¿En paz o preocupados?
¿Quién
de nosotros no ha pasado alguna vez un día melancólico, triste, debido a la
inquietud respecto al mañana, lo cual nos impide vivir plenamente el día de
hoy? Sentimos que esos días son pesados e inútiles, por ello guardamos un mal
recuerdo. Sin embargo, cada día que Dios nos ha dado es precioso e importante.
¿Habrá creado Dios días inútiles en nuestra vida? ¡No! Cada día tiene su razón
de ser. En su Palabra Dios nos declara que los creyentes somos “hechura suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano
para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10). Por lo tanto nos invita a
ocuparnos del día de hoy y considerar cada día como único para así cumplir con
lo que puso ante cada uno de nosotros.
Los discípulos que seguían a Jesús, ¿sabían siempre el programa del día
siguiente? ¡No! Sin embargo fue así como el Señor les enseñó a seguirle,
recordándoles: “Así que, no os afanéis por el día de mañana” (Mateo 6:34).
Marta era fiel y muy abnegada, pero, demasiado ocupada en sus quehaceres,
reprochó a su Maestro que no se preocupase porque su hermana no le ayudaba.
Jesús tuvo que decirle: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas
cosas” (Lucas 10:41). Tenemos a un gran Dios que conoce y dirige todo; nos
recuerda que todas las cosas trabajan para bien de los que lo aman (Romanos
8:28). Busquemos su voluntad y dejémonos conducir por él cada día. “Te haré
entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos”
(Salmo 32:8).
¿Y quién de vosotros
podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Mateo 6:27
Echando toda vuestra
ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 1 Pedro 5:7
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