¿Atrapado en la Espiral de la Negatividad?
Una legendaria canción de Albert King,
decía: «Si no fuera por la mala suerte, no tendría suerte en absoluto». En
estos días, podríamos hacer una observación similar de que, si no fuera por las
malas noticias, no tendríamos noticias. No necesitamos que nos recuerden la
negatividad generada por la pandemia mundial. Los medios de comunicación
parecen deleitarse con los informes de muertes debido a la COVID-19, junto con
los innumerables casos de personas hospitalizadas por el virus.
Pero esa no ha sido la única causa del
ambiente negativo en el que vivimos. En muchas partes del mundo ha reinado la
agitación económica. La escasez de suministros de bienes nos ha frustrado a
muchos de nosotros. Los conflictos bélicos han creado una gran ansiedad. La
violencia va en aumento, al igual que los suicidios, el abuso de drogas y los
conflictos domésticos. Y la lista continúa…
Es grande la tentación de caer en una gran
desesperación, con el constante aluvión de malas noticias haciéndonos creer que
toda esperanza se ha ido. Y esta tentación no nos ofrece ningún resultado
positivo. Entonces, ¿cómo podemos evitarla?
El consultor de liderazgo Tim Kight vio
recientemente algo que aplica directamente a esta pregunta. Él dijo: «Si te
obsesionas con lo negativo, simplemente alimentas tu frustración o miedo, lo
que te lleva a tomar malas decisiones, lo que hace que estés aún más ansioso,
enojado o asustado. Es una "espiral fatal". Presiona pausa e
interrúmpelo. Redirige tu enfoque de lo negativo hacia lo productivo».
¿Te has quedado atrapado en una espiral de
negatividad, o como lo llama Kight, la «espiral fatal»? Nos ha afectado a todos
hasta cierto punto, pero hay maneras de evitar concentrarnos en el flujo
interminable de malas noticias. Encontramos buenos consejos en la Biblia:
1. Desarrolla una mentalidad saludable. Podemos dejar que nuestras mentes se consuman por el flujo continuo de
malas noticias e información, o podemos tomar la decisión consciente de
enfocarnos en cosas más positivas y productivas. «No imiten las conductas ni
las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en
personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a
conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y
perfecta» [Romanos 12:2 NTV].
2. Concéntrate en cosas positivas y edificantes. Se ha dicho que no puedes evitar que los pájaros vuelen sobre tu
cabeza, pero puedes evitar que construyan un nido en tu cabello. «Por
último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo
lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin,
todo lo que sea excelente o merezca elogio» [Filipenses 4:8 NTV].
3. Niégate a insistir en ideas malas y negativas. Vivimos en la era de la información y gran parte de la información que
vemos y escuchamos puede ser destructiva en lugar de útil y edificante. Podemos
elegir dejar de lado pensamientos e ideas contraproducentes. «Examínenlo
todo; retengan lo bueno. Absténganse de toda especie de mal» [1 Tesalonicenses
5:21-22 RVC].
4. Elige la fe en lugar de la duda. Incluso cuando las circunstancias parecen sombrías, confiar en Dios
puede llevarnos a la esperanza, un sentido de expectativa sincera y seguridad
confiada frente al desánimo. «Es, pues, la fe la certeza de lo que se
espera, la convicción de lo que no se ve» [Hebreos 11:1 RVR].
Robert J. Tamasy - MANÁ DEL
LUNES es una edición semanal de CBMC INTERNATIONAL
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