¿En Qué o En Quién Usted Confía?


Estamos viviendo tiempos desafiantes e inciertos, capaces de afectar la confianza de los más optimistas. Las corporaciones robustas mostraron inestabilidad; algunas entraron en colapso total. Las bolsas de valores, que los peritos usan para determinar las economías globales, has oscilado desenfrenadamente, en caída libre después de haber alcanzado altos resultados. Las industrias están al borde del desastre. Los empleos considerados seguros, están amenazados, mientras que se multiplican las filas de desempleados.

Esto es suficiente para preguntarnos en lo que estábamos confiando. Cuando las corporaciones de billones de dólares presentan los balances financieros desanimadores y hacen previsiones sombrías para el futuro, los inversionistas saben que no pueden confiar en ellas. Cuando los líderes del gobierno y expertos se esfuerzan para explicar los cambios dramáticos en la economía, sabemos que no pueden confiar en ellos. Cuando los empleadores anuncian los cortes drásticos y los despidos en masa, los trabajadores saben que no pueden confiar en ellos. Cuando los medios de comunicación nos bombardean con informaciones distorsionadas o exageradas, gran parte de ellas contradictoria, sabemos que no podemos confiar en ellos.

Siendo así, ¿en qué o en quién podemos depositar nuestra confianza? Podemos estar transbordando de auto confianza y desenvoltura, pero si somos honestos, reconoceremos que tenemos nuestras propias limitaciones. Hay cosas que están fuera de nuestro control. No siempre podemos confiar en nosotros mismos. ¿Pero, será que no existe nada o nadie digno de nuestra total confianza?

Mi propia experiencia me demostró que solamente hay una fuente de confianza con la cual sin duda podemos contar. Descubrí esa fuente en lo que considero el mejor libro que ya fue escrito: la Biblia. El libro de Proverbios dice como debemos dirigir nuestra confianza:

. Confiar en lo que no podemos entender. Hay situaciones que desafían nuestra comprensión y tratamos de pensar en cómo solucionarlas. Pero si confiamos en el Dios cuidadoso que conoce todo y está activamente involucrado en nuestra vida, podemos tener seguridad que Él está haciendo más de lo que podaríamos esperar o imaginar. "Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas" (Proverbios 3:5-6).

. Confiar en principios probados y comprobados. Algunos consideran la Biblia arcaica e irrelevante. Pero los que están dispuestos a analizarla con honestidad, descubren que sus verdades son tan nuevas y relevantes como las noticias de hoy. El desafío está en aprender esos principios y descubrir de que forma se aplican a las circunstancias cotidianas. "Para que tu confianza sea en Jehová, te las he hecho saber hoy a ti también" (Proverbios 22:19).

. Confiar en asuntos fuera de nuestro control. En muchos acontecimientos recientes la ganancia contribuyó para el fin de muchas empresas. Los ejecutivos manipularon prácticas y sistemas económicos perjudicando millones de personas. Confiar en Dios remueve la necesidad de tomar el asunto en nuestras propias manos. "El altivo de ánimo suscita contiendas; mas el que confía en Jehová prosperará" (Proverbios 28:25).

. Confiar en el único que jamás nos decepcionará. Nuestros queridos amigos y consejeros, por experiencia propia, algunas veces nos decepcionan, a pesar de sus mejores intenciones. Ellos son, a pesar de todo, "simplemente humanos". Pero cuando depositamos nuestra confianza en Dios, Él jamás nos fallará. Sus promesas son siempre verdaderas. "El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado" (Proverbios 29:25).

Por Robert J. Tamasy

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