Legalidad de la Soberanía Israelí sobre los Altos del Golán
Hay dos argumentos principales que se usan con
frecuencia para criticar la decisión del presidente [Donald] Trump cuando
reconoció la soberanía israelí sobre los Altos del Golán. Los críticos dicen
que Estados Unidos intenta dar legitimidad a una situación ilegal, pero ellos
erróneamente interpretan el preámbulo a la Resolución 242 del Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) de noviembre de 1967 que habla sobre la
“inadmisibilidad de adquisición de territorio por medio de guerra.”
La segunda objeción que establece la oposición es
que la declaración del presidente Trump representa una brusca ruptura en la
política de EE.UU. sobre este asunto. Un columnista del Washington Post escribió
el 22 de marzo: “Ningún presidente ha reconocido el control de Israel sobre los
Altos del Golán. Trump cambió eso con un tweet.”
La verdad es que los académicos jurídicos han
establecido una distinción entre la conquista de territorio en una guerra de
agresión, que es ilegal, y la toma de territorio por un estado que ejerce su
legítimo derecho en auto-defensa. Esa fue la intención de los diplomáticos con
la frase “inadmisibilidad de adquisición de territorio por medio de guerra.”
Eso implica la diferencia entre una guerra agresiva y una guerra defensiva.
¿Qué sucede en el caso del uso legítimo de fuerza?
Luego de la Segunda Guerra Mundial, hubo importantes cambios territoriales en
Europa a medida que grandes territorios pasaron al lado de los aliados. Por
ejemplo, Alemania perdió considerable terreno a Polonia y la Unión Soviética.
¿Cómo sabemos que Israel no fue el agresor en 1967?
En ese momento, la Unión Soviética intentó que el Consejo de Seguridad de la
ONU calificara a Israel como “agresor” en la Guerra de los Seis Días. Fracasó,
perdiendo el voto en 11 contra 4. Los soviéticos luego fueron a la Asamblea
General de la ONU y fallaron una vez más. Los estados-miembros de ambos
organismos de la ONU claramente vieron que Israel actuó en defensa propia.
Como se señaló anteriormente, los críticos de la
decisión de Trump en torno al Golán también dicen que representa un cambio
importante en la política de Estados Unidos respecto al Medio Oriente. Sin
embargo, eso no es cierto. Comenzando en 1975 con una serie de cartas del
presidente Gerald Ford al primer ministro Yitzhak Rabin, Ford escribió:
“Estados Unidos no ha establecido una posición final respecto a las fronteras.
Si lo hace, le dará mucho peso a la posición israelí de que cualquier acuerdo
de paz se base en la permanencia de Israel en los Altos del Golán.”
EE.UU. ha mantenido vigente la palabra de Ford. En
1991, en el contexto de los preparativos para la Conferencia de Paz en Madrid,
el Secretario de Estado James Baker escribió otra carta al Primer Ministro
Yitzhak Shamir reafirmando la carta de Ford.
También hubo una tercera carta. Durante el trabajo
de la administración de Clinton en torno a la negociación del Protocolo de
Hebrón, el Secretario de Estado Warren Christopher escribió una carta de
garantía al Primer Ministro Benjamín Netanyahu, con fecha del 19 de septiembre
de 1996, que volvió a afirmar la posición de EE.UU.
Esas cartas no constituyen un reconocimiento formal
por parte de EE.UU. en torno a la soberanía israelí sobre el Golán, pero sí
indican que en algún momento se pudiese otorgar ese reconocimiento oficial.
Dicho momento ha llegado. La declaración de Trump no fue una brusca ruptura en
la política de EE.UU. sino el cumplimiento formal de su política 44 años
después de la primera articulación.
Hoy, el régimen sirio se ha aliado con Irán y ha
invitado a las fuerzas armadas y milicias chiitas iraníes a desplegarse frente
a Israel y los Altos del Golán. Claramente, hay un agresor en el norte de
Israel con intenciones hostiles, llamado Siria, y un estado que puede verse
obligado a defenderse, a saber, Israel. Dadas esas condiciones, el
reconocimiento por parte de EE.UU. respecto a la soberanía israelí sobre el
Golán es una forma diplomática de castigar al agresor y recompensar a la
víctima de la agresión.
MOTIVO DE ORACIÓN: Pida al Señor que remueva las
escamas de los ojos de la comunidad internacional de modo que pueda ver la
verdad sobre las intenciones malévolas de Irán hacia Israel y el mundo
occidental. Ore para que las naciones puedan impedir que la República Islámica
logre su objetivo.
VERSO BÍBLICO: “‘Ningún arma forjada contra ti
prosperará, y condenarás toda lengua que se alce contra ti en juicio. Esta es
la herencia de los siervos del SEÑOR, y su justificación procede de Mí,’
declara el SEÑOR” (Isaías 54:17).
Traducido y adaptado por Teri S. Riddering
Coordinadora PPP Centro de Recursos Hispanos
Publicado en abril 8, 2019
Comentarios
Publicar un comentario