La Resiliencia Es la Nueva Estrategia

Un artículo de la revista Fortune escrito por expertos de negocios afirma: «Muchas empresas necesitarán redefinir sus prioridades, haciendo que la resiliencia sea tan relevante para el pensamiento estratégico como el costo y la eficiencia». El cambio siempre ha sido un factor en la planificación empresarial, pero nunca más que en los últimos años.

En gran medida, debido a la pandemia global, la resiliencia se está abriendo camino a la cima de la lista de prioridades en los planes estratégicos para muchas empresas en todo el orbe. Se ha convertido en una capacidad de recuperación que requiere un nivel de flexibilidad mayor que el que la mayoría de las empresas han necesitado en décadas pasadas.

Aunque hay un sinnúmero de factores involucrados, muchos de ellos están relacionados con la pandemia y sus muchas consecuencias: cierre de negocios y capacidades de servicio reducidas, escasez de personas dispuestas o capaces de trabajar, costos crecientes, escasez de suministro, cambios gubernamentales frecuentes, empleados obligados a realizar su trabajo desde sus hogares en lugar de hacerlo desde sus oficinas tradicionales, son solo algunos de los cambios con los que los dueños de negocios, ejecutivos y gerentes han tenido que lidiar en los últimos meses.

El impacto de todo esto se ha extendido más allá de la realización de procedimientos y prácticas estándar. Estos cambios dramáticos también han creado sentimientos de aflicción, perplejidad y ánimos aplastados. Siempre se ha tenido en cuenta la salud física de los empleados; ahora también debe tenerse en cuenta su salud mental y emocional. Es comprensible que muchos administradores estén pensando: «No nos enseñaron esto en la escuela de negocios».

Con todos estos cambios, junto con la probabilidad de que haya más por venir, está claro que la resiliencia será un factor determinante e importante para el éxito o el fracaso. Muchas empresas han sufrido un duro golpe. Han sido abatidas, sorprendidas por circunstancias fuera de su control. Pero en lugar de caer en el desánimo y la desesperación, podemos considerar estos tiempos como oportunidades para reconstruir, reestructurar e incluso reinventar. Y centrarse en la resiliencia.

Siempre que siento la necesidad de encontrar esperanza y aliento, me gusta recurrir a la Biblia en busca de su sabiduría eterna y sus principios prácticos. Aquí pongo tan sólo dos ejemplos:

1. Cuando estés derrumbado, levántate de nuevo. A veces, la clave del éxito es negarnos a estar en el suelo, determinándonos a no aceptar nunca el fracaso. Al escribir a los seguidores de Jesucristo en la antigua Corinto, el apóstol Pablo dijo: «Por todos lados nos presionan las dificultades, pero no nos aplastan. Estamos perplejos pero no caemos en la desesperación. Somos perseguidos pero nunca abandonados por Dios. Somos derribados, pero no destruidos» [2 Corintios 4:8-9 NTV].

2. Afronta los desafíos con fe y esperanza. Un amigo mío tiene este letrero en su casa: «La vida no se trata de esperar a que pase la tormenta... se trata de aprender a bailar bajo la lluvia». Esto muestra resiliencia. Como advierte Santiago 1:2-4: «Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada».

Por Rick Boxx - MANÁ DEL LUNES es una edición semanal de CBMC INTERNATIONAL

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