Creo para comprender


A veces oímos decir: «No intente comprender, crea simplemente». Esta frase puede parecer muy piadosa, pero no corresponde totalmente con lo que la Biblia dice. Es cierto que la revelación de los pensamientos de Dios es tan profunda que sólo podemos tratarlos superficialmente. Y desde luego, la fe siempre viene en primer lugar: “Por la fe entendemos” (Hebreos 11:3).
Pero Dios desea que, mediante la fe, lo conozca cada día más, para comprender lo que soy, recibir su plan y discernir su voluntad. No pide una obediencia ciega, sino una confianza viva e inteligente, que se expresa sobre todo en el deseo de comprender cada vez mejor los pensamientos de Dios. De ahí la oración: “Dame entendimiento, y viviré”. ¡Oración tan necesaria para cada uno de nosotros! Es una oración sencilla, la cual expresa que sin la gracia de Dios y la ayuda de su Espíritu, la revelación de Dios mismo queda fuera de mi alcance. También es una oración que confía en las promesas de Dios, quien desea darnos a conocer sus pensamientos revelados en la Biblia. Leamos, pues, la Palabra de Dios en oración, sometiendo nuestra inteligencia a su autoridad (Proverbios 3:5); en ella hallaremos al Dios de amor.
Jesús alababa a su Padre por haber escondido estas cosas de los sabios y entendidos y haberlas revelado a los niños. Los niños aceptan sin prejuicios lo que sus padres les dicen. ¡Qué ésta sea nuestra actitud respecto a lo que Dios nos dice!


Dame entendimiento, y viviré. Salmo 119:144

Respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Mateo 11:25

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