creer. Israel es la única democracia en el Medio Oriente, dedicado a defender los derechos civiles y la participación árabe en su gobierno. No obstante, Israel es señalado como el único régimen genocida de apartheid cuya política es comparada con la del régimen nazi. Nada de eso hace sentido a menos que uno lo interprete desde la perspectiva espiritual discutida anteriormente.

Como Resultado

Natan Sharansky, escribiendo sobre el resurgimiento de la actividad antisemita en el mundo democrático, ofrece su clásica prueba de "tres dimensiones" para que podamos distinguir la legítima crítica de Israel del verdadero antisemitismo. Anti-sionismo, en su actual expresión mundial, trágicamente fracasa en las tres pruebas: demonización, cuando las acciones de Israel son examinadas en proporciones fuera de todo sentido; estándares dobles, cuando Israel es el único señalado y criticado; y de-legitimación, cuando el derecho a la existencia de Israel es denegado.

Wistrich escribe: "El anti-sionismo se ha convertido en el más peligroso y efectivo modo de antisemitismo en nuestros tiempos, a través de su de-legitimación, difamación y demonización de Israel...El denominador común del nuevo anti-sionismo es el esfuerzo sistemático de criminalizar a Israel, y la conducta judía, de modo que no alcance el nivel aceptable de una conducta civilizada."

Prager y Telushkin reducen el debate a sus elementos esenciales cuando declaran: "El anti-sionismo y el antisemitismo forzarían a los judíos para que carezcan de hogar, sufran y mueran. Y eso es todo lo que tienen que saber de ellos." Prager y Telushkin declaran que los que crean que pueden negar la existencia del pueblo judío y abogar por la eliminación del estado judío sin ser antisemita se auto engañan voluntariamente."

Yo añado que debemos incluir la vital dimensión espiritual de la obra engañosa de Satanás en la ecuación. El nivel de maldad inherente en el moderno anti-sionismo finalmente requiere una explicación sobrenatural. Sin duda, el anti-sionismo es una forma virulenta de antisemitismo.

Por Keith Buxton
Director Nacional en Australia

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