Si Necesitas un Barco, ¿Por Qué No Constuir Uno?
Hay personas a quienes les gusta soñar.
«¡Si tan solo tuviera la oportunidad de demostrar lo que puedo hacer!»,
piensan. Otros hablan de lo que lograrán cuando «llegue su barco». Hablamos de
personas que obtienen su gran oportunidad cuando «la oportunidad toca a su
puerta». Pero ¿y si, cuando llega la oportunidad, estamos tomando una siesta?
¿Sacando la basura? ¿O haciendo algún pasatiempo?
No sé quién lo dijo, pero hace poco leí
un comentario realmente perspicaz. ¿Recuerdas a Noé, el hombre de Génesis 6 a
quien Dios asignó la responsabilidad de construir un arca enorme para proteger
a su familia y a animales representativos de un diluvio inminente? Bueno, como
señaló el observador: «Noé no esperó a que llegara su barco; construyó uno».
Vivimos en una época en la que un número
cada vez mayor de personas están atentos a una comida gratis, educación también
gratuita y una gran cantidad de beneficios y servicios que no se han ganado.
Básicamente, están esperando que alguien más haga el trabajo duro, para
proporcionar los recursos de los que no están dispuestos a hacer el esfuerzo
necesario para producir. Esperan ganar la lotería, sin siquiera tomarse la
molestia de comprar un boleto.
Cuando joven, mis padres me mimaron y
carecía de ética laboral. Afortunadamente tuve un tío que, amable pero
firmemente, me enseñó que si vas a tener éxito en algo tendrás que trabajar
para lograrlo. Después de convertirme en un seguidor de Jesucristo, oré para
que Dios bendijera mi carrera, pero entendí que Él esperaba que yo también
hiciera mi parte. El resultado fue que aprendí, finalmente, que Dios «tiene
poder para hacer mucho más de lo que le pedimos. ¡Ni siquiera podemos imaginar
lo que Dios puede hacer para ayudarnos con su poder!» [Efesios 3:20 TLA].
Piensa nuevamente en Noé por un momento.
Los eruditos bíblicos nos dicen que, según el pasaje, aún no había llovido
sobre la tierra hasta ese momento. Entonces, cuando Dios le informó a Noé que
no solo iba a llover, sino que también inundaría toda la tierra, el aspirante a
constructor del arca probablemente estaba un poco perplejo. Pero Noé hizo lo
que se le ordenó, construyendo un barco de inmenso tamaño, totalmente
empoderado y dirigido por el Señor. Puede que no se nos pida que construyamos
un arca, pero es probable que Dios nos pida que hagamos algo igualmente
formidable. La pregunta es: ¿Estamos dispuestos a hacer el trabajo?
La Biblia enseña mucho acerca de la
importancia del trabajo arduo, especialmente cuando se persiguen metas y
propósitos bien definidos. Estos son algunos de los principios que ofrece:
1. Las metas requieren más que soñar. Muchos de nosotros tenemos grandes aspiraciones, cosas que nos gustaría
lograr. Pero las ilusiones y las esperanzas no son suficientes para convertir
nuestros sueños en realidad. «El que se esfuerza en su trabajo tiene comida
en abundancia, pero el que persigue fantasías no tiene sentido común»
[Proverbios 12:11 NTV].
2. La acción siempre habla más fuerte
que las palabras. «Hablar es barato», nos recuerda el
dicho, pero el costo real viene en el cumplimiento de nuestras buenas
intenciones. Escribir metas siempre es una buena idea, pero formular un plan
medible, específico, sujeto a tiempo, alcanzable y significativo, es mucho
mejor. «El trabajo trae ganancias, ¡pero el solo hablar lleva a la pobreza!»
[Proverbios 14:23 NTV].
3. Los esfuerzos a medias difícilmente
llevan al éxito. Un día, mi amigo Gary Highfield se dio
cuenta de que su «deseo» de una vida mejor para su familia, tenía que
convertirse en un «tengo que hacer algo», moldeado por una variedad de esfuerzos
para transformarse en un trabajador más valioso. Su labor dio frutos, e incluso
escribió un libro: When ‘Want To’ becomes ‘Have To’ (Cuando ‘Quiero’
se convierte en ‘Tengo que’), que inspira a muchos jóvenes de hoy. «Y
todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no como para la
gente, porque ya saben que el Señor les dará la herencia como recompensa, pues
ustedes sirven a Cristo el Señor» [Colosenses 3:23-24 RVC].
Robert J. Tamasy - MANÁ DEL LUNES es una edición semanal de CBMC INTERNATIONAL
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