Escoger - O Rechazar - Beber La Copa
Ya sea en nuestra vida personal o
profesional, hay ciertos momentos en los que parece que nada funciona. No
importa lo que hagamos, todo va mal. Sentimos que ha llegado el fin, ya sea
nuestra carrera, esforzándonos por alcanzar un objetivo importante o salvar una
relación valiosa. Nuestras mentes se abruman con pensamientos negativos. Los
amigos y parientes cercanos parecen distantes, dejándonos rodeados de
sentimientos de soledad. El naufragio anticipado parece solo una cuestión de
tiempo. Todo lo que importa, creemos, ya sea en el mundo corporativo, las
actividades personales o incluso en nuestras vidas espirituales, es el éxito.
Si nuestra historia no es exitosa, solo puede ser una cosa: un fracaso.
Lamentablemente, nadie tiene interés en el fracaso.
En su libro, Aquí y Ahora, el autor Henri
Nouwen, uno de los máximos exponentes de la espiritualidad durante el último
siglo, nos recuerda que los episodios de la vida alternan, teniendo un flujo y
reflujo natural: alegría y tristeza; éxito y fracaso; salud y enfermedad;
similar a las estaciones de un año calendario.
La Biblia puede decirnos mucho sobre estas
estaciones. De hecho, el Antiguo Testamento dice: "Hay un tiempo para
todo, y un tiempo para cada actividad bajo el cielo: un tiempo para nacer y un
tiempo para morir... un tiempo para derribar y un tiempo para
construir..." (Eclesiastés 3: 1-8).
Durante su tiempo en la tierra, Jesucristo
de Nazaret consideró los momentos de dolor y fracaso como partes integrales de
su vida. Hablando con Pedro, uno de sus seguidores más cercanos (y el más
impulsivo), lo reprendió la noche en que fue traicionado. Jesús dijo:
"¡Quita tu espada! ¿Acaso no beberé la copa que el Padre me ha dado?"
(Juan 18.11).
Entendiendo que este era un juicio que no
podía evitar. Pedro pensó que esto era inaceptable, negándose a tolerar lo que
percibía como un fracaso. Prefirió sacar su espada, que él había camuflado
hábilmente, y luchar contra los acusadores de Jesús. Ataca a los atacantes.
Corta una oreja. Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa excepto "beber la
copa".
Todos deseamos tener nuestras propias
"espadas" para protegernos de los asaltos de la vida. Estas armas
aparentemente protectoras pueden parecerse a una cuenta corriente bancaria, una
tarjeta de crédito oro, una cuenta de ahorro grande, un amigo rico al que
podemos recurrir en caso de crisis, o bienes materiales que podemos liquidar
fácilmente si es necesario. ¿Pero son realmente efectivos, o simplemente bastones que retrasan el inevitable proceso de "beber la
copa"?
Distinguir entre cuándo pelear y cuándo
beber la copa requiere de un gran discernimiento espiritual. Rodeado de
soldados enojados, armados y violentos, Jesús vio más allá del asedio.
Comprendió que no era el momento de luchar, sino más bien de aceptar la
voluntad de Dios, incluso si eso significaba amargo sufrimiento, dolor y
muerte. Era necesario que Él bebiera la copa. Su propósito fue expiar los
pecados de la humanidad.
Esto no es solo una ilustración espiritual.
Para cada uno de nosotros que trabajamos en el mundo empresarial y profesional,
a veces beber la "copa" es inevitable. Tal vez estés en uno de esos
momentos de tu vida hoy. Se te está pidiendo que bebas esa copa, pero no nos
gusta ni siquiera un poco. ¿Quién prefiere el dolor y la amargura sobre el
éxito? En estas circunstancias, necesitamos sabiduría para entender lo que está
sucediendo. Y que sucederá, pero las Escrituras nos ofrecen consuelo.
Como escribió el salmista David: "Su
enojo dura un momento, pero su bondad es de por vida. El llanto puede durar
toda la noche, pero la alegría llega a la mañana" (Salmo 30: 5). Luego, en
el versículo 11, David escribió: "Has cambiado mi lloro en danza alegre,
me has quitado mi tristeza y me has ceñido de alegría".
Tenía confianza en que Dios podría cambiar
incluso los peores momentos en buenos y para siempre.
© 2018. J. Sergio Fortes es
consultor en gestión estratégica y especialista en liderazgo corporativo.
También es miembro de CBMC Brasil. Traducción de Dr. Luis Cerviño.
© MANÁ DEL LUNES es una edición semanal de CBMC INTERNATIONAL
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