La Importancia del Tiempo Perfecto
Muchas
veces el enfoque para alcanzar el éxito en los negocios es la mano de obra, el
servicio de calidad, la ejecución de una idea novedosa o el liderazgo y dirección
efectivos. Esos, en su mayor parte, son factores que podemos manejar. Un
factor, sin embargo, que a menudo pasamos por alto es el tiempo.
Especialmente, la sincronización perfecta.
En
su libro, ¿Cuándo?: La ciencia de encontrar el momento preciso, Daniel
H. Pink aborda la importancia de la sincronización, ya que afecta a la
productividad y —en última instancia— a nuestro éxito. Un artículo del Wall
Street Journal resumió sus hallazgos, señalando las estrategias que Pink
sugiere que podemos implementar para mejorar nuestro tiempo en el trabajo a lo
largo del día.
Su
investigación descubrió que somos más inteligentes, más rápidos y más creativos
en unos momentos del día que en otros. Al confirmar estas conclusiones, Russell
Foster, un neurocientífico, afirma: «El cambio de rendimiento entre el punto
más alto y el más bajo durante una jornada laboral puede ser equivalente a la
diferencia en el rendimiento entre la sobriedad y el haber bebido hasta llegar
al límite legal de alcohol». Eso puede parecer una comparación sorprendente,
pero probablemente sea muy preciso para evaluar cuándo podemos hacer nuestro
mejor trabajo.
Personalmente,
he aprendido que mi mejor momento para escribir es temprano en la mañana. Mi
mente está fresca después de una buena noche de sueño y las ideas parecen fluir
con mayor rapidez y sin problemas. No todos, por supuesto, son una «persona de
la mañana». Algunas personas hacen su mejor trabajo a última hora de la mañana,
a la tarde o incluso por la noche. La clave es darse cuenta de cuándo es más
productivo y asegurarse de proteger ese tiempo de distracciones innecesarias.
Al
leer la Biblia, me ha parecido interesante descubrir que otorga una gran
importancia a nuestro uso efectivo del tiempo. Por ejemplo, se nos dice:
«Todo tiene su tiempo. Hay un momento bajo el cielo para toda actividad»
[Eclesiastés 3:1 RVC]. Podemos aplicar este principio de varias maneras, pero
una de ellas es que hay un mejor momento para realizar nuestro trabajo, lo que
significa que debemos esforzarnos por programar otras actividades importantes,
pero no laborales, para otros momentos del día, semana o mes.
Otro
pasaje, Efesios 5:16, enfatiza la urgencia de aprovechar el tiempo al máximo, «…porque
los días son malos» [RVR]. Esto no significa que el tiempo en sí mismo
sea inherentemente malo, sino que el tiempo pasa rápidamente [y si no hacemos
algo intencional para aprovecharlo, terminaremos desperdiciándolo]. No
capitalizar el tiempo que tenemos puede resultar en el fracaso para alcanzar
las metas y objetivos deseados. Como mínimo, habremos perdido la oportunidad de
continuar con esos proyectos cuando nuestros niveles de productividad y
eficiencia estén en su punto máximo.
Al
observar el ejemplo de Jesucristo, encontramos que también designó momentos
específicos para hacer ciertas cosas, incluyendo la oración y el tiempo a solas
con Dios el Padre. Jesús tenía muy demandado su tiempo, en todo momento del día
la gente se agolpaba a su alrededor, ya fuera como observadores o buscando su
atención para abordar las necesidades específicas que tenían. Por esta razón,
dedicó muchas mañanas un tiempo a solas, aislándose aún de Sus discípulos.
Marcos
1:35 nos dice: «Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se
levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar»
[NVI]. Muchas personas que conozco se dan cuenta de lo importante que es
comenzar el día enfocándose en su relación con Dios, sabiendo que requerirán su
dirección, sabiduría y fortaleza para llevar a cabo el trabajo y enfrentar los
desafíos que enfrentan más adelante.
Como
nos recuerda el dicho: «El tiempo lo es todo». Hay un tiempo para trabajar, un
tiempo para descansar y un tiempo para jugar. También hay un momento para
asegurarnos de mantener una relación sólida y creciente con el Señor.
Por Rick Boxx - MANÁ DEL LUNES es una edición semanal de CBMC INTERNATIONAL
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