Alguien que molesta?
Un
predicador cristiano, cuyo lenguaje era severo y penetrante, decía: «Hemos
predicado a un Cristo vacío e insípido. Hemos anunciado un Evangelio endulzado
y hemos incitado a los jóvenes a dudar de las Santas Escrituras, quitándoles su
autoridad; por eso muchos de ellos preguntan cuál es la razón de ser del
cristianismo.
»Dios ya no es el Dios de la Biblia, sino un Dios nacido de nuestra
imaginación. Despojamos a Cristo de su divinidad, y lo sobrenatural fue
eliminado de nuestra fe. Incluso los adversarios de la fe no emiten ninguna
objeción a un cristianismo así. Están satisfechos si sólo tenemos a un Cristo
social. Tampoco se oponen a un Cristo clavado en la cruz; de hecho, es ahí
donde quisieran dejarlo, es decir, prefieren a un Cristo moribundo, derramando
su sangre y clavado, que a un Cristo vivo y resucitado.
»Pero fue un Cristo resucitado quien envió a los discípulos con un mensaje
totalmente nuevo. Predicaron a un Cristo vivo. Esto es lo que deberíamos
anunciar, no solamente en Pascua, sino cada día del año: el Cristo resucitado
quiere venir hoy a nuestros corazones. ¡Pero cuidado, él quiere cambiar
radicalmente nuestras vidas! Desgraciadamente rechazamos a ese Cristo porque
nos molesta; dudamos seguirle en este siglo materialista, profano, ansioso de
placeres y lleno de prejuicios».
“Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a
todo hombre…” (Colosenses 1:27-28).
Nosotros predicamos a Cristo crucificado… Cristo poder de Dios, y
sabiduría de Dios. 1 Corintios 1:23-24
(Jesús dijo:) Yo soy el primero y el último; y el que vivo, y
estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos. Apocalipsis
1:17-18
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