CONSTRUYENDO EN EL REINO DE DIOS


El Señor habla a Sus hijos de muchas maneras. ¡Cuán agradecida estoy de que Dios se revela a Su pueblo! Su revelación escrita, las Escrituras, es una constante fuente de inspiración y dirección. Allí vemos ejemplos de cómo Dios se comunicó con el ser humano, algunas de ellas de manera muy inusual. Considere cómo el burro habló a Balaam. En otra ocasión, Dios escribió sobre una pared. A veces envió a ángeles para llevar Su mensaje, y en otras ocasiones dio sueños y visiones. Dios nunca me ha hablado por medio de un burro, ni me ha visitado un ángel. Por lo general, Dios me habla a través de la Biblia, a menudo por la apacible voz interna del Espíritu Santo, y a veces por medio de sueños. Cuando he soñado algo que parece tener un mensaje espiritual, o que queda claramente en mi memoria cuando despierto, siempre oro y le pregunto a Dios si el sueño era de Él, y si lo fue, cuál es su significado.

Hace poco tuve uno de esos sueños. Primero que nada, cualquier revelación extra-bíblica debe someterse a la Palabra escrita de Dios. Por lo tanto, mi primera reacción fue preguntarle al Señor si ese sueño fue resultado de un cerebro hiperactivo, o si provino de Él. Luego de mucha reflexión y oración, tengo por seguridad que era un mensaje del Señor. Me condujo a mucho pensamiento y oración, además de estudio de la Palabra, y a continuación lo voy a compartir con usted.

En mi sueño, vi a unos albañiles construyendo un muro. Era un muro precioso. Miré por un rato mientras ponían bloque tras bloque sobre la base, y el edificio iba creciendo. Los bloques se veían perfectos en forma, y los albañiles era muy expertos. Cada bloque se alineaba perfectamente con los demás a su alrededor. El cemento que los pegaba era aplicado uniformemente. Me sentí intrigada, y me acerqué al muro para tocarlo. De repente, el muro comenzó a tambalearse y parecía que se iba a caer. Asustada, corrí para ver el otro lado del muro. Para mi sorpresa, por el lado contrario, encontré que el muro no estaba asentado sobre un firme fundamento, ni formaba parte de un edificio. Los bloques estaban malamente pegados para formar un muro muy inestable. Claramente, este edificio no cumplía con los códigos apropiados de construcción. No hubiera pasado una inspección de seguridad. Aunque el trabajo se veía precioso por un lado, claramente no estaba bien construido. Entonces desperté.

Mi respuesta inmediata fue clamar a Dios para que me explicara el sueño. Primeramente, entendí que Dios me estaba enseñando lo inútil que es edificar algo con nuestras propias habilidades, destrezas o ideas. El Salmo 127:1 dice: "Si el SEÑOR no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el SEÑOR no guarda la ciudad, en vano vela la guardia." A los pocos días del sueño, íbamos a celebrar unas reuniones de la Junta de Directores con otros líderes internacionales, y compartí el sueño con ellos. Les animé a que cada uno se examinase a sí mismo, y que evaluaran nuestros programas y el ministerio.

La organización de Puentes para la Paz ha sido muy bendecida con una asombrosa Junta de Directores y equipo de líderes que desean seguir al Señor de todo corazón. Estamos unánimes en el deseo de construir sólo según los planes de Dios. Cualquier cosa ajena es inútil y vana. No queremos invertir nuestro tiempo, energía ni dinero en algo que Dios juzgue como "madera, heno o paja" en el día del juicio (1 Cor. 3:10-15). Era un buen comienzo para aplicar el mensaje del sueño, pero es un trabajo continuo. En los días por venir, continué pidiendo más entendimiento, y busqué más en las Escrituras para ver qué decían sobre las construcciones. Permítame compartir con usted lo que encontré.


Construyendo Según Nuestras Propias Ideas

En Génesis 11, vemos cómo todos los hombres hablaban un mismo idioma, y se unieron para construir un edificio que llegara al cielo: la Torre de Babel. Su motivación no era seguir a Dios ni bendecir al Señor, sino elevarse a sí mismos. Dios sabía que tenían grandes habilidades; después de todo, Él los había creado a Su imagen con la capacidad de pensar, comunicar y usar sus destrezas y talentos para crear y construir. Pero Dios no se agradó de su motivación interna, la cual no estaba centrada en Dios sino en sí mismos. Por esa razón, Dios detuvo esa obra, confundiendo sus idiomas para que no pudiesen comunicarse ni continuar.

Mucho después, Dios fuertemente criticó a los profetas de Israel que profetizaban según sus propios pensamientos en vez de comunicar la mente de Dios. El profeta Ezequiel redactó esas fuertes palabras de Dios:

Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR: "Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan, y dile a los que profetizan por su propia inspiración: 'Escuchen la palabra del SEÑOR.' Así dice el Señor DIOS: "¡Ay de los profetas necios que siguen su propio espíritu y no han visto nada! Como zorros entre ruinas han sido tus profetas, oh Israel. Ustedes no han subido a las brechas, ni han levantado un muro alrededor de la casa de Israel, para que pueda resistir en la batalla en el día del SEÑOR. Han visto falsedad y adivinación mentirosa los que dicen: 'El SEÑOR declara,' cuando el SEÑOR no los ha enviado; no obstante, esperan el cumplimiento de su palabra. ¿No han visto una visión falsa y han hablado una adivinación mentirosa cuando dicen: 'El SEÑOR declara,' y Yo no he hablado?" Por tanto, así dice el Señor DIOS: "Por cuanto han hablado falsedad y han visto mentira, por tanto, Yo estoy contra ustedes," declara el Señor DIOS. "Y estará Mi mano contra los profetas que ven visiones falsas y hablan adivinaciones mentirosas. No estarán en el consejo de Mi pueblo, no serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni entrarán en la tierra de Israel. Así ustedes sabrán que Yo soy el Señor DIOS. Sí, porque han engañado a Mi pueblo, diciendo: '¡Paz!' cuando no hay paz. Y cuando alguien edifica un muro, ellos lo recubren con cal. Diles, pues, a los que lo recubren con cal, que el muro caerá; vendrá una lluvia torrencial y ustedes, piedras de granizo, caerán; y se desencadenará un viento huracanado. Cuando el muro haya caído, ¿no les preguntarán: '¿Dónde está la cal con que lo recubrieron?'" Por tanto, así dice el Señor DIOS: "En Mi enojo haré que un viento huracanado se desencadene; también por Mi ira vendrá una lluvia torrencial y granizo para consumirlo con furor. Así derribaré el muro que han recubierto con cal, lo echaré a tierra y quedará al descubierto su cimiento. Y cuando caiga, ustedes serán destruidos en medio de él. Así sabrán que Yo soy el SEÑOR. Desahogaré así Mi furor contra el muro y contra los que lo han recubierto con cal, y les diré: 'No existe el muro ni existen los que lo recubrieron, ni los profetas de Israel que profetizaban acerca de Jerusalén y que veían para ella visiones de paz cuando no había paz,'" declara el Señor DIOS.

Ese pasaje me impactó profundamente, ¡porque Dios relacionaba ciertas obras con un muro malamente construido! Ese muro estaba pegado con cal no atemperado, y Dios dijo que se caería y les produciría gran ruina y destrucción. En un comentario judío del libro de Ezequiel de Artscroll, que contiene referencias al Talmud y otras fuentes rabínicas (vea "Nota Aclaratoria" al final), encontré una interesante interpretación sobre ese muro. En el comentario sobre el verso 10, dice (traducido por la presente traductora):

[La frase hebrea] boné jaitz significa "construye una partición [o muro]." Según Yerushalmi Shevi'i 3:6, jaitz denota una partición hecha de piedras, una encima de otra, sin forma específica ni cemento como pegamento. Por lo tanto, es un muro muy débil. Si se cubre ese muro con una fina capa de cal no funcionará, porque el muro aún estará frágil a pesar de la ilusión de solidez. Cuando los elementos la destruyan, será muy tarde corregir el error.

Los habitantes de Jerusalén habían erigido un muro ilusorio tras el cual se sentían seguros y protegidos. Si no se hubiesen resguardado tras la falsa promesa que los falsos profetas habían hecho de paz cuando no había paz, seguramente hubiesen visto la verdad que les presentaban Jeremías y Ezequiel. Sin embargo, estaban cegados por un enchapado de esperanza que los falsos profetas pusieron sobre su muro de ilusiones.

Me sentí redargüida por la noción de que nosotros también, en este siglo 21, pudiésemos estar en el mismo peligro de auto-engaño. ¿La iglesia moderna es culpable de interpretar los eventos mundiales de manera equivocada? ¿Hemos confiado en unos muros malamente construidos según nuestros propios deseos, ignorando las realidades que nos rodean? ¿Hemos confiado en las palabras de políticos y falsos profetas modernos que dicen lo que queremos escuchar? ¿Anunciamos "paz, paz" cuando no hay paz? ¿Construimos nuestras vidas sobre el firme fundamento de la Palabra de Dios, la Palabra hecha Carne, o confiamos en nuestros propios pensamientos, planes y prosperidad?

En Mateo 7, Yeshúa (Jesús) nos advirtió sobre el peligro de hacer las cosas de nuestro propio modo, y la importancia de hacerlas correctamente.

Cuídense de los falsos profetas, que vienen a ustedes con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego. Así que, por sus frutos los conocerán. No todo el que Me dice: "Señor, Señor," entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos. Muchos Me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu nombre, y en Tu nombre echamos fuera demonios, y en Tu nombre hicimos muchos milagros?" Entonces les declararé: "Jamás los conocí; APÁRTENSE DE MI, LOS QUE PRACTICAN LA INIQUIDAD." Por tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca. Todo el que oye estas palabras Mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción (versos 15-27).

¿Cuánto de lo que hemos construido en nuestras vidas, ministerios, iglesias y naciones es como el muro de mis sueños, o el muro enchapado de cal de Ezequiel, con una linda apariencia pero incapaz de resistir las presiones cuando lleguen?

Compartía este sueño con algunas amistades cercanas en Estados Unidos. Uno se entusiasmó grandemente, ¡porque había tenido un sueño idéntico casi al mismo tiempo! En ese momento, él entendió que el Señor le había revelado que América estaba confiando en un muro de materialismo y prosperidad, cuyo fundamento era inestable y que estaba en peligro de colapsar. Creo que el Señor nos puede enseñar muchas cosas a medida que oramos sobre ese muro malamente construido. Quizás el mensaje pudiese variar de persona en persona, dependiendo de las situaciones que le rodean. Le ruego a todos los cristianos sinceros que busquen lo que Dios les quiere decir hoy día.


Dios, el Constructor

Mientras estudiaba varias referencias bíblicas sobre la construcción, me di cuenta cuántas construcciones Dios había dirigido por medio de Sus siervos, y cuán cercanamente estaba involucrado en el proceso. Dios los dirigió a construir altares; Noé fue dirigido a construir el arca; Moisés fue dirigido a construir el Tabernáculo; y Salomón fue dirigido a construir el Templo. Parece que Dios se interesa mucho en la construcción. Dios le dijo a Noé que hiciera el arca, pero no le permitió diseñarlo y hacerlo por su cuenta. Dios fue el arquitecto y Noé sólo el obrero. Le dijo a Moisés que construyera un Tabernáculo, pero no le dejó hacerlo solo.

Las instrucciones de Dios a Noé y Moisés eran increíblemente detalladas, incluyendo las dimensiones, los materiales, los colores, etc. No eran instrucciones meramente prácticas, sino también incluían el embellecimiento. Dios también diseñó la vestimenta de los sacerdotes. Aclaró a Moisés y los artesanos cómo deberían ser hechos. Dios estaba vitalmente involucrado en cada etapa del proceso de construcción.

Actualmente en Israel, hay judíos devotos que desean construir el Tercer Templo. Estudian cada referencia Bíblica y Talmúdica en cuanto a la adoración del Templo. Uno puede visitar el sitio de Internet del Instituto del Templo (en la biografía) para ver algunas de las cosas que han hecho. Por ejemplo, hicieron una gran menorá de oro, un candelabro de siete brazos según descrito en Éxodo 25:31-40, y puede verse en el sector judío de la Ciudad Antigua de Jerusalén casi al frente del Monte del Templo.

"Entonces harás un candelabro de oro puro. El candelabro, su base y su caña han de hacerse labrados a martillo. Sus copas, sus cálices y sus flores serán de una pieza con él… Mira que los hagas según el diseño que te ha sido mostrado en el monte" (versos 31, 40). Tomaron todo cuidado para replicar la menorá según las descripciones bíblicas e históricas. Podemos ver una menorá del Templo grabada sobre el Arco de Tito en Roma. Ese arco conmemora la conquista romana de Israel, e ilustra los tesoros del Templo cuando los llevaron a Roma. Cheryl Hauer, nuestra Directora de Desarrollo Internacional, recientemente visitó a Roma y ese arco era lo que más deseaba ver. ¿Por qué? Porque allí podemos ver un tallado antiguo de algo que Dios diseñó para ser usado en la adoración. Cuando veo la réplica de la menorá, me alegra saber que los diseñadores y artesanos modernos también comprenden cuán importante es para Dios la manera en que las cosas se construyen.


¿Qué Construye Dios Hoy Día?

Una de las cosas que Dios construye en la actualidad es a Sion. Las Escrituras hablan sobre ese tiempo cuando Dios traerá de regreso a los cautivos de Israel desde las naciones de su dispersión. Dos versos en los Salmos hablan de eso: "Porque el SEÑOR ha edificado a Sion, y se ha manifestado en Su gloria. Ha considerado la oración de los menesterosos, y no ha despreciado su plegaria" (Salmo 102:16-17). "El SEÑOR edifica a Jerusalén; congrega a los dispersos de Israel" (Salmo 147:2).

Dios tiene un detallado plan sobre el retorno de Su pueblo a Israel, descrito por los profetas de Israel hace 2,500 a 3,000 años. Actualmente, vemos cómo se cumple ese plan al pie de la letra. (Vea otros estudios en nuestro sitio de Internet, especialmente "El Retorno de Sion"). Los profetas dijeron que Dios usaría a los gentiles (no-judíos) para asistir en ese proyecto de construcción. Sus riquezas serían usadas para financiar el proyecto, e incluso los cargarían físicamente hasta su hogar en Israel (Isaías 60:1-10; 62:1-2, 6-7, 10). Puentes para la Paz está involucrada en ese esfuerzo por traer al pueblo judío de regreso a su hogar y ayudarlos en su adaptación dentro de su tierra prometida. Miles de cristianos alrededor del mundo han capturado esta visión por ser parte del equipo de Dios en la reconstrucción de Sion.


¿Cómo Construimos Nuestras Vidas?

Dios también está muy interesado en cómo nos desarrollamos espiritualmente. Él quiere que crezcamos y maduremos en Él. Leemos en Judas 20-21: "Pero ustedes, amados, edificándose en su santísima fe, orando en el Espíritu Santo, consérvense en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna." Debemos asegurarnos que construimos sobre un buen fundamento. En 1 Pedro 2, los creyentes somos llamados piedras vivas: "También ustedes, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo" (v. 5).

¿Qué es una piedra viva? Mi esposo Tom es un guía turístico en Israel, y atravesó dos años de entrenamiento intensivo para obtener su licencia. En sus estudios, descubrió que una piedra viva es una que ha sido tallada y labrada a golpes para uso en la construcción. Dios desea tallarnos para Sus propósitos. Aunque el proceso de ser cortado y tallado no resulta muy cómodo, es necesario que Dios lo haga para que seamos útiles en la casa espiritual que está construyendo.

¿Está usted dispuesto a que Dios le talle, cortando las cosas que no Le son agradables, para que sea una piedra viva entre las demás piedras vivas de Su construcción? Ese proceso es requerido para que podamos permanecer firmes cuando el viento de adversidad nos azote en estos últimos días. Necesitamos estar construidos según el plan de Dios, y Dios es bien detallado en Su construcción. Sometámonos a Su corrección y plan para que seamos fuertes en Él y preparados para Su obra. ¿Dios quiere usarle para edificar y construir a Sion? Ese es parte del llamado que Dios hace.

Sea lo que Dios tenga preparado para usted, le animo a que se someta a Su plan. Los que confían en el Señor no tienen que temer cuando lleguen tiempos difíciles. Como dijo Yeshúa, "Por tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca" (Mat. 7:24-25).

Por Rebecca J. Brimmer
Presidenta Internacional y CEO


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