Las Personas Son: ¿Problemas o Posibilidades?
«Los negocios serían mucho más fáciles,
si no fuera por las personas». ¿Alguna vez has escuchado esto o has pensado en
algo parecido? Si es así, no está solo, porque la gran mayoría de los problemas
que encontramos en la vida y el trabajo tienen algo que ver con las personas.
Sin embargo, eliminar a las personas obviamente no es opción, ¿y por qué
querríamos hacerlo?
El autor y ejecutivo de negocios Max
DePree escribió: «Las personas son el corazón y el alma de todo lo que cuenta.
Sin gente, no hay necesidad de líderes. Los líderes pueden decidir preocuparse
principalmente por los ingresos... o pueden ir más allá y aprovechar la
oportunidad de dejar un legado que proporcione un mayor significado, más
desafíos y más alegría en las vidas de aquellos a quienes los líderes
capacitan».
Una empresa puede estar enfocada en
productos, pero requiere que las personas diseñen y fabriquen esos productos.
Si una empresa se especializa en servicios, también requiere que las personas
los proporcionen. Cada una de las personas con las que trabajamos todos los
días es única, con fortalezas y debilidades, personalidades y peculiaridades
distintivas, pero no podríamos hacer nada sin ellas.
Como dijo DePree, en lugar de quejarnos
de los problemas que las personas pueden presentar, sería prudente considerar
constantemente cómo podemos aprovechar las oportunidades para dejar un legado
perdurable a través de ellos. Al ayudarlos a descubrir un mayor significado y
alegría en sus vidas a través de su trabajo, podemos marcar una diferencia
profunda, no solo en sus vidas, sino también en las vidas de todos los que los
rodean.
¿Cómo podemos hacer eso? ¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestro
enfoque principal esté en las personas con las que trabajamos y de quienes
tenemos responsabilidad? La Biblia nos da algunos principios sólidos a seguir:
1. Manténganse atentos. Así como un granjero diligente busca proteger el bienestar de los
animales que generan su sustento, los que tienen autoridad deben permanecer
alerta sobre cómo les está yendo a las personas de su personal. «Mantente al
tanto del estado de tus rebaños y entrégate de lleno al cuidado de tus ganados,
porque las riquezas no duran para siempre, y tal vez la corona no pase a la
próxima generación. Cuando se haya cosechado el heno y aparezca la nueva
cosecha y se recojan las hierbas de los montes, tus ovejas proveerán la lana
para vestirte, y tus cabras servirán para comprar un campo. Y tendrás
suficiente leche de cabra para ti, para tu familia y para tus criadas» [Proverbios
27:23-27 NTV].
Trata a los demás como te gustaría que
te trataran. Puedes preguntarte: «¿Cómo debo dirigir a los demás?», Pero una
mejor pregunta podría ser: «¿Cómo quisiera que ellos me dirigieran, si
tuviéramos que cambiar de lugar?» «Traten a los demás como les gustaría que
los demás los trataran a ustedes» [Lucas 6:31 TLA].
2. Pon a las personas primero. Podemos fácilmente consumirnos por metas y objetivos, por el «resultado
final». Pero para que los trabajadores se desempeñen al máximo, deben saber que
se les cuida y se les valora. «No hagan nada por egoísmo o vanidad; más
bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.
Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los
intereses de los demás» [Filipenses 2:3-4 NVI].
3. Dé el ejemplo sirviendo. En muchos entornos laborales, se espera que el personal sirva al
«jefe», pero uno de los mayores factores de motivación es demostrar que el que
tiene la autoridad está dispuesto a servir a quienes trabajan para él. «Yo,
el Hijo del hombre, lo hago así. No vine a este mundo para que me sirvan, sino
para servir a los demás. Vine para dar mi vida por la salvación de muchos»
[Mateo 20:28 TLA].
Por Robert J. Tamasy - MANÁ DEL LUNES es una edición semanal de CBMC INTERNATIONAL
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