Justicia → Paz → Gozo



¿Quieres más gozo en tu vida? ¿Has estado anhelando un sentir más profundo de paz? Las Escrituras nos dan una pista de dónde encontrar ambas. En nuestra tradición cristiana tenemos el concepto de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo que proviene de Romanos 14:17 que dice: “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo”. Parece ser una secuencia que nos lleva del uno al otro progresivamente: justicia →paz →gozo. Si ese es realmente el caso, y creo que lo es, entonces la fuente para tener más paz y gozo en nuestras vidas es la justicia. ¿Cómo funcionará eso en la vida práctica? Al observar cada una de estas palabras clave, debería ser evidente cómo funciona este proceso. ¿Listos? Cavemos más profundo.
Justicia
Podemos definir la justicia de varias maneras: bondad, justificación, caridad, etc. La Enciclopedia de la Biblia “Standard International” nos da un buen resumen: “La intención de ser y hacer lo correcto”. Aprendemos cómo ser y cómo actuar correctamente en la Palabra de Dios. La Biblia es Su “manual del propietario” para la vida, donde le explica al ser humano cómo vivir en una relación correcta con Dios y con otras personas. El contexto de Romanos 14 nos habla de construir una comunidad con otras personas de fe, no permitiendo que nuestra libertad obstaculice a otros. 
La palabra griega que comúnmente se usa para justicia en los Escritos de los Apóstoles (NT) es ‘dikaiosynē’ (δικαιοσύνη). El Diccionario Griego de Thayer lo define como “Ser Justo Delante de Dios”, “Virtuoso” y “Correcta manera de pensar, sentir y actuar”. En la Concordancia Strongs la palabra que encontramos para justicia en hebreo es ‘tzedaká’ (צדקה) y tiene el mismo significado que en griego. Con el tiempo en la cultura judía, ‘tzedaká’ se ha equiparado comúnmente con dar caridad.
Este era el entendimiento que Jesús (Yeshúa) tenía cuando enseñó en Mateo 6:1 “Cuídense de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendrán recompensa de su Padre que está en los cielos”. Y continúa en los siguientes versículos para describir cómo se debe dar caridad correctamente.
Es interesante y útil comprender qué es la justicia, pero ¿por qué debemos practicarla en nuestra vida diaria? Isaías 32:17 nos muestra el resultado de justicia: “La obra de la justicia será paz, y el servicio de la justicia, tranquilidad y confianza para siempre”. El resultado en nuestras vidas de vivir correctamente será la paz, tanto interna como externa. Cuando hacemos lo correcto, no necesitamos temer ni al hombre ni a Dios. No tenemos que seguir mirando por encima del hombro, preocupados de que alguien a quien hemos ofendido vaya a venir contra nosotros. Cuando hacemos mal, somos disciplinados por una autoridad superior con un propósito. Hebreos 12:11 declara: “Al presente ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza. Sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella, después les da fruto apacible de justicia.“ Recibir disciplina no es recibir alegría, pero aquellos que aprenden de ella reciben el apacible fruto de justicia y gozo en sus vidas.
Cuando amemos a Dios con todo nuestro corazón, mente, alma y fuerzas y amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, entonces conoceremos la paz (Mateo 22:37–39, Marcos 12:30-31).
Paz
A menudo identificamos la paz como ausencia de conflicto pero el concepto bíblico es mucho más que eso.
La palabra griega comúnmente utilizada para paz en los Escritos de los Apóstoles (NT) es eirēnē (εἰρήνη). Thayer lo define como “seguridad”, “armonía” y “prosperidad”. El significado de paz en hebreo shalom (שלום), es profundo y rico. La Concordancia Strongs lo describe como “seguridad”, “plenitud”, “descanso.” ¿Cómo podemos
asegurar este bendito estado en nuestra
vida cotidiana?

El Salmo 119:165 (LBLA) enseña: “Mucha paz tienen los que aman Tu ley, y nada los hace tropezar.” ¿Quieres tener no solo paz, sino gran paz en tu vida y permanecer seguro? Entonces necesitas amar la Ley de Dios (Torá: la instrucción de Dios desde Génesis hasta Deuteronomio). Jesús (Yeshúa) enseñó claramente este principio cuando dijo: “Por tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca” (Mateo 7: 24–25). 
El seguir las pautas justas de Dios en Su Palabra trae paz y estabilidad a nuestras vidas. Considere el ejemplo de usar cinturón de seguridad, en muchos países la ley exige el uso del cinturón de seguridad, si usted elige no usarlo en dichos países, estará constantemente atento a la policía, sabiendo que si lo ven le multarán. Es cierto que usar el cinturón de seguridad puede parecer restrictivo o limitado, pero usarlo tiene sentido, incluso más allá de la preocupación legal de tener que pagar una multa; todos sabemos que en caso de un accidente grave, los cinturones de seguridad están diseñados para salvar vidas y reducir el riesgo de lesiones. Es lo mismo con las pautas de Dios para vivir, a veces pueden parecer restrictivas, obstaculizando nuestra capacidad de hacer lo que nos plazca, sin embargo, nos impiden lastimarnos a nosotros mismos y a los demás. ¿Elegimos seguir las reglas de Dios por temor a su castigo, o elegimos vivir correctamente debido a la libertad y paz que esto produce en nuestras vidas y relaciones?
Gozo
Muchos de los momentos más memorables de la vida tienen una característica en común: “gozo”. El gozo impregna las ocasiones felices, como por ejemplo: una propuesta de matrimonio aceptada, una boda, o el nacimiento de un bebé. Esperamos que todos los que leen esto hayan experimentado ese estimulante sentimiento de alegría pura y desenfrenada durante algún evento de su vida. En hebreo hay muchas palabras relacionadas con gozo, como corresponde a un pueblo como los judíos que son conocidos por su regocijo. La palabra más comúnmente usada en la Tanaj (A.T.) para gozo es simjá (שמחה), Strongs define esta palabra como “alegría”, “gozo”, “regocijo”. El equivalente griego usado en los Escritos de los Apóstoles (N.T.) es jará (χαρά). Strongs lo describe como “entusiasmo”, “regocijo”, “gozo”.
Cuando tenemos paz interior y exteriormente, somos libres de preocupaciones. En la vida, una de las cosas que nos puede robar la alegría es la preocupación; cuando somos distraídos por los afanes de este mundo y estamos ansiosos por las necesidades diarias, es casi imposible estar gozosos. Esto me recuerda Mateo 6 donde las necesidades de la vida se enumeran junto con una fuerte advertencia de no preocuparse. En Mateo 6:25 Jesús (Yeshúa) nos enseña: “Por eso les digo, no se preocupen por su vida, qué comerán o qué beberán; ni por su cuerpo, qué vestirán. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa?” Continúa en el versículo 33 diciendo: “Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas”. De nuevo, el Reino de Dios y Su Justicia son fundamentales, tal como vimos en Romanos 12, no podemos servir a dos amos (Mateo 6:24). Debemos elegir entre el mundo y sus preocupaciones o un servicio justo en el Reino de Dios. Elegir este último producirá paz, la cual a su vez abrirá nuestro corazón al gozo. Debemos trabajar y planear intencionalmente para lograrlo como nos enseña Proverbios 12:20 “Hay engaño en el corazón de los que traman el mal, pero gozo en los consejeros de paz”. Aquellos con un corazón justo que planean paz, tendrán gozo.
¿Para ahora o para el mundo venidero?
¿Este proceso de justicia que conduce a paz y gozo tiene relevancia para nuestras vidas hoy? O ¿solo tiene un sentido espiritual que alcanzará su plenitud en el futuro? Al principio de nuestra tradición cristiana, los padres de la Iglesia renunciaron a cualquier oposición política contra Roma. Generalmente El Reino de Dios era sobre espiritualizado para referirse al mundo venidero, una realidad futura que era inalcanzable en el aquí y ahora. Sin embargo, cuando elegimos seguir el camino de justicia de Dios, traemos la luz de Su Verdad al mundo, expandimos Su Reino ahora. Él nos deja en claro a través de Su Palabra que nosotros debemos dar a conocer Su Verdad y darle la gloria a Él.
Uno de mis ejemplos favoritos está en Mateo 5:14-16 donde Jesús (Yeshúa) enseñó: “Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo de una vasija, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a su Padre que está en los cielos”. Vivir nuestras vidas en la paz y el gozo que produce una vida piadosa, es el mejor reflejo del carácter de Dios que podemos aportar al mundo, un mundo sumergido en caos y conflictos cada vez mayores.
El plan de Dios desde el principio
En el libro de Levítico, Dios da instrucciones claras acerca de Sus Fiestas. Durante todo el año van pasando de una a otra, proporcionando tiempos establecidos para el arrepentimiento, dedicación y gozoLas Fiestas son la forma en que Dios muestra Su deseo profundo de estar en una relación íntima con el ser humano. Cada Fiesta nos prepara para vivir en una correcta relación con Dios y otras personas. Comenzamos en la primavera con Pésaj (Pascua), la gran recreación de la redención de Dios para los israelitas de la esclavitud egipcia, nos recuerda nuestra incapacidad para liberarnos a nosotros mismos mientras que con amos en la soberanía de Dios. Luego viene Shavuot (Pentecostés), mientras celebramos la entrega de la Torá (instrucción de Dios de Génesis a Deuteronomio) en el Monte Sinaí. ¿Cómo podríamos estar en una relación correcta con Dios y con nuestros semejantes sin los mandamientos? Son la fuente misma de justicia. El apóstol Pablo nos recuerda en Romanos 7: 7: “Yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por medio de la ley”. Entonces, Dios primero redime, luego revela su voluntad. Conforme vamos avanzando durante el año, la siguiente Fiesta es Rosh Hashaná (la Fiesta de las Trompetas), el sonido de las trompetas nos recuerda que Dios viene a juzgar. Luego, diez días después en Yom Kipur (el Día de la Expiación) Dios proporcionó un camino para que la nación se arrepienta y esté en paz una vez más, consigo mismo y con los demás. Todo esto lleva al gran festival final de Sucot (Fiesta de Tabernáculos) en el que Dios nos ordena que estemos completamente gozosos (Dt.16:13-15).
Estas son las Fiestas de Dios, momentos señalados a lo largo del año cuando Él nos da la bienvenida para acercarnos a Él. Una correcta relación con Dios caminando en Sus justos mandamientos produce paz en nuestros corazones, que culmina en un profundo gozo. Únete al plan de Dios, justiciapaz y gozo fluirán de tu vida y bendecirán a los demás, trayendo gloria al nombre de Dios.
por: Rvdo. Terry Mason, Director de Desarrollo Internacional
Traducido por Fernanda Diep – Voluntaria en Puentes para la Paz

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