¡Dios quiere multiplicar tus fuerzas!



“Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:29-31).
“y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas...”
Seguro que lo sabes: Dios es el Dios de la multiplicación. Él hace infinitamente más de lo que le pedimos o de lo que somos capaces de imaginar. Él utiliza al que es pequeño y débil para hacer de él un valiente héroe. Él utiliza cinco panes y dos peces para alimentar a una multitud de personas.
De hecho, Jesús toma aquello que nos resta, nuestras flaquezas, y las transforma en multiplicaciones. ¿Cuáles son tus debilidades, mi querido(a) amigo(a)? ¿Cuáles son las cosas que disminuyen la vida y el vigor que están en ti?
Él puede multiplicar tus fuerzas hoy. Tráele tus flaquezas, tus debilidades, lo poco que tienes, y déjale orar por ti. ¡La mayor fuerza del Universo está en ti y contigo! Como dice la Palabra:
“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros” (Romanos 8:32-34).
Aquí tienes una buena noticia: Jesús intercede por ti, Él siempre está a tu lado, en todo momento. Sea que sientas su dulce Presencia o no, Él siempre está ahí a tu lado. 
Te invito a orar conmigo ahora“Señor, te doy las gracias porque intercedes por mí. ¡Qué bendición el saber que oras por mí! Gracias por estar a mi lado. Hoy pongo entre tus manos mi cansancio y mi abatimiento. ¡Solo Tú puedes levantarme y multiplicar mis fuerzas, Señor! ¡Lo creo! Sí, creo que Tú multiplicas mis fuerzas. Gracias por todo lo que haces en mi vida, Señor. ¡Amén!”
Gracias por existir,

Eric Célérier (YouVersión La Biblia)

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