Superar el Temor de Estar Fuera de la Zona de Confort
Hace
algún tiempo escribí sobre los beneficios y las limitaciones de vivir y
trabajar en la «zona de confort», que son esas áreas que nos resultan cómodas y
familiares. Encontramos seguridad allí, pero permanecer en ese lugar puede
inhibir nuestro desarrollo personal y profesional. Entonces, ¿por qué nos
quedamos atorados? Creo que se debe a lo que podríamos llamar «la zona del
miedo».
Cuando
tomamos la importante decisión de abandonar la zona de confort, nos encontramos
entrando en un reino desconocido y no probado, caracterizado por una falta de
confianza en nosotros mismos. Temerosos de desafíos a los que nunca hemos
enfrentado antes, podríamos sentirnos abrumados e influenciados por las
opiniones de los demás. En lugar de aventurarnos audazmente en lo desconocido,
nos refugiamos en excusas.
El
miedo no es necesariamente malo. Nos pone en alerta, la adrenalina surge dentro
de nosotros y nos preparara para las amenazas que nos rodean. Pero el miedo
también puede paralizarnos y evitar que tomemos decisiones, incluso positivas
para el crecimiento y el avance profesional. Con los años he aprendido que esta
es la estrategia del enemigo de nuestras almas, Satanás, como nos advierten las
Escrituras. Se nos dice que «¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el
diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar»
[1 Pedro 5:8 NTV]. Al paralizarnos el miedo nos puede convertir en presas
fáciles.
Hay
muchos tipos de miedo: miedo a equivocarse, miedo a no tomar la decisión correcta,
miedo a lo que otros puedan pensar, miedo a lo desconocido. Esto recuerda al
pueblo de Israel después de haber sido liberado de la esclavitud en Egipto. A
pesar de la adversidad que habían dejado atrás, todavía representaba una «zona
de confort» para ellos: lo conocido y lo familiar. La incomodidad con lo
desconocido se convirtió en temor. Así que comenzaron a pensar: «No estuvo tan
mal allá atrás». Querían darse por vencidos y regresar, para volver a las
«cebollas y ajos» de Egipto. Sorprendentemente, concluyeron que morir en la
nación que lo hizo esclavos sería mejor que sobrevivir en el desierto.
La
ansiedad ha sido llamada uno de los «males del siglo», algo que afecta a todas
las edades, desde niños hasta ancianos. Tememos de antemano cosas que aún no
han sucedido y que quizás nunca sucedan. ¿Cómo debemos lidiar con el miedo? La
Biblia nos proporciona una guía preciosa:
Lucha
contra el miedo, pues es una orden divina.
Dirigiéndose a los israelitas, Dios instruyó: «Mi mandato es: “¡Sé fuerte y
valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo
dondequiera que vayas”» [Josué 1:9 NTV]. Ya sea que salgamos de nuestra
zona de confort o enfrentemos un gran desafío, enfrentar el miedo es una orden
divina. Podríamos considerar esto como el mandamiento número 11: «No tendrás
miedo..." [ve Salmo 91:5] .
Dios
nos da el espíritu de un ganador. Pablo el apóstol fue mentor de
su joven protegido, Timoteo, quien se vio rodeado de obstáculos impuestos por
líderes judíos que no querían abandonar sus propias zonas de confort. Pablo lo
desafió a perseverar, y a ganar: «Porque el Espíritu de Dios no nos hace
cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece
para que podamos vivir una buena vida cristiana» [2 Timoteo 1:7 TLA].
Podemos
confiar a pesar de la incertidumbre.
El miedo muchas veces es inevitable. Circunstancias, problemas y obstáculos
atacan nuestra fe. Sin embargo, basándose en la experiencia personal, el
salmista David escribió: «En el día que temo, yo en ti confío… En Dios he
confiado; no temeré; ¿qué puede hacerme el hombre?» [Salmo 56:3-4 RVR].
Podemos
superar el miedo, aún a la muerte. La vida puede ponernos en
situaciones que parecen desesperadas, cuando parece que nuestro fin ha sido
decretado. Pero la Palabra de Dios nos llega con un poder inmejorable: «Aunque
ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás
conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento» [Salmo 23:4 RVR].
¿Te
encuentras fuera de tu zona de confort y en la zona del miedo? Puedes confiar
en que el Dios Todopoderoso está contigo. Vale la pena enfrentar y superar la
zona del miedo, porque como escribiré en una futura edición del Mana del Lunes,
¡la próxima etapa es la Zona de Aprendizaje!
Sergio Fortes - MANÁ DEL LUNES es una edición semanal
de CBMC INTERNATIONAL
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