SE ACERCA LA HORA
Experimentamos
tiempos muy peligrosos, así como fue predicho en 2 Timoteo 3. Las amenazas se
ven muy claramente. Hace poco los países P5+1 (EE.UU., Rusia, China, Francia,
Reino Unido y Alemania), en representación de sobre la mitad de la población
mundial, establecieron un acuerdo con Irán. Eso es absurdo, considerando sus
continuas maldiciones contra Israel y el Occidente, especialmente Estados
Unidos. Rusia aún es una nación agresora, colaborando con Irán mientras hace
guerra contra Ucrania y prueba la resistencia del Occidente con sus incursiones
aéreas. Ambas naciones fortalecen su capacidad nuclear mientras que Estados
Unidos reduce su fuerza militar. La industria del aborto en EE.UU. vende partes
corporales de bebés y escuchamos sobre las actitudes tan indiferentes de esa
empresa. La inmoralidad sexual se ha hecho normativa. Ha crecido la anarquía y
falta de respeto hacia la ley. La comunidad cristiana está grandemente
preocupada por todo lo que ve.
Muchos en
el mundo cristiano alertan que estamos viviendo en los últimos tiempos. A
manera interesante, muchos en el mundo judío también dicen lo mismo. Cuando un
técnico vino a reparar mi refrigerador recientemente, comentó: "Gog
y Magog se acerca." Otros hablan libremente sobre la venida del Mesías.
Algunos autores judíos dicen que el Mesías vendrá al terminar este año shmitá (el séptimo año para hacer
descansar la tierra). Otros hablan sobre javlei
Moshíaj (dolores de parto del Mesías), diciendo que atravesamos esos "dolores"
y pronto llegará el Mesías.
En medio de
estas expectativas, preocupaciones y temores, debemos recordar que Dios está
con nosotros.
"Levantaré mis ojos a los montes; ¿de
dónde vendrá mi ayuda? Mi ayuda viene
del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra. No permitirá que tu pie resbale; no
se adormecerá el que te guarda. Jamás se adormecerá ni dormirá El que guarda a
Israel. El SEÑOR es tu guardador; el SEÑOR es tu sombra a tu mano derecha. El
sol no te herirá de día, ni la luna de noche. El SEÑOR te protegerá de todo
mal; el guardará tu alma. El SEÑOR guardará tu salida y tu entrada desde ahora
y para siempre"
(Salmo 121:1-8).
Existe un
renovado interés en el calendario de eventos proféticos a medida que los
cristianos y judíos analizan la forma en que concuerdan las fiestas bíblicas
este año con el final del shmitá y la
última de las cuatro lunas rojas (que ocurrirá el 28 de septiembre durante la
Fiesta de los Tabernáculos). A la luz de todas esas señales en el cielo, muchos
hacen un llamado al arrepentimiento, reconociendo que la única respuesta para
nuestros tiempos reside sólo en Dios. El anterior Estudio de Israel “Llamado al
Arrepentimiento," discute el énfasis sobre el arrepentimiento durante el
mes de Elul. Si no lo ha leído, le
animo a que lo procure aquí.
Invitamos a nuestros lectores para que se unan al pueblo judío en este tiempo
especial de arrepentimiento hasta el Día de Expiación (Yom Kipur). Dios ha designado una serie de días especiales conocidos
como fiestas judías, pero la Biblia las llama Fiestas del Señor. Esta época de
40 días, más la Fiesta de los Tabernáculos (que termina el 4 de octubre este
año 2015), es muy significativa. Unámonos al pueblo judío en la observación del
calendario de Dios durante este año especial.
Días de Fiesta en 2015:
Septiembre
1-13 (los últimos 13 días en el mes de Elul)
Septiembre
14-15 (Rosh HaShaná, conocido en la
Biblia como Fiesta de las Trompetas)
Septiembre
14-22 (los 10 Días Temibles)
Septiembre
23 (Yom Kipur, conocido en la Biblia
como Día de Expiación)
Septiembre
28 (4ta "luna de sangre" este año, dando inicio a la Fiesta de los Tabernáculos)
Septiembre
28-Octubre 4 (Sucot, conocido en la
Biblia como la Fiesta de los Tabernáculos)
Octubre 5 (Shmini Atzeret, también conocido como Simjat Torá)
Moed-un Tiempo Separado
Un moed (מועד) es
un tiempo separado durante el cual Dios ha pedido que Su pueblo se reúna con
Él. Esa palabra se encuentra 223 veces en las Escrituras. Si usted pregunta a
sus amistades judías lo que es un moed,
probablemente le digan que es una fiesta, y tienen razón. Las fiestas bíblicas
enumeradas en Levítico 23 se refieren como moedim
(plural de moed), y pueden ser
traducidas como fiestas señaladas, santas convocaciones o días solemnes de
reunión con el Señor.
Según Éxodo
23:14-17, las tres fiestas de requerido peregrinaje son: Pésaj (Pascua judía), Shavuot
(Pentecostés) y Sucot (Fiesta de los
Tabernáculos). Durante dichas fiestas, todos los hombres judíos son convocados
a subir a Jerusalén para adorar a Dios y reunirse congregacionalmente. Yo opino
que una de las razones por las que Dios instituyera las fiestas era porque
quería que Su pueblo se reuniese con Él de forma regular, que comprendiesen Su
carácter y que fuesen reflejo de Sus acciones. Muchos cristianos ven las
fiestas como parte del Antiguo Testamento y creen que no las tienen que
celebrar. ¡Pero se olvidan de que Yeshúa
y la primera Iglesia también celebraban las fiestas! El profeta Zacarías
describe un tiempo en el futuro cuando todas las naciones subirán a Jerusalén
para celebrar la Fiesta de los Tabernáculos. ¿Por qué perdernos la bendición de
ello mientras tanto?
Reuniéndonos con Dios
Frecuentemente
vemos en las Escrituras una referencia a la "tienda de
reunión." La palabra para "reunión" en este caso es moed, y se refiere al Tabernáculo como
lugar donde el pueblo se reunía con Su Señor, lugar de encuentro sagrado con el
Dios Altísimo. La Escritura dice
que, luego de reunirse con Dios, el rostro de Moisés brillaba tanto que lo
tenía que cubrir (Éx. 34:30-33). Ese es un concepto asombroso. Aunque yo nunca
he visto el rostro de alguien brillar como el de Moisés, he visto que algunas
personas cambian de aspecto luego de estar reunidos con Dios. Dios siempre ha
deseado reunirse con Su pueblo. En Génesis, comenzó Su interacción con el ser
humano luego de crear a Adán y Eva, y se reunía con ellos en el jardín. A
través de todas las Escrituras, vemos menciones de las reuniones de Dios con
hombres y mujeres de fe.
Los Principales Días
Sagrados
Durante
todo el mes de Elul, el pueblo judío
enfatiza mucho el arrepentimiento en preparación para las fiestas sagradas de
otoño. En el primer día de Tishrí, se
observa la fiesta de Rosh HaShaná,
literalmente "Cabeza del Año" o Año Nuevo. En la Biblia,
ese día se distingue como Yom Teruá,
o día para "soplar" (el shofar
o la trompeta). Durante los próximos diez días, conocidos como los Días
Temibles, cada cual se prepara para el día más sagrado en todo el calendario
bíblico, que es Yom Kipur (Día de
Expiación).
Durante
dichos días, el pueblo judío se reúne en sus diversos lugares de adoración.
Veamos a continuación una pequeña descripción de cada fiesta.
Rosh HaShaná
Rosh HaShaná se observa en el primer y segundo día de Tishrí, el séptimo mes en el calendario
hebreo. La Pascua se celebra en el mes de Nisán,
denominado como el primer mes del año en Éxodo 12:2. ¡Eso quiere decir que el
pueblo judío tiene dos días de Año Nuevo! Leemos en el Mishná (comentarios tempranos de la tradición judía): "El
primero de Tishrí es el principio del
año en [la calculación de] los años respecto al ciclo de shmitá, el ciclo de yovel
(Jubileo), para el sembrado [de árboles] y los frutos" (Rosh HaShaná 1:1).
Arthur Waskow escribe: "Este es entonces el año
nuevo para aprender cómo el ser humano puede buscar a Dios. Quizás es la cabeza
del año porque la cabeza se levanta hacia el cielo desde la tierra, mientras
que Pésaj (Pascua) celebra una
libertad más terrenal, liberación de nuestros cuerpos [de la esclavitud en
Egipto]."
Fue el
primero de Tishrí cuando Esdras leyó
el libro de la Ley de Moisés al pueblo en la Puerta de las Aguas: "Entonces Nehemías, que era el
gobernador, y Esdras, el sacerdote y escriba, y los Levitas que enseñaban al pueblo, dijeron a todo
el pueblo: 'Este día es santo para el SEÑOR su Dios; no se entristezcan, ni lloren.' Porque todo el pueblo lloraba al
oír las palabras de la ley. También les dijo: 'Vayan, coman de la grasa, beban de lo dulce, y
manden raciones a los que no tienen nada preparado; porque este día es santo
para nuestro Señor. No se entristezcan, porque la alegría del SEÑOR es la
fortaleza de ustedes'"
(Nehemías 8:9-10).
Este día es
el primero de los Diez Días Temibles, días muy solemnes en el calendario. Por
30 días antes de Rosh HaShaná, el pueblo
judío ha estado en actitud de arrepentimiento, sonando el shofar cada día y leyendo el Salmo 27 en cada servicio. En el
último día de Elul, se recita una
oración pidiendo el perdón de Dios, semejante al Salmo 130: "Desde lo más profundo, oh SEÑOR, he clamado a Ti. ¡Señor, oye mi voz!
Estén atentos Tus oídos a la voz de mis súplicas. SEÑOR, si Tú tuvieras en
cuenta las iniquidades, ¿quién, oh Señor, podría permanecer? Pero en Ti hay
perdón, para que seas temido" (vs. 1-4).
Desde Rosh HaShaná hasta terminar Yom Kipur, la liturgia incluye oraciones
adicionales. Una de ellas, el Uv’jen
(Y por lo tanto…), tiene un bello énfasis en tres áreas. Según describe Arthur
Waskow, es un énfasis "universalmente humano, comunitariamente judío e
individualmente personal." A continuación, la traducción al español:
"Y por lo tanto, Señor nuestro Dios, haz que toda
Tu creación recuerde plenamente lo que has hecho; haz que todas Tus criaturas
reverencien lo que haces y tiemblen ante Tu presencia; haz que todos actúen a una
para cumplir Tu voluntad de todo corazón. Porque sabemos, Señor nuestro Dios,
que la fuerza de Tu mano, el poder de Tu diestra y la magnitud de Tu Nombre
gobiernan sobre toda la creación."
"Y por lo tanto, Señor, da honra a Tu pueblo,
alabanza a quienes Te reverencien, esperanza a quienes Te busquen, confianza a
quienes esperan en Ti, gozo a Tu tierra y alegría a Tu ciudad, triunfo al
cuerno de David Tu siervo y luz a la lámpara del Mesías, hijo de Isaí –
prontamente y en nuestros días."
"Y por lo tanto, el justo Te verá y se alegrará, el
recto se regocijará, el que fielmente Te ama celebrará en cántico mientras la
maldad es silenciada y todo mal desvanece como el humo – porque Tú borrarás la
tiranía arrogante de la tierra."
Ciertamente, como cristianos y creyentes en el Dios de
Israel, nos podemos unir con ellos en esta oración. Waskow explica: "Fue
escrito por el rabino Yojanan ben Nuri durante la peor represión romana contra
el pueblo judío y la Torá. La tiranía
arrogante, cuya remoción de la tierra correctamente profetizaron, fue el
Imperio Romano. Pero en un sentido más amplio, la oración rechaza la falsa
unidad [o gobierno] que pudiese ser impuesta sobre la raza humana por cualquier
tiranía, y celebra la unidad [o gobierno] de una humanidad libre, en la cual
cada pueblo y persona está dispuesta a seguir sólo a Dios como Rey."
Hoy día, como durante el antiguo Imperio Romano,
vivimos en un tiempo cuando la tiranía nuevamente levanta su malvado espectro
sobre la faz del mundo. Juntos, el clamor de nuestro corazón se eleva a nuestro
Dios en arrepentimiento (el tema de Rosh
HaShaná y los Diez Días Temibles), pidiendo perdón (el Día de Expiación),
con la esperanza en la venida de nuestro Mesías (la Fiesta de Tabernáculos).
Los Diez Días
Temibles
Los cristianos creemos que podemos, y debemos, llegar
ante el Señor en arrepentimiento cualquier día del año. El pueblo judío también
cree en la realidad de un arrepentimiento en cualquier momento. Sin embargo,
también creen que los diez días de asombro y temor a Dios antes del Día de
Arrepentimiento son muy importantes. Dicen que cada año ese día, Dios determina
los nombres que serán inscritos en el Libro de la Vida para el año entrante.
Aunque los 30 días de Elul son un
tiempo de seria introspección, no son nada en comparación con la intensidad de
estos diez días de profundo temor a Dios.
Eliyahu Kitov escribe: "Debido a Su gran amor por
Su pueblo, Dios desea ser misericordioso y prefiere que los hombres se
arrepientan en vez de que perezcan, para así finalmente hacerles bien. Por eso,
Él espera y anticipa el arrepentimiento de los transgresores. En Su abundante
misericordia, nos otorgó días especiales en que estará más cercano a nosotros
para que nuestra penitencia sea inmediatamente aceptada." En Isaías leemos:
"Busquen al SEÑOR mientras puede ser
hallado, llámenlo en tanto que está cerca" (Isa. 55:6).
Santiago
escribió acerca de cómo nos debemos acercar a Dios en arrepentimiento: "Acérquense a Dios, y Él se acercará a
ustedes. Limpien sus manos, pecadores; y ustedes de doble ánimo, purifiquen sus
corazones. Aflíjanse, laméntense y lloren. Que su risa se convierta en lamento
y su gozo en tristeza. Humíllense en la presencia del Señor y Él los
exaltará" (Sant. 4:8-10).
Se hacen unas oraciones especiales durante los Días
Temibles pidiendo perdón, llamadas slijot.
También se celebra una ceremonia especial llamada tashlij (que significa "arrojar" en hebreo) en que lanzan
migajas de pan sobre un cuerpo de agua, simbolizando cómo Dios ha arrojado
nuestros pecados a las profundidades del mar. "Volverá a compadecerse de nosotros, eliminará nuestras
iniquidades. Sí, arrojarás a las profundidades del mar todos nuestros
pecados" (Miqueas 7:19).
Yom Kipur
"A los diez días de este séptimo mes será el día
de expiación; será santa convocación para ustedes, y humillarán sus almas y
presentarán una ofrenda encendida al SEÑOR" (Lev. 23:27). Este
es el día más sagrado en el calendario bíblico, y un profundo silencio santo
arropa a todo Israel. La vasta mayoría de la población judía lo toma muy en
serio. Se llenan las sinagogas ese día, incluso con personas que raramente
asisten. Hay estadísticas que revelan que cerca del 85% de la población israelí
ayuna en Yom Kipur, lo que es
asombroso si uno considera que casi el 50% se considera secular. El ayuno en Yom Kipur es una abstención total de
todo alimento y líquido. La Biblia dice que las almas deben afligirse, y a
manera interesante, Yom Kipur es casi
siempre un día muy caluroso. En este clima semiárido, todos se sienten
afligidos luego de 25 horas sin comida ni bebida. Las niñas de 12 años y los
varones de 13 años se incluyen en el ayuno. Casi no se ve tráfico en las
calles, ni se escuchan radios ni televisores. Como toda fiesta judía, Yom Kipur comienza a la puesta del sol y
continúa hasta el día siguiente.
La palabra kipur
(כפור) significa "cubierta." De allí
proviene la palabra "kipá,"
que es la pequeña cubierta redonda que usan los hombres judíos religiosos en
sus cabezas. La cubierta sobre el Arca del Pacto llamada "propiciatorio"
también se deriva de la misma.
Existen muchos bellos elementos en los servicios de Yom Kipur. Algunas personas duermen o
hacen vigilia toda la noche en la sinagoga, así que el servicio dura toda la
noche y el día siguiente. Alguno recitan la oración del rabino jasídico Levi
Yitzjak de Berditschev, que dice: "Señor del mundo, me paro ante Ti y ante
mis vecinos, perdonando y esforzándome por abrirme a todos quienes me hayan
herido o enojado. Que esa herida de cuerpo o alma, de reputación o propiedad,
aunque estuviesen obligados a herirme o lo hicieran de plena voluntad, ya fuese
por accidente o adrede, fuese de palabra o hecho – les perdono porque todos
somos humanos. Que nadie se sienta culpable por cuenta mía. Estoy dispuesto a
cumplir el mandamiento 'Ama a tu prójimo como a ti mismo.'" Inmediatamente
pienso en Yeshúa quien, al
preguntarle cuál era el mayor mandamiento, nos dijo que amemos a Dios con todo
nuestro corazón, nuestra mente, nuestra alma y nuestra fuerza, y que amemos a
nuestro prójimo como a nosotros mismos.
En Yom Kipur también se lee: "¿No es éste el ayuno que Yo escogí:
desatar las ligaduras de impiedad, soltar las coyundas del yugo, dejar ir
libres a los oprimidos, y romper todo yugo? ¿No es para que compartas tu pan
con el hambriento, y recibas en casa a los pobres sin hogar; para que cuando
veas al desnudo lo cubras, y no te escondas de tu semejante? Entonces tu luz
despuntará como la aurora, y tu recuperación brotará con rapidez. Delante de ti
irá tu justicia; y la gloria
del SEÑOR será tu retaguardia" (Isa. 58:6-8). Nuevamente, recuerdo las
palabras de Yeshúa cuando habló sobre
el juicio de las naciones (Mateo 25). Dijo que Él juzgaría a las naciones según
trataron a los más pequeños de Sus hermanos. La manera en que nos relacionamos con
los demás refleja nuestra relación con el Padre.
Otro Moed
o Reunión con Dios
En este
Estudio de Israel hemos visto algunas de las fechas que Dios designó para que
Su pueblo se reuniese con Él, los días moed.
Dios
también tiene un tiempo designado, una "hora" prescrita, para que las
naciones evidencien favor y misericordia hacia Sion. "Te levantarás y
tendrás compasión de Sion, porque es tiempo de apiadarse de ella, pues ha
llegado la hora [moed]. Ciertamente
Tus siervos se deleitan en sus piedras, y se apiadan de su polvo. Las naciones
temerán el nombre del SEÑOR, y todos los reyes de la tierra, Su gloria. Porque
el SEÑOR ha edificado a Sion, y se
ha manifestado [y se manifestará] en
Su gloria. Ha considerado la oración de los menesterosos, y no ha despreciado
su plegaria" (Sal. 102:13-17).
Desde la
última parte del siglo 19, hemos visto que el Señor comenzó a traer el pueblo
judío de regreso a su hogar para reconstruir a Sion. Los judíos que llegaban a
Israel desde la Diáspora (población judía fuera de Israel) a menudo caían a
tierra y la besaban en profunda alegría cuando regresaban a su tierra ancestral.
Durante ese mismo tiempo, vimos muchos descubrimientos arqueológicos. Muchas
personas se deleitaban en sus piedras y se apiadaban de su polvo. Todavía Dios
llama a Su pueblo cristiano para que se levante y tenga misericordia de Sion.
Esta es la hora para favorecer a Israel. El Señor está edificando a Sion ¡y
pronto se manifestará en Su gloria! ¡Su deseo es que las naciones teman el
nombre del Señor y los líderes mundiales vean la gloria de Dios!
La
condición precaria de este mundo no sorprende a Dios. Estos son los días en
preparación para la venida del Mesías en gloria. Esta es la hora en que las
personas y naciones tendrán que tomar decisiones eternas. El pueblo judío cree
que el tiempo entre Rosh HaShaná y Yom Kipur son días judiciales
determinantes. Yo también opino que el mundo ha llegado a una hora cuando las
decisiones que tomemos tendrán consecuencias eternas. Las naciones serán
juzgadas por la manera en que trataron a Israel y el pueblo judío. (Lea Joel
3:1-2 y Mateo 25:1-1-46.) Estos los dolores de parto del Mesías.
No sabemos
el momento exacto en que regrese el Mesías, pero sabemos que este es el momento
de hacer los preparativos. Hoy es el día en que nos debemos acercar a Dios,
arrepentirnos, amar a nuestros semejantes y alimentar a los hambrientos. Este
es el tiempo en que debemos colaborar con Dios a medida que cumple Sus promesas
al pueblo de Israel. Pronto estos días de dificultad terminarán, cuando terminen
los dolores de parto. Así como nos regocijamos cuando nace un niño luego de un
parto natural, nos regocijaremos con la venida de nuestro Mesías. Mientras
esperamos por el retorno de nuestro Señor, amemos a Dios y a nuestros prójimos
como a nosotros mismos.
En el
próximo Estudio de Israel, analizaremos la Fiesta de los Tabernáculos, un
tiempo de gran regocijo y celebración.
Por Rebecca
J. Brimmer
Presidenta
Ejecutiva Internacional
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