"VENDER CASA A JUDÍOS ES TRAICIÓN A ALÁ"


Un palestino musulmán que cometa el "crimen" de vender alguna propiedad a un judío no podrá ser enterrado en un cementerio islámico. Sus miembros familiares no podrán casarse con palestinos de la localidad. Tanto los vivos como los muertos tendrán que pagar el precio por esa denominada "traición." Esa es sólo una muestra de las medidas punitivas que enfrentarán los residentes palestinos de Jerusalén si hacen transacciones de bienes raíces con judíos.

Las más recientes medidas fueron recientemente anunciadas por un grupo de activistas palestinos en el este de Jerusalén como parte de una renovada campaña contra palestinos que son culpables por vender una casa o propiedad a un individuo u organización judía.

La campaña, que ha recibido la bendición de oficiales de alto mando en la Autoridad Palestina y de Hamás, surge originalmente para contrarrestar alegados esfuerzos israelíes de "judaizar" a Jerusalén. También es parte de la creencia de que toda la tierra pertenece a los musulmanes, y que ningún musulmán tiene derecho a ceder siquiera una pulgada de ella a los no-musulmanes.

Dicha campaña ha incrementado los temores de que los palestinos puedan reanudar ejecuciones extrajudiciales de personas bajo sospecha de vender tierra a judíos.

Aunque los activistas tras la campaña no amenazaron abiertamente con ejecutar a palestinos involucrados en transacciones de bienes raíces con los judíos, experiencia previa demuestra que los "sospechosos" a menudo han sido secuestrados y asesinados por su propia gente.

El grupo, que consiste de decenas de activistas políticos y figuras prominentes palestinos en el este de Jerusalén, también amenazó con poner fotos y detalles personales de los vendedores de propiedades por los medios sociales. Además, el grupo pidió a los países árabes que prohíban entrada a su país de cualquier palestino culpable de hacer dichas transacciones con judíos.

La misma amenaza surgió pocos días después por parte varias familias palestinas de la Ciudad Antigua de Jerusalén. Las familias firmaron lo que ellos denominaron como "El Documento en Compromiso y Pacto por Jerusalén," para evitar que se hagan ventas a judíos.

Dicho documento declara que cualquier palestino sorprendido vendiendo una casa o terreno a un judío será considerado como "ajeno a la comunidad nacional y traidor a Alá y su profeta." También advierte que quienes se atrevan a desafiar la prohibición serán privados de oración al morir y no podrán ser enterrados en un cementerio islámico.

De la misma manera, cualquier líder palestino que intente hacer alguna concesión territorial como parte de un acuerdo de paz con Israel habrá puesto un clavo en su propio ataúd.

Finalmente, esta campaña contradice la alegación palestina de que los judíos "ilegalmente roban" casas y tierras de los árabes en Jerusalén. En vez de estar robando propiedades, los judíos han estado pagando grandes cantidades de dinero a los árabes por dichas propiedades. Así, el liderato de la Autoridad Palestina indirectamente admite que esas transacciones se realizan de manera legal, y no sólo se disparan a sí mismos en el pie, sino también en la cabeza.

MOTIVO DE ORACIÓN: Ore para que los palestinos dispuestos a vender propiedades a un judío o cristiano no sean condenados o castigados por ello. Ore, también para que el mundo vea que Israel no roba propiedades, sino que las compra legalmente.

VERSO BÍBLICO: "Y volveré a traer a Israel a su redil, y pastará en el Carmelo y en Basán, y se saciarán sus deseos en la región montañosa de Efraín y en Galaad" (Jeremías 50:19). 


(Por Khaled Abu Toameh, Gatestone Institute, 20 de junio de 2016)

Comentarios