Los Beneficios de Trabajar con Dios


En mi carrera, he iniciado algunos negocios sin Dios y otros contando con Dios. Es decir, en algunos casos determiné qué tipo de negocio iniciar y manejé todos los detalles por mi cuenta, sin consultar a Dios. Para otros, me tomé el tiempo para orar, buscando la sabiduría y dirección de Dios, junto con Su dirección, para manejar todos los detalles que son tan esenciales para lanzar un nuevo negocio y encaminarlo hacia el éxito.

Descubrí que la diferencia es como intentar correr una carrera con fuertes vientos y tormentas en la cara en lugar de correr el evento con el viento a favor. En otras palabras, puedes intentar hacerlo de la manera más difícil o hacerlo de la manera (comparativamente) fácil. Iniciar una nueva empresa nunca es sencillo, pero aprovechar la infinita sabiduría, guía y provisión de Dios definitivamente ayuda a superar los obstáculos inevitables.

 Al considerar iniciar un negocio, es fundamental que recordemos un principio importante: Dios es dueño de todo. Como nos informa 1 Crónicas 29:11: “Tuyos, oh SEÑOR, son la grandeza, el poder, la gloria, la victoria y la majestad. Todo lo que hay en los cielos y en la tierra es tuyo, oh SEÑOR, y este es tu reino. Te adoramos como el que está por sobre todas las cosas”.

Medita en eso por unos momentos. Otro versículo de las Escrituras, Salmo 24:1, declara: “La tierra es del SEÑOR y todo lo que hay en ella; el mundo y todos sus habitantes le pertenecen.”. Ambos pasajes indican que Dios es quien está a cargo. Tiene control sobre todo el universo, grande y pequeño, y eso incluye nuestros negocios. Intentar construir algo en contra de los deseos de Dios o contrario a Su plan es un ejercicio de necedad.

Podemos mirar muchos ejemplos de emprendedores y líderes empresariales innovadores que sabiamente eligieron comprometer sus negocios con Dios desde el principio. Una fue la cadena de restaurantes Chick-fil-A, fundada por Truett Cathy, quien comenzó con un solo restaurante y vio crecer su empresa hasta llegar a tener miles de tiendas en todo Estados Unidos. No sólo dedicó el negocio al Señor, sino que también tomó la inusual decisión de cerrar los restaurantes todos los domingos, sin excepciones.

Antes de su muerte, Cathy dijo sobre su empresa: “No es necesario ser cristiano para trabajar en Chick-fil-A, pero le pedimos que base su negocio en principios bíblicos porque funcionan. Me resentiría si accionistas que no conocen el negocio intentaran decirme qué hacer”.

Un día, hablando ante una gran multitud, Jesucristo les dijo: “Supongamos que uno de ustedes quiere construir una torre. ¿No se sentará primero y calculará el costo para ver si tiene suficiente dinero para terminarlo? Porque si pone los cimientos y no puede terminarlo, todos los que lo vean se burlarán de él, diciendo: Este comenzó a edificar y no pudo terminarlo” (Lucas 14:28-30).

En última instancia, Jesús estaba hablando del costo de ser su seguidor: “Si alguno quiere venir en pos de mí, debe negarse a sí mismo, tomar su cruz cada día y seguirme” (Lucas 9:23). Sin embargo, este es un principio que se aplica al iniciar un negocio: debemos elegir la base correcta sobre la cual construir.

Antes de lanzar un nuevo negocio, debemos tomarnos un tiempo para orar y buscar la voluntad de Dios. Si estamos trabajando con y sobre el plan de Dios, Él afirmará nuestro trabajo. Si ya has iniciado un emprendimiento sin incluir al Señor en la ecuación, deberías reconsiderarlo, más temprano que tarde.

Por Rick Boxx -  MANÁ DEL LUNES es una edición semanal de CBMC INTERNATIONAL, una organización evangélica sin objetivos de ganancia, ni filiación denominacional, fundada en 1930, con el propósito de presentar Jesucristo como Señor y Salvador en la comunidad de negocios e profesional. © 2024 DERECHOS RESERVADOS PARA CBMC BRASIL

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