¿Es el Punto Servir a Otros «Abajo» de Usted?
De
vez en cuando me encuentro con una cita que me obliga a detenerme a
reflexionar, y luego concluyo: «Sabes, eso es absolutamente correcto». Una de
ellas, firmada de forma anónima, dice: «Si servir es algo inferior o por debajo
de ti, el liderazgo está fuera de tu alcance».
He
leído muchos libros sobre liderazgo, pero no puedo pensar en ninguna cita más
profunda que la anterior. Muy a menudo percibimos a los líderes como individuos
que emiten órdenes, escriben memorandos que se leen más como mandatos y que establecen
metas para que todos los demás las cumplan. Pero los líderes más poderosos e
influyentes son aquellos que entienden el impacto de servir a los demás.
El
difunto ejecutivo de negocios y autor de varios libros sobre liderazgo, Max
DePree, dijo: «La primera responsabilidad de un líder es definir la realidad.
Lo último es decir gracias. En el medio, el líder es un servidor». Según
Mahatma Gandhi: «la mejor manera de encontrarse a sí mismo es perderse
sirviendo a los demás». Ambos parecen ir en contra de lo que generalmente
observamos de muchos «líderes» en el lugar de trabajo.
También
está la frase más larga, pero muy perspicaz del Dr. Martin Luther King, Jr.:
«No todos pueden ser famosos. Pero todos pueden ser grandes, porque la grandeza
está determinada por el servicio. No tienes que tener un título universitario
para servir... No tienes que conocer la teoría de la relatividad de Einstein
para servir. No tienes que saber la segunda teoría de la termodinámica en
física para servir. Sólo necesitas un corazón lleno de gracia y un alma
generada por el amor». Robert K. Greenleaf, autor del libro titulado Liderazgo
de Servicio [disponible en inglés], escribió: «La primera y más importante
elección que hace un líder es la de servir, sin la cual la capacidad para
liderar será severamente limitada».
Al
revisar mi propia carrera, no hay duda de que los jefes que tuvieron el impacto
más positivo en mi vida fueron aquellos que mantuvieron la actitud de ser
servidores. Sí, tenían responsabilidades que cumplir, junto con metas y
objetivos que cumplir todos los días. Pero siempre sentí que tenían mis mejores
intereses en el corazón, que su deseo era ayudarme a tener éxito, o como uno lo
expresó: «para permitirte prosperar».
El
más grande ejemplo del líder siervo fue Jesucristo. De hecho, hablando de Sí
mismo, Jesús hizo esta sorprendente, tal vez incluso impactante declaración: «Yo,
el Hijo del hombre, soy así. No vine a este mundo para que me sirvan, sino para
servir a los demás…» [Marcos 10:45 TLA].
Durante
su tiempo en la tierra, Jesús ofreció lecciones profundas a quienes lo
siguieron. Él sanó a muchos que vinieron a Él sufriendo una variedad de
aflicciones y enfermedades. Pero sobre todo, sirvió al entregar Su propia vida
en una cruz, convirtiéndose en el sacrificio expiatorio; los teólogos lo llaman
la «propiciación» por los pecados de la humanidad.
En
otra ocasión, Jesús dejó en claro que este principio de servicio no era sólo
para Él, sino para todos los que deciden seguirlo. «Porque, ¿cuál es mayor,
el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa?
Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve» [Lucas 22:27 RVR]. El
apóstol Pedro lo resumió, escribiendo sobre el sacrificio personal: «Pues
Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir,
tal como Cristo sufrió por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos»
[1 Pedro 2:21 NTV].
El
líder que vive de acuerdo con la mentalidad de servir a los demás, ese líder es
el que vale la pena seguir.
Robert J.
Tamasy - MANÁ DEL LUNES es una edición semanal de CBMC INTERNATIONAL
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