NUEVA MIRADA A UN ANTIGUO MAL


En recientes tiempos, intelectuales y líderes políticos alrededor del mundo han vuelto a examinar el asunto del antisemitismo. Muchos creen que el concepto requiere una nueva definición, nuevos parámetros, nuevas limitaciones. En algunos casos, el resultado ha sido favorable para el pueblo judío. Sin embargo, en su mayoría, el mensaje al mundo es todo lo contrario. Muchos concluyen que el antisemitismo, aunque un fenómeno muy desafortunado, no es distinto a otra clase de racismo. Dicen que el Holocausto fue un genocidio como cualquier otro genocidio ocurrido en la historia. Hasta escuchamos la palabra aplicada a otras situaciones modernas, como al "holocausto" del aborto o el alegado "holocausto" que enfrenta el pueblo palestino.

Sin duda, la maldad y el odio están rampantes en nuestro mundo moderno. Pocos cristianos negarían que el aborto es una atrocidad aborrecible. Y ciertamente, ha habido muchos grupos étnicos que han atravesado indecibles horrores genocidas alrededor del mundo. Pero no se deje engañar. El antisemitismo es único en su maldad, y quizás ya sea el tiempo en que los cristianos también lo examinemos nuevamente. El gran sabio judío Rashi señala cuatro áreas que claramente definen lo distintivo del odio hacia el pueblo judío:

1. Longevidad – Varios grupos han sufrido persecución durante su existencia como pueblo, y los horrores del maltrato en su contra fueron en menor o mayor grado, y luego desaparecieron del escenario mundial. No obstante, podemos identificar el inicio del antisemitismo en el libro de Génesis, y seguir ese hilo a lo largo de toda la historia del pueblo judío.

2. Universalidad – Otros grupos étnicos han sufrido horrendas persecuciones en sus propios países o en las naciones de su dispersión, pero el pueblo judío ha sufrido a manos de antisemitas en todas partes del mundo dondequiera que viajaban.

3. Intensidad – Nuevamente, el prejuicio humano periódicamente ha estallado en violentas persecuciones, incluyendo violaciones y asesinatos. Nadie se atrevería minimizar el sufrimiento de dichas minorías a manos de sus opresores durante sus diversas épocas históricas. Pero el antisemitismo se ha expresado repetidamente en una manera particularmente cruel: la Inquisición, los pogromos europeos, y el Holocausto siendo sólo unos pocos ejemplos.
4. Confusión – A manera sorprendente, hay muy poca concordancia mundial en cuanto a la razón para el odio hacia los judíos. Justificaciones típicas para tal persecución y opresión incluyen temas como el dinero, la tierra, el poder y el empleo, pero nada tienen que ver con el odio milenario y global hacia el pueblo judío.

Creados para Reflejar el Carácter de Dios: 

Entonces, ¿cuál es la razón por tanto odio irracional?  Creo que podemos comenzar a encontrar la razón por ello en la Torá. En Éxodo 28:2, Moisés dice a los israelitas: "Harás vestiduras sagradas para tu hermano Aarón, para gloria y hermosura."

La palabra hebrea traducida como "gloria" es kavod, que significa también honra o reverencia. La palabra para "hermosura" es tiferet, refiriéndose a esplendor. Claramente, esas vestiduras sagradas deberían ser reflejo de Dios mismo. Luego sigue una lista de instrucciones estableciendo los detalles minuciosos de cada aspecto de esas vestiduras, como su estilo, diseño, tela, hilo, color, tejido, tamaño, adorno... sin dejar lugar a la especulación.

Una vez que describe cómo hacer las piezas individuales, el texto nuevamente entra en detalles específicos sobre cómo unir las piezas. Eso es seguido por instrucciones de cómo Aarón y sus hijos se deberían bañar y ser ungidos antes de ponerse las vestimentas. Entonces, Dios instruye a los israelitas sobre cómo los sacerdotes deberían ponerse las vestimentas. Finalmente, les da los detalles sobre la ceremonia en que serían formalmente ordenados para el sacerdocio.

Y en medio de todas esas instrucciones, Dios repite varias palabras. Usa términos como sagrado, santidad, consagración, santificación...palabras que al parecer tienen una variedad de significados. Sin embargo, en hebreo comparten la misma raíz, que significa ser apartado, ser llamado o ser diferente. Aparece casi 40 veces en la corta discusión del sacerdocio entre Éxodo 28:2 al 30:10. Claramente, Dios desea apasionadamente que los que le sirvan en el Tabernáculo, y luego el Templo, sean santos, apartados, santificados, llamados a ser diferentes, ser de Él y vivir solo para Él.

Mientras leemos el resto de la Biblia, es igualmente claro que Dios deseaba que todo Israel fuese apartado como una nación de sacerdotes. En las Escrituras de los Apóstoles, Pablo dice lo mismo sobre los seguidores de Yeshúa (Jesús). Los describe como un pueblo peculiar, una nación santa, un sacerdocio real, apartado para Su servicio.

Apartado para un Propósito: 

El pueblo judío fue apartado de todas las demás naciones para cumplir unos propósitos muy específicos, que también requieren ser re-evaluados.

1. Fueron apartados para llevar el manto del monoteísmo a través de la historia, y lo han hecho muy valientemente, para beneficio de todos los que aman al Dios de Israel. Sin embargo, en muchas iglesias modernas el mensaje del monoteísmo ha sido sacrificado en el altar de la corrección política, y nos da la sensación de que hay muchos "dioses" (con "d" pequeña). ¡Nada puede estar más lejos de la verdad! No debemos perder de vista a ese increíble y asombroso "Dios" de Israel (con "D" mayúscula), quien desea una verdadera relación con Su pueblo. Pero eso también requiere que la humanidad cumpla con ciertos requisitos.

2. Fueron apartados para ser luz a las naciones, reflejando la gloria y el esplendor del Señor, alumbrando con el gozo de ese pacto relacional. Desgraciadamente, muchos en el antiguo mundo, como en el nuestro moderno, prefieren la oscuridad. Resienten el imperativo moral y procuran esconderse de la luz.

3. Fueron separados para compartir un mensaje de bondad. Ciertamente, reflejaban la bondad de Dios, pero era mucho más que eso. Ellos ejemplificaron la bondad que Dios exigía de una humanidad predispuesta hacia la maldad. Pero al establecer esa exigencia, Dios prometió enseñar, dirigir, guiar e instruir a Su pueblo, además de apoderarlos con Su Espíritu Santo, para que pudiesen cumplir con ese requisito y vivir en bondad. Pero el llamado a la moralidad absoluta fue una carga demasiado pesada para las culturas paganas...así como lo es hoy día.

Un Mensaje Revolucionario: 

Cuando el pueblo judío apareció en el ámbito religioso de su tiempo, trajo un mensaje nuevo y revolucionario. ¡Era como si los judíos declarasen que los dioses paganos eran todos inservibles, impotentes e inútiles frente al único Dios verdadero! Él es invisible, sí, pero infinito, invencible y perfecto en todas las formas. Ese Dios decía que el infanticidio (sacrificio de niños) y el sacrificio humano en general, rituales que formaban parte integral de la adoración pagana de su tiempo, eran absolutamente inaceptables.

Y por una razón muy específica. Ese Dios declaraba que cada ser humano, fuese hombre o mujer, rico o pobre, blanco o negro, fue creado a Su imagen y por eso llevaba en sí la chispa divina. Por lo tanto, nadie tenía libertad para vivir según le pareciera. Cada hombre y mujer era responsable ante los demás de rendir su voluntad a esa Autoridad superior. Todos eran responsables por difundir la bondad, cuidar el uno al otro, servir a los demás y no a sí mismos mientras daban la honra a ese único asombroso e infinito Dios.

¡Qué mensaje tan singular! Había un sólo Dios y un sólo camino; había una verdad absoluta y una falsedad absoluta; una bondad absoluta y una maldad absoluta. Qué convicción de pecado tan inquietante para los que amaban la oscuridad y odiaban la luz. Qué acusación contra los que sacrificaban sus hijos a los dioses paganos y se recreaban con las prostitutas del templo. Y qué contradicción de voluntades.

Yo opino que muy en sus adentros, donde habita la chispa divina, las personas en ese tiempo (como ahora) reconocieron el mensaje que transmitió el pueblo judío al mundo. Y una vez que lo hubiesen escuchado, tenían que decidir qué hacer con ello. Si no estaban dispuestos a abrazarlo, tenían que reaccionar de alguna manera. Tenemos un dicho en América: "Disparemos al mensajero." Y tristemente, eso fue lo que hicieron.

Decidieron destruirlo, aniquilando al pueblo judío porque su mensaje era demasiado potente, demasiado poderoso para ser ignorado. No era como otras ideologías, que podían tomarse livianamente o ser descartadas. Era una verdad profunda e inquietante que exigía algún tipo de reacción. Y por su mera existencia, el pueblo judío llegó a ser su acusador y fiscal, un constante recuerdo del pecado humano y su llamado al arrepentimiento. Era como un dedo espiritual constantemente señalándoles y condenándoles, como el golpe del martillo en la sala del tribunal y la voz del juez cuando grita: "¡Hallo al acusado culpable!" No había forma de ignorar los estándares del Dios de Israel. Ese fue el conflicto espiritual que engendró el odio que hoy día conocemos como antisemitismo.

El Talmud (comentario rabínico sobre la tradición judía y las Escrituras Hebreas) a menudo habla sobre el antisemitismo y cita su origen por medio de un juego de palabras. Dice que el "Sinaí" es el lugar donde el pueblo judío recibió el mensaje del amor, los valores y los estándares morales de Dios. De allí emanó la luz de la Torá. Y esa palabra es muy similar a otra palabra hebrea, "siná", que significa odio.

El comentario dice que porque del Sinaí emanó el mensaje del Dios que exige cierta conducta moral de la humanidad, el odio también emanó de allí. El pueblo judío se convirtió en el blanco para aquellos cuyo mayor deseo era liberar al ser humano de su conciencia culpable.

El Talmud pregunta: "¿Porqué fue dada la Torá en un monte llamado Sinaí?" Y responde diciendo: "Porque el gran siná emanó de allí también."

El gran siná... intenso odio típicamente cargado de envidia y culpa. Ese tipo específico de odio ha sido dirigido contra el pueblo de Dios. La nación de Israel es única entre las naciones del mundo, hermosa y preciosa... como una carta de amor escrita por la mano de Dios al mundo. Describe a Su pueblo como Su segulá, Su especial tesoro.

Y es debido a ese llamado tan especial, esa relación tan especial con Él, que el pueblo judío ha sido como un animal para ser cazado, agredido, asesinado y perseguido de nación en nación prácticamente a través de toda su historia.

"Siempre Seremos Judíos" 

Es interesante que los eruditos estén re-examinando el antisemitismo y preguntando: "¿Por qué los judíos?" Una joven llamada Anne Frank respondió a esa pregunta. Escribió lo siguiente el 11 de abril de 1944 en su diario:

"¿Quién sabe? Podría ser por nuestra religión, de la cual el mundo y toda la gente aprendió el bien, la causa y la única causa, de que suframos ahora. Nunca podremos ser simplemente ingleses u holandeses, ni incluso, representantes de alguna otra nación. Siempre seremos judíos."

Desdichadamente, mientras eso sea verdad, los amantes de la oscuridad continuarán en su determinación por eliminar al pueblo judío. Anne Frank comprendió que el antisemitismo es realmente odio hacia el judaísmo y odio hacia su mensaje. El antisemitismo no existe porque el pueblo judío sea inteligente o bruto; ambicioso o perezoso; astuto o lerdo; rico o pobre. Existe sencillamente por lo que es.

Antisemitismo en Aumento: 

Ese odio continúa amenazando su existencia hasta el presente. De hecho, informes recientes indican que el antisemitismo va en aumento alrededor del mundo, aún en países donde los expertos no lo anticipaban. Hoy día en Ucrania, se estima que vivan como 71,000 personas judías, pero algunos expertos creen que podría haber hasta 225,000 judíos. Ucrania está prendida en fuego, y atraviesa turbulencia social además de crisis política y económica. En medio de todo eso, los antisemitas alzan sus voces y echan la culpa de los males a los judíos.

Hay una masiva distribución de hojuelas, posiblemente por la Iglesia Ortodoxa, alegando que los judíos conspiran con matar a los niños cristianos por medio de vacunas de veneno, y estas recomiendan que las personas compren pistolas y maten a los "Yids," asegurando que la Biblia dice que eso es lo correcto. Tal retórica no ha sido vista en esa parte del mundo desde los días de la Segunda Guerra Mundial. Incluso, el gobierno alegadamente considera legislar que todo el que ayude a los judíos sea clasificado como enemigo del estado. Sin importar el origen de tales expresiones, estas inflaman un antisemitismo que ya existía en Ucrania desde hace mucho tiempo.

En estos precisos momentos, nuestra oficina que maneja el Proyecto Rescate en Ucrania recibe cientos de peticiones para rescatar a personas judías que viven en temor por sus vidas y la de sus hijos. Están desesperados por hacer aliyá (inmigrar a Israel), y debemos ayudarles. Por siglos, los cristianos repetidamente han abandonado al pueblo judío en su mayor momento de necesidad. ¡Yo creo que esta es la oportunidad para hacer un bien! Y no les debemos fallar.

Discerniendo los Tiempos y las Épocas: 

En los Escritos de los Apóstoles, Pablo escribió a su hijo espiritual Timoteo. Sus cartas fueron escritas durante momentos de gran peligro, tanto para el pueblo judío como para el nuevo grupo que creía en Yeshúa como su Mesías, todavía denominado como la Secta del Nazareno, aunque más tarde serían conocidos como cristianos. Pablo probablemente escribió a Timoteo cuando Nerón comenzó su campaña de persecución, y le habló acerca de ciertas dificultades que Timoteo tendría que enfrentar, pero también habló proféticamente a las generaciones que leerían sus cartas en el futuro.

El propio Yeshúa predijo que vendrían tiempos de dificultad sobre la tierra, y Pablo se refirió varias veces al "final de los tiempos." Aunque no vivió para verlo, las palabras de Pablo han resonado a través de los siglos, llamando a los cristianos para que estén alertos y preparados para lo que les acontezca en el futuro.

"Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios..." (2 Tim. 3:2-4).

En su carta a la nueva iglesia en Tesalónica, Pablo dedicó bastante atención a una discusión sobre el final de los tiempos, haciendo alusión a las palabras de Joel, Amós, Sofonías, Isaías y Zacarías, todos profetas de Israel. "Cercano está el gran día del SEÑOR, cercano y muy próximo. El clamor del día del SEÑOR es amargo; allí gritará el guerrero. Día de ira aquel día, día de congoja y de angustia, día de destrucción y desolación, día de tinieblas y densas sombras, día nublado y de densa oscuridad..." (Sof. 1:14-15).
"Ahora bien, hermanos, con respecto a los tiempos y a las épocas, no tienen necesidad de que se les escriba nada. Pues ustedes mismos saben perfectamente que el día del Señor vendrá así como un ladrón en la noche; que cuando estén diciendo: 'Paz y seguridad,' entonces la destrucción vendrá sobre ellos repentinamente, como dolores de parto a una mujer que está encinta, y no escaparán. Pero ustedes, hermanos, no están en tinieblas, para que el día los sorprenda como ladrón; porque todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino estemos alerta y seamos sobrios [tengamos dominio propio]" (1 Tes. 5:1-6, énfasis añadido).

Claramente, Pablo esperaba que los cristianos pudiesen discernir los tiempos y las épocas para que no fuesen sorprendidos por el mal que vendría a la tierra, sino que estuviesen preparados y se condujesen de una manera que diera honra al Dios de Israel.

Yo propongo que el tipo de antisemitismo que envió a millones de judíos a las cámaras de gas, y en este momento de la historia aún amenaza las vidas de judíos en Ucrania y alrededor del mundo, es la mayor indicación de que nos acercamos a los días descritos por el Apóstol.

Llamados a Bendecir: 

Yeshúa dijo: "Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos" (Juan 15:13). Nuestros trabajadores en Ucrania en estos momentos arriesgan sus vidas para ayudar a tantos judíos como puedan para que escapen de la violencia y lleguen a la seguridad de Israel. No sabemos cuándo se cierren esas puertas.

Quizás Dios no le llame para arriesgar su vida de manera física como ellos, pero hay mucho que usted puede hacer dondequiera que se encuentre en el mundo.

1. Ore para que el Dios de Israel sea reconocido y honrado a medida que interviene en su bien.

2. No puedo sobre-enfatizar cuán importante es que los cristianos alrededor del mundo estén orando por el pueblo judío, por nuestros trabajadores cristianos en Ucrania que tanto arriesgan, y contra el espíritu del antisemitismo que está abarrotando al mundo.

3. Si hemos de ver un aumento masivo en aliyá el año entrante, es necesario que Puentes para la Paz se encuentre listo. Debemos tener el personal y los recursos para cumplir nuestras promesas de amistad y ayuda al pueblo judío. Por lo tanto, además de orar, los cristianos deben ofrendar generosamente para salvar esas vidas, que son la segulá de Dios, y capacitarnos a ayudarles una vez que lleguen a Israel. Comparta esta necesidad e informe a sus amistades, familiares, congregación y comunidad. ¡Y recuérdeles que una bendición espera a los que bendigan a Israel! "Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. En ti serán benditas todas las familias de la tierra" (Gén. 12:3).

 4. También debemos orar para que la Iglesia abra su corazón al llamado de Dios por apoyar a Israel. Aunque muchos cristianos decidieron apoyar a Israel en la pasada década, aún existen millones de cristianos alrededor del mundo que son ambivalentes, desinformados o abiertamente antisemitas. Ore para que los cristianos se unan en un solo cuerpo y que demuestren ser verdaderos amigos del pueblo judío, sencillamente por lo que es.


Por Rda. Cheryl Hauer, Directora de Desarrollo Internacional

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