Comenzando un Negocio a la Manera de Dios (Parte 2)
La entrega pasada comenzamos a explorar los
principios bíblicos para iniciar un negocio. En esta edición de Maná del lunes,
veremos tres principios adicionales. El cuarto principio que sugiero es: «¿Qué
proporcionaré a los clientes que nadie más les da?».
Un amigo me estaba describiendo cómo veía
su nicho en la provisión de planes de jubilación para organizaciones
cristianas. Su firma se ha especializado en desarrollar opciones de inversión
para sus clientes que no toman en cuenta aquellas oportunidades que no están
alineadas con los valores bíblicos. Tomó un producto que muchas empresas
necesitan y le agregó alternativas bíblicamente responsables que muchos
cristianos preferirían.
Romanos 12:6 enseña: «Dios, en su
gracia, nos ha dado dones diferentes para hacer bien determinadas cosas. Por lo
tanto, si Dios te dio la capacidad de profetizar, habla con toda la fe que Dios
te haya concedido». Así como Dios te ha dado dones únicos, también tiene un
plan único para tu negocio. Descubre esos dones y utilízalos para crear un
nicho para tu negocio.
Cuando era banquero, me reuní con cientos
de empresarios. No era raro que cuando les preguntaba cuánto necesitaban para
financiar su nuevo negocio, escuchar: «¿Cuánto me van a dar?». Por lo general,
esto significaba que no tenían ningún plan o que no se habían tomado el tiempo
necesario para formular completamente un plan de negocios.
Kent, sin embargo, era diferente. Sabía
exactamente cuánto iba a costar construir su negocio de manufactura, cuándo iba
a contratar personal y cuánto quería pedir prestado. El plan que me presentó,
como su prestamista, me dio la confianza de que podría tener éxito, y así fue.
Proverbios 21:5 enseña: «Los planes bien
pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a
la carrera conducen a la pobreza». Esto lleva al principio 5: «Si estás
iniciando un nuevo negocio, desarrolla un plan que responda a las preguntas:
“¿Cómo se financiará?, ¿cómo contratará personal?, ¿cómo se edificará y
mantendrá con rumbo?”».
En mi experiencia, la paciencia no parece
ser una virtud para muchos aspirantes a emprendedores. Una vez que tienen una
idea para lanzar un nuevo negocio, a menudo quieren comenzar ya, aunque no
hayan considerado el momento óptimo para arrancar, y aún no hayan organizado la
financiación necesaria para que sea rentable.
A veces Dios nos da una idea por adelantado para que podamos ahorrar y
prepararnos para el futuro lanzamiento. Cuando intentamos acortar este proceso,
generalmente resulta en un negocio con fondos insuficientes o en conformarse
con una ubicación menos que deseable. Lamentaciones 3:25 afirma la sabiduría de
esperar pacientemente en Dios, tanto por Su tiempo perfecto como por Su
provisión suficiente. Enseña: «Es bueno el Señor con quienes le buscan, con
quienes en él esperan» [RVC].
Al iniciar un nuevo negocio, sigue el
principio 6 al estar preparado para responder la pregunta: «¿Cuándo y dónde
tendrá lugar esto?». Ten cuidado de no adelantarte a Dios en el proceso. Esto
te permitirá evitar riesgos considerables, tanto para ti como para la puesta en
marcha de tu empresa.
Por Rick Boxx - MANÁ DEL LUNES es una edición semanal de CBMC
INTERNATIONAL
Comentarios
Publicar un comentario