No Temer al Enfrentar Factores de Temor
Una
de las emociones más comunes es el miedo. Los psicólogos tienen un término para
la reacción ante las circunstancias que percibimos como una amenaza. Se llama
la respuesta de "lucha o huida". O nos enfrentamos a las personas o
situaciones que nos amenazan de alguna manera, o huimos, buscando evitar o
incluso escapar de la potencial calamidad.
Hay,
sin embargo, una tercera respuesta, que no es probable que oiga de parte
de los supuestos expertos en la psique humana. Esta reacción es simplemente
"sin miedo". No hace mucho escuché a un orador de la nación africana
al oeste de Sierra Leona, señalando que las palabras "no temas"
aparecen en la Biblia 365 veces, al parecer uno por cada día del año
calendario.
Dado
que las personas en Sierra Leona han experimentado cualquier número de
adversidades en los últimos años, que van desde luchas económicas a los brotes
del virus Ébola a la discordia civil, el orador estaba bien instruido en el
tema del miedo. Y, sin embargo, mencionó en repetidas ocasiones su determinación
de seguir la exhortación a "no temas" - "no tengas miedo".
Pero
¿qué pasa con el medio ambiente donde pasamos gran parte de nuestro tiempo, el
mundo empresarial y profesional? Es volátil, impredecible, y puede
convertirá un príncipe en un mendigo de la noche a la mañana. Aquellos
que poseen un espíritu empresarial saben que iniciar un negocio es arriesgado.
En el mundo corporativo, los ejecutivos y gerentes están constantemente bajo
presión para producir; el no hacerlo puede dar lugar a que tengan que empacar
sus cosas de las oficinas y encontrar empleo en otros lugares.
Los
plazos ambiciosos a menudo causan considerable una ansiedad; el miedo surge
cuando esos plazos parecen poco realistas o inalcanzables. Cuando un cliente
clave o cliente está descontento con nuestros productos o servicios, tememos
perder sus negocios, aunque sus motivos de insatisfacción estén fuera de
nuestro control. Una falla potencial acecha en cada esquina. Entonces, ¿cómo
podemos nosotros "no temer"?
Humanamente
hablando, esto es difícil, si no imposible. Pero dado que el mandamiento
proviene de Dios, parece ir acompañada de su promesa de proporcionarnos lo que
necesitamos en los momentos difíciles. Estos son algunos ejemplos:
Confíe
en la presencia de Dios. Cuando David se disponía a entregar el
liderazgo de Israel, exhortó a su hijo Salomón, su sucesor como rey, "...
¡Sé fuerte y valiente, y pon manos a la obra! No tengas miedo ni te desanimes,
porque Dios el SEÑOR, mi Dios, estará contigo. No te dejará ni te abandonará
hasta que hayas terminado toda la obra del templo." (1 Crónicas
28:20).
Dependa
del poder de Dios.
Cuando llegan los problemas, tenemos la tentación de tratar con ellos en base a
nuestra capacidad y fuerza solamente. Dios nos dice, sin embargo, que confiemos
en Él y Sus recursos. "Así que no temas, porque yo estoy contigo;
no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te
sostendré con mi diestra victoriosa" (Isaías 41:10).
Confíe
el propósito y los planes de Dios. Cuando se producen contratiempos
inesperados, nos preguntamos si a Dios le importa - o si está consciente de lo
que nos pasa. Él promete estar al pendiente, y preocuparse. Nunca está
sorprendido por tiempos de adversidad. "Porque yo sé muy bien los
planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR—, planes de bienestar y no de
calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” (Jeremías
29:11).
Por
Robert J. Tamasy
MANÁ DEL LUNES
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