LA ECONOMIA DE DIOS


"Y si te ofreces ayudar al hambriento, y sacias el deseo del afligido, entonces surgirá tu luz en las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía. El SEÑOR te guiará continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus huesos. Serás como huerto regado y como manantial cuyas aguas nunca faltan" (Isaías 58:10-11).

He viajado extensamente en Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido en los pasados meses, compartiendo sobre el amor de Dios por Israel y el apoyo cristiano hacia Israel y la comunidad judía. Es un verdadero gozo ser parte de nuestro ministerio que Dios levantó durante este tiempo singular en la historia. Éste es el tiempo en que Dios cumple Su palabra profética y trae el pueblo judío de regreso a Israel desde todas partes del mundo. Los hijos de Dios debemos preguntarnos de qué manera Dios quiere usarnos para cumplir Sus planes durante estos tiempos finales.

Todos atravesamos tiempos muy inseguros. Con cualquiera que hablo, desde los cristianos en las iglesias hasta los hombres seculares de negocio y las meseras en los restaurantes, todos están ansiosos. Sus temas de conversación y preguntas revelan cuánto se preocupan por el futuro: "¿Podré mantener mi empleo?," se cuestiona la mesera. "¿Debemos invertir en oro?," pregunta el líder de la iglesia. "Debo mover la mitad de mis inversiones a otro país," considera el negociante.


Planes de Dios en Bendecir a Sus Hijos

Dios tiene planes de cuidar y bendecir a Sus hijos. Su plan es radicalmente diferente a la perspectiva humana natural. Según la economía de Dios, Él bendice a los que cuidan de los hambrientos. El profeta Isaías dijo lo siguiente: "Y si te ofreces ayudar al hambriento, y sacias el deseo del afligido, entonces surgirá tu luz en las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía. El SEÑOR te guiará continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus huesos. Serás como huerto regado y como manantial cuyas aguas nunca faltan" (Isaías 58:10-11).

En Génesis 12:3, Dios prometió a Abraham, "Bendeciré a los que te bendigan…" El Primer Ministro de Canadá, Steven Harper, es un cristiano nacido de nuevo quien ha apoyado repetidamente a Israel. A manera interesante, el país de Canadá ha sido afectado mucho menos por la recesión económica mundial que otros países. John Howson, el Director Nacional de Puentes para la Paz en Canadá cree que existe una relación directa entre esos dos factores.

El Salmo 122:6 promete que Dios prosperará a los que aman a Jerusalén y oran por ella. En Mateo 25:34-46, Yeshúa (Jesús) dice que las naciones serán juzgadas por la manera en que tratan a los que están en necesidad. Él dirá a las naciones que disfrutarán la bendición de sentarse a Su derecha: "Vengan, benditos de Mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y ustedes Me dieron de comer; tuve sed, y Me dieron de beber; fui extranjero, y Me recibieron; estaba desnudo, y Me vistieron; enfermo, y Me visitaron; en la cárcel, y vinieron a Mí" (vs. 34-36). Luego aclara "que en cuanto lo hicieron a uno de estos hermanos Míos, aún a los más pequeños, a Mí lo hicieron" (v. 40). No he encontrado ningún otro pasaje bíblico en que Yeshúa se refiere a personas como "hermanos" excepto a los judíos. Yo creo que en este pasaje, Yeshúa está pidiendo que ayudemos a Su hermanos judíos, y así ayudarlo a Él.

La economía de Dios verdaderamente es diferente a la del mundo. Durante estos días de estremecimiento económico, hay un lugar seguro de inversión, y ese es según el plan económico de Dios. Podemos dar al pobre, alimentar a los hambrientos, bendecir a los hijos de Abraham y cuidar de los pequeños hermanos de Yeshúa. Dios promete que si hacemos esas cosas, seremos bendecidos por Él.


27,000 Reciben Alimento Mensual

Con la cuantiosa ayuda de nuestros donantes cristianos alrededor del mundo, Puentes para la Paz alimenta mensualmente a los hambrientos, bendice al pueblo de Israel y ora por la paz de Jerusalén. En 54 comunidades diferentes de Israel, de norte a sur, de este a oeste, damos alimento a 27,000 israelíes cada mes. Muchos son inmigrantes que todavía luchan por ponerse de pie en su nueva tierra.

A menudo recibimos expresiones de gratitud, pero fui sorprendida recientemente en Denver, durante una conferencia, cuando una de nuestras representantes me describió cómo se había encontrado a un israelí en el Mall que había recibido un donativo de Puentes para la Paz en su mayor momento de necesidad. Con gran entusiasmo le dio las gracias una y otra vez por ese amor expresado por los cristianos.

Un rabino que distribuye el alimento de Puentes para la Paz a su gente nos bendijo diciendo: "Oramos para que HaKadosh Baruju (El Santo, bendecido sea) les envíe bendiciones y éxito a ustedes y sus familias en todos sus esfuerzos, y que abra ante ustedes Sus abundantes tesoros. Como está dicho, 'Gran caridad hará llegar la geulá' [redención]."

Algunas de las personas que ayudamos se encuentran en circunstancias verdaderamente apremiantes. Nurit, madre de cinco hijos, es una fuerte trabajadora, pero cuando su esposo la abandonó, no pudo seguir cuidando al niño más pequeño de tres años, y lo tuvo que internar en una escuela especial para los necesitados. "Las niñas casi no podían concentrarse en sus estudios; tenían hambre y lloraban a menudo. No había siquiera pan ni leche para ellas. A veces la esposa del director escolar les daba sandwiches para almorzar," nos dijo Nurit.

En un momento de gran desespero, las tres niñas tenían tanta hambre que robaron alguna comida. Allí fue cuando Puentes para la Paz comenzó a ayudarlas. "Tan pronto entré al Banco de Alimentos, sentí una paz que ni siquiera mi doctor me provee con todas sus medicinas. Salí de casa esa mañana con el refrigerador vacío, pero cuando regresé, traía un carrito lleno de comida, frutas, alimentos secos, carne molida, papel de baño y otros regalos para las niñas... además de esperanza. Puedo ver que los cristianos realmente sienten compasión por los israelíes necesitados. Me escucharon y me suplieron abundantemente... He experimentado el amor y la compasión a través de la comida y su cálido abrazo... Ustedes me aceptaron sin condenarme o avergonzarme. Siento que todas las personas que trabajan allí han sido enviadas por Dios. Estoy muy agradecida a Dios por ustedes, y le doy las gracias a cada uno."


¡Las Necesidades son Enormes!

Cuán felices nos sentimos de poder ayudar a 27,000 personas, pero cuando consideramos la enorme cantidad que aún vive en necesidad, nos parece que es una mera gota en el mar. Por favor, ore para que Dios aumente nuestro presupuesto de alimento y podamos expandir el programa para que alimentemos a muchas personas más. Ayúdenos a alimentar a los necesitados en Israel. Cualquier cantidad nos ayudará a compartir el amor de Dios. Cuando envíe su donativo, tengo la certeza de que usted verá el resultado de la inversión en el reino de Dios, según las promesas firmes en Su palabra. Oro a Dios para que usted experimente hoy la bendición del Señor.

Bendiciones desde Jerusalén,

Rebecca J. Brimmer
Presidenta Internacional y CEO


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