Capitalizando los Momentos Grandiosos
Analizando
retrospectivamente su vida, ¿cuáles han sido los momentos grandiosos, aquellos
en que —para bien o para mal— su vida cambió para siempre? Ya sea el haber perdido
un trabajo, o encontrar el trabajo de sus sueños. O determinar el momento de
dejar de ser un «empleado» y comenzar su propio negocio. O quizá casarse o de
tener hijos.
Uso
el término «momentos grandiosos o monumentales» debido a los numerosos ejemplos
en el Antiguo Testamento de la Biblia en los cuales Dios instruyó a su pueblo a
que hiciesen construcciones para que sirvieran como memoriales, recordatorios
para las generaciones futuras de su bondad y amor por su pueblo. Esto llevó a
los israelitas a «nunca olvidar» lo que el Señor había hecho en sus vidas.
A
lo largo de mi vida y mi carrera, Dios me ha llevado a través de una variedad
de experiencias inolvidables y que han cambiado mi vida y que merecen
monumentos, al menos en mi mente. Hay incluso algunos muy recientes, mi mente
se dirige rápidamente a «monumentos» específicos en lo que respecta a mi
combate contra el cáncer.
Todo
comenzó con la preocupación de mi médico por un PSA elevado (antígeno
prostático específico) en la primavera de 2017. Mi PSA se había incrementado en
un 50 por ciento desde mi último análisis de laboratorio dos años antes.
Incluso después de reunirme con un urólogo para consultar, no estaba preparado
para simplemente aceptar que tenía cáncer de próstata.
Antes
de soportar los rigores de una biopsia, pregunté qué otros pasos preliminares
estaban disponibles. El urólogo recomendó una prueba que mide el riesgo
hipotético de cáncer. La puntuación de ese extenso análisis de sangre mostró
que la biopsia era realmente apropiada. Los resultados mostraron que necesitaba
abordar la eliminación del cáncer de mi cuerpo.
El
urólogo sugirió la extracción quirúrgica de la próstata para evitar que el
cáncer se propague a otros órganos. Sin embargo, primero decidí explorar todos
los métodos alternativos. Uno de mis clientes de seguros había pasado por un
tratamiento innovador para el cáncer de próstata unos años antes y había estado
libre de la enfermedad durante los últimos cinco años, por lo que parecía una
opción prometedora. En ese momento, el procedimiento no estaba disponible en
los EE.UU., pero en el momento de mi diagnóstico, el urólogo de mi cliente
había comenzado a realizar el tratamiento innovador de HIFU a nivel local.
Sin
embargo, después de una consulta inicial, aunque califiqué para el
procedimiento, los costos parecían prohibitivos. Mientras oraba, no sentía paz
acerca de continuar. Luego conocí a otra persona que recientemente había
lidiado con el cáncer de próstata. Lo habían aceptado en un estudio de salud
patrocinado por el gobierno y se había sometido con éxito al tratamiento HIFU.
Investigué esa posibilidad, pero varias pruebas revelaron que mi condición no
cumplía con los parámetros para el estudio de dos años que cubriría mis gastos.
Luego
me recomendaron el urólogo que realizó el procedimiento HIFU para el estudio.
Después de reunirse conmigo, me recomendó la crioterapia, un procedimiento
mínimamente invasivo que sintió que sería mejor para mi condición. Lo mejor de
todo fue que: ¡mi seguro de salud cubriría casi todos los costos!
Cuando
me desperté una hora después del procedimiento, llamado «crioablación», estaba
eufórico de saber que el procedimiento había ido muy bien. Durante los últimos
18 meses había experimentado un momento grandioso tras otro. Siendo un hombre
de negocios dedicado a seguir a Cristo, continuamente había orado por sabiduría
para lidiar con el diagnóstico devastador, explorar opciones y el tratamiento
posterior. Proverbios 3: 5-6 nos dice: «Confía en el Señor de todo corazón,
y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él
enderezará tus sendas». Él realmente me guió en formas que no podría haber
anticipado. Algo que nunca olvidaré.
Las
personas de negocios suelen analizar alternativas y costos asociados antes de
tomar decisiones clave. Como seguidores de Cristo, también necesitamos un
análisis sobrenatural para asegurarnos de que estamos en la voluntad de Dios y
en Su camino designado. Mientras permanecemos fieles al Señor en nuestros
respectivos viajes, podemos darle la gloria a Él por los resultados.
Jim
Langley - MANÁ DEL LUNES es una edición semanal de CBMC INTERNATIONAL
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