Enfrentar las Sombras de la Vida Cotidiana
Como agente de seguros, trato con la muerte
más que muchas personas. En el apogeo de COVID-19, cuatro de mis clientes
sucumbieron al virus y 12 murieron a causa de otras enfermedades. Algunos
murieron inesperadamente, mientras que otros sufrieron enfermedades crónicas.
Enfrentar la sombra siniestra de la muerte
nunca es fácil. Un pasaje de la Biblia que se usa a menudo en los servicios
conmemorativos es el Salmo 23, un salmo de David. En un principio, memoricé
esos seis versículos cuando era niño y los encontré maravillosamente
alentadores durante toda mi vida mientras enfrentaba la adversidad,
especialmente al pasar por el «valle de sombra de muerte» descrito en el cuarto
versículo del salmo.
El versículo dice: «Aunque ande en valle
de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y
tu cayado me infundirán aliento» [RVR]. Este salmo presenta Jesús, el Buen
Pastor, que no permitirá que aquellas ovejas que le siguen sean perjudicadas
por el enemigo… por el maligno.
Para aquellos que seguimos a Jesucristo, se
nos asegura que la «sombra de muerte» es solo eso, simplemente una sombra.
Cuando era niño, a menudo tenía miedo de las sombras, pero superé mi miedo a la
oscuridad al darme cuenta de que las sombras no pueden hacernos daño, las
sombras son inofensivas. Esto es cierto, tanto en los negocios, como en
cualquier otra área de la vida.
Las sombras no son más que la ausencia de
luz. Esto es lo que el apóstol Juan afirma en Juan 1:1-5: «En el principio
era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el
principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo
que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron
contra ella».
Ha habido oscuridad en este mundo desde que
Adán y Eva comieron del fruto prohibido en el Jardín del Edén. Esa oscuridad
permanecerá hasta que Jesús regrese triunfalmente. Mientras tanto, debemos
enfrentarnos a ciertas sombras que se infiltran en nuestras vidas. Pero esa no
es razón para temer la oscuridad que parecen crear. He enfrentado momentos
extremadamente oscuros en mi pasado, pero nunca perdí la seguridad de que Dios
me vería a través del valle de sombra de muerte. Tal vez te puedas identificar
conmigo.
Nuestro enemigo
espiritual intentará de muchas maneras hacernos perder la esperanza. Sin
embargo, de alguna manera, esos momentos oscuros se convierten en una prueba y
una oportunidad para acercarnos a Dios y Su luz, que ciertamente eliminará toda
oscuridad. Como insta Santiago 1:2-3: «Hermanos míos, tened por sumo gozo
cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe
produce paciencia» [RVR].
Algunas personas permanecen constantemente
en la oscuridad mientras luchan con el control de pecados y adicciones. Sin
embargo, la mayoría de nosotros, ocasionalmente experimentaremos momentos más
oscuros. Pero incluso un breve lapso en medio de la oscuridad puede hacernos
sentir que hemos perdido toda esperanza. El versículo final del Salmo 23 dice: «Ciertamente
tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida, y en la
casa del Señor viviré por siempre» [NTV]. Me tomó 40 años darme
cuenta de que Dios mismo quería que yo estuviera allí. Ahora proclamo con
alegría mi intención de permanecer en Sus brazos protectores eternos por el
resto de mis días aquí en la tierra.
Si quieres permanecer en la luz, tú también
debes recibir a Jesús en tu corazón y pedirle que haga un cambio de imagen
total, transformándote en un hijo muy especial del Rey, llevándote de la
oscuridad a la luz.
Por Jim Langley - MANÁ DEL LUNES es una edición
semanal de CBMC INTERNATIONAL
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