Dios es amor

Para conocer al Dios verdadero, es necesario conocer su personalidad. En este día de plan vamos a reflexionar sobre una de sus más grandes cualidades: Dios es amor.

Dios te ama. Eres su creación más valiosa, y aun cuando le dimos la espalda, cuando el pecado inundó a la humanidad, cuando preferimos la oscuridad antes que la luz, su amor no se apagó. Al contrario, sobreabundó su amor en medio de nuestra condición.

Por ese amor, Dios envió a su Hijo Jesús; Él mismo se hizo hombre para venir a morir por nosotros, para perdonar nuestros pecados y vencer la muerte, de manera que un día también nosotros podamos vencerla y estar con Él por la eternidad.

Esta es nuestra verdadera historia de amor: algo que ningún ser humano podría hacer por ti. Y Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Quizá te han herido con promesas falsas, amistades pasajeras o amores que se desvanecen; pero el Dios verdadero nunca falla a su palabra.

Muchas personas se decepcionan de Dios porque solo quieren escuchar la parte que les conviene. No se quedan para conocer toda la historia. Dios se preocupa por ti, te conoce plenamente, pero son pocos los que se preocupan por corresponderle: buscándolo, conociéndolo y amándolo de verdad.

El problema es que algunos, al saber que Dios nos ama incondicionalmente, piensan que pueden moldearlo a su antojo, como si fuera un padre permisivo que consiente todo. Pero tarde o temprano chocan con la verdad: Dios no es manipulable. Él es Santo, puro, inmutable, y su amor por ti también lo es.

Fuente: YouVersion