¿Tiene un problema? ¡Llame al 311!


La municipalidad de Nueva York creó un «número para todos los problemas», el 311. A través de esta línea pretende solucionar, en un tiempo récord, todos los problemas de la vida cotidiana de los habitantes de la gran metrópoli. Cada día reciben miles de llamadas.

En una revista cristiana se leía: «¡El número directo del cielo es el 5015!», haciendo alusión al Salmo 50, versículo 15: “Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás”.

Nos alivia encontrar una solución a nuestros problemas cotidianos, pero las necesidades morales y espirituales también son numerosas. Entonces nuestros contemporáneos se vuelcan hacia todo tipo de ilusiones, espejismos y engaños. Le animamos a utilizar ese 5015, es decir, la oración.

“Mejor es confiar en el Señor que confiar en el hombre” (Salmo 118:8). Dios es fiel y no decepciona a ninguno de los que se dirigen a él. “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmo 46:1). Muchos lo han experimentado en todo tiempo. “El día que clamé, me respondiste; me fortaleciste con vigor en mi alma” (138:3).

¿Su pecado le abruma y siente su culpabilidad ante Dios? Él encontró el remedio, porque le ama: dio a su Hijo Jesucristo. Si usted cree en él y en la eficacia de su obra, es liberado de sus faltas, pues Cristo las llevó en la cruz. Entonces puede decir: “A ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados” (Isaías 38:17).

Clamaron a Dios… y les fue favorable, porque esperaron en él. 1 Crónicas 5:20


Comentarios