Plan de Salvación
Esta carta tiene por objeto hablarte de la decisión más importante que una persona debe tomar en su vida. Esta decisión tiene que ver con tu eternidad, porque lo que decidas determinará el lugar donde la pasarás.
Dios nos habla en Su palabra de esta decisión que debe tomar el hombre y él desea que tu tengas la oportunidad de decidir qué hacer con lo que él te va a ofrecer. Sólo tú puedes decidir acerca de esto, nadie puede tomar esta decisión por ti y aunque Dios quiere que decidas por él, él no puede decidir por ti, esta decisión de pasar toda tu eternidad junto a él debe brotar de tu corazón en forma voluntaria y consciente.
Dios nunca se ha impuesto al hombre porque Dios creó al hombre como un ser pensante que tiene la capacidad de decidir por sí mismo lo que hará con su vida. Dios sabe que al decidir manejar nuestra vida en forma independiente de Su voluntad, amor y cuidado ésta se irá apartando tanto de Dios que los caminos resultarán muy distantes a los que él tiene preparado para el hombre que se entregue a Su amor. Isaías 55:8,9 dice: Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Dios no obliga a nadie, pero con respecto a la eternidad él te dice lo que ocurrirá si tomas una u otra decisión. Dios en ese sentido es muy claro y deja toda la responsabilidad a quien le habla. Dios entonces nos ruega que para tomar esta decisión dejemos de lado nuestro orgullo, ciencia, filosofía y religión atendiendo solo a lo que nos dice Su palabra. La Biblia es la Palabra de Dios y Dios no miente. Números 23:19 dice: Dios no es hombre, para que mienta. Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará?. Habló ¿y no ejecutará?. 2 Timoteo 3:16 dice: Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.
Dios nos creó de la misma manera como creó todo lo que vemos y también lo que no vemos, pero el objeto mayor de todo Su amor fue la creación del hombre donde tú estás incluido, él nos creó porque nos ama y nos quiere tener como compañeros para toda la eternidad. Este plan eterno comenzó en Edén con Adán a quien se le instruyó que no debía transgredir cierta orden la que no cumplió. Esto significó que él pecara y con ello entró el pecado a todos los hombres, Romanos 5:12 dice: Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Y Dios dice que todos los hombres son pecadores y no hay ni un solo hombre que no lo sea, Romanos 3:23 y 6:23 dicen: Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Si Dios nos dice que no hay un solo justo, ni uno que hago lo bueno delante de sus ojos quiere decir que tú eres un pecador y que por lo tanto estás destituidos de la dádiva de Dios en Cristo Jesús. Por lo tanto tu destino eterno también está determinado bajo esta premisa. ¿Qué hacer para cambiar este destino?, Dios planeó un medio que lo satisficiera completamente. Él entregó a Su hijo amado a la muerte para que pagara el pecado de todos los hombres. Quien quiera aceptar a Jesús como su reemplazante cambiará su destino y pasará de la condenación de ir a un infierno eterno a la bendición de ir a una Eternidad Celestial. Este mensaje que estás leyendo ha llegado en algún momento a la vida de todo hombre en esta tierra y así todos los hombres han podido tomar una decisión con respecto a su destino eterno. Hoy es tu turno.
Dios está hablando directamente a tu corazón porque es desde ahí desde donde él quiere producir la vida que hoy no tienes. Proverbios 4:23 dice: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. Dios está hoy a la puerta de tu corazón, ahí es donde él quiere entrar pero solo tu puedes abrir esa puerta pues solo se abre desde el interior, tú decides a quien amar. Apocalipsis 3:20 dice: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, cenaré con él, y él conmigo. 2 de Corintios 6:2 dice: En tiempo aceptable te he oído. Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.
El llamado de Dios es urgente pues nadie puede saber que traerá el día de mañana, puede traer la muerte y si esta llega y no has tomado la decisión correcta ya no habrá más posibilidades.
Dejar de decidir o decidir en contra de Dios significa lo mismo, es decir determinas en tú voluntad el destino de tu vida eterna y por consiguiente el lugar donde pasaras la eternidad. Hebreos 9:27 dice: Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio. A ese juicio irán los que decidan no aceptar el regalo de la Salvación en Cristo Jesús y en ese juicio se les dirá a los hombres cómo él les dio la oportunidad y ante la advertencia igual dijeron que no dando cualquier argumento como pretexto.
Tu puedes decirle lo que quieras a Dios para no aceptar a Su hijo amado, puedes decirle incluso que ya está dentro de tu corazón, pero yo te pregunto, ¿cuándo lo invitaste a entrar? Y ¿Sabes lo que eso ha significado para tu vida?, Puedes decirle que eres una buena persona y que haces mucho por él, pero Dios dice en Efesios 2:9 que no es por obras, para que nadie se gloríe. Puedes afirmarte en tu filosofía, pero la filosofía no salva, puedes decir que tienes una religión y que esta te acerca a Dios pero para Dios existe una sola religión. Esa religión Dios la describe en Santiago 1:27 y dice, La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo. Algo que es imposible hacer pues nadie puede guardarse sin mancha del mundo. Puedes decirle muchas cosas a Dios pero nada te excusará a la hora de pasar a la eternidad. La decisión que tomes en esta vida determinará tu destino eterno. A pesar de que le puedes decir que no a Dios éste igual dio a Su hijo por ti pues él te ama por sobre todo. Si le dices que no la sangre de Jesús habrá sido derramada por ti en vano. Isaías 53:5 y 6 dice: Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Aceptar a Jesús es muy simple solo necesitas arrepentirte de tus pecados, sin importar que no te acuerdes de todos ellos, y pedirle que te limpie con la sangre de Jesús, deseando que él entre a tu corazón para que sea tu Señor y Salvador personal. Si lo haces él te dará la vida eterna. 1 Juan 5:11 y 12 dice: Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al hijo de Dios no tiene la vida. A los que reciben al Hijo de Dios les espera una eternidad en el cielo.
Volver a nacer es lo que Jesús le dijo a Nicodemo, un religioso de la época quien para que no lo vieran sus amigos visitó a Jesús de noche para preguntarle que debía hacer para convertirse a lo que Jesús le respondió lo que está en la Biblia en Juan 3:1-7: Había un hombre de los fariseos, que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto te digo, que el que no naciera de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer de nuevo siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?. Respondió Jesús: De cierto te digo, que el que no naciere de agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
El cielo está lleno de pecadores arrepentidos que aceptaron a Jesús y volvieron a nacer. Es necesario que tú vuelvas a nacer. El nacimiento carnal tiene una muerte carnal pero el nacimiento espiritual tiene vida eterna en Cristo Jesús.
Juan 3:16 dice: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 1:12 y 13 dice: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Muchos se preguntan la razón por la que hay que aceptar a Jesús y la respuesta es muy simple, él es el único que está entre Dios y los hombres. 1 de Timoteo 2:5 dice: Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
De una manera muy simple Dios ha tomado la mano de Jesús y Jesús la ha extendido al mundo y quien lo desee se toma de la mano del hijo de Dios. Si tu dices creer en Dios has lo que él te pide pues creer significa obedecer.
Si Dios te ha convencido de que es necesario recibir a Cristo para tener acceso al cielo eterno puedes repetir la oración que te escribí más adelante. Esa oración hecha en forma honesta te permitirá ser parte de la familia de Dios. Gracias a Dios porque muchos han creído en Cristo por medio de este, su sencillo plan de salvación, esto está escrito en la Biblia, es el plan de Dios. No confíes en tus sentimientos, no confíes en nada más que la palabra de Dios. Proverbios 28:26 dice: El que confía en su propio corazón es necio; mas el que camina en sabiduría será librado. 1 Corintios 1:18-21 dice: Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?. Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Estamos orando para que Dios te convenza de que Jesús es el único camino para acceder al cielo. Hechos 4:12 dice: Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Si quieres aceptar a Cristo solo repite la siguiente oración. Dios te bendiga.
Señor Jesús gracias por hablarme y decirme cuál era mi destino eterno sin ti. Tú me dices que soy un pecador y que debo arrepentirme. Yo me arrepiento Dios de todos mis pecados. Yo te pido que me perdones de todos ellos aun de aquellos que no me acuerdo, Dios entra a mi corazón yo quiero que seas mi Señor y mi Salvador y te agradezco el que hoy me salvaras y que me des la vida eterna. Te agradezco todo esto en el nombre de Jesús. Amén.
Si hoy has recibido a Cristo eres un hijo de Dios y el cielo será tu eternidad. Dios te bendiga. Esta carta la puedes compartir con otras personas sean niños o adultos pues todos necesitan volver a nacer.
Pero si aun no has decidido hacer lo que él te pide tu juegas con tu destino eterno pero puede que tengas una nueva oportunidad. Esto no significa que la tendrás solo que la puedes llegar a tener. Dios habla en Su palabra que el día que ocurra esto está muy cerca. Ese día Dios sacará a los que son sus hijos de esta tierra y dejará a la humanidad sin el Espíritu Santo.
"El Arrebatamiento", nombre con que Dios llama a este evento, brindará al hombre una nueva posibilidad de decidir, esto está por suceder muy pronto. Desde el momento del arrebatamiento, desde ese mismo día, la humanidad comenzará a vivir siete años en que Dios, por medio de Su grande misericordia y amor por los hombres, permitirá una serie de juicios, que están profetizados en la Biblia, con el solo fin de que los hombres se convenzan y se conviertan. Si hoy, por no ver, no quieres creer, mañana, si te toca vivir ese tiempo, verás para creer y ojalá te acuerdes de esto que te ha compartido Dios.
Debes tomar en cuenta que el día del arrebatamiento Dios le mostrará a los que se queden quienes eran sus hijos y quiénes no. Los que desaparezcan serán los que un día tomaron la decisión de aceptar a Cristo, ellos en un abrir y cerrar de ojos serán llevados al cielo, eso significa que muchos hombres morirán en los innumerables accidentes que se sucederán, por lo que existe la probabilidad de que tú puedas estar entre los muchos que mueran ese día. Este acontecimiento también tiene por objeto dejar claro que hay solo una forma de pertenecerle a Dios y es teniendo a Cristo en el corazón.
El tiempo que comienzan después del arrebatamiento que son siete años Dios lo llama Tribulación y es un período lleno de la misericordia y el amor de Dios para que el hombre se convierta. Lo que ocurrirá en esos siete años está escrito en la Biblia como profecía y en lo particular son para que el pueblo de Israel reconozca a Jesús como el Mesías que aun esperan y en lo general para que el mundo entero tenga una nueva y última oportunidad de decidir a quién pertenecerle por medio de ver lo que está determinado que ocurra en esos siete años después de las desapariciones.
La única profecía que los hijos de Dios verán ya ocurrió y es el retorno de Israel a la tierra prometida. Todas las demás se producirán en los siete años siguientes al arrebatamiento. Dios menciona una serie de juicios, 19 en total. Los primeros 12 ocurrirán en la primera mitad y los 7 siguientes en la segunda mitad de los siete años.
Este tiempo comienza con las desapariciones de millones de hombres en todo el mundo, luego de ello aparecerá un hombre quien hará un pacto de paz con Israel por siete años, buscará la unión de las naciones, impondrá una religión universal que ampare todas las que hoy existen y también propondrá una globalización que incluya una sola economía y gobierno. En ese tiempo Israel sufrirá un ataque del que será guardado por Dios. Dios dice que todo esto traerá una guerra mundial que provocará muertes y falta de alimentos. Vendrán terremotos que ocurrirán en forma simultánea en el mundo entero, lluvias de granizo que quemarán la tercera parte de la hierba verde y los árboles. Dios anuncia también la llegada de dos meteoritos que harán desaparecer la tercera parte de los seres vivos de todos los mares, la tercera parte de los barcos del mundo y amargarán todas las fuentes de agua que queden. Luego llegarán juicios directos sobre el hombre que son descritos por Dios como úlceras y enfermedades que no podrán sanarse ni con la muerte porque hasta la muerte, como una posibilidad de librarse del dolor, la quitará Dios del hombre y todo esto con el solo fin de que los hombres en su angustia e impotencia se vuelvan con todo su corazón al Dios vivo y verdadero.
Dios ocupará en este tiempo al pueblo de Israel para que predique la palabra de Dios, serán 144.000 israelitas que se convertirán a Jesús entendiendo y creyendo que era Jesús el tan anhelado Mesías. Además Dios ocupará dos testigos, los dos olivos como los llama él, para que día y noche durante los primeros 42 meses proclamen al mundo el evangelio y le digan con anticipación los juicios que van a venir para que a los hombres les quede claro que todo procede de Dios. A la mitad de la tribulación Dios permitirá que estos dos testigos sean asesinados. Quien los matará será el mismo anticristo y él, después de ser muerto aproximadamente en ese mismo tiempo resucitará y los judíos lo confundirán con el Mesías esperado. A esas alturas estará construido el tercer templo que se hará en la explanada donde hoy existen dos mezquitas y que precipitó el conflicto que hoy vive el medio oriente. Todo esto es muy básico pero te puede dar una idea generalizada de lo que viene por delante. Lo que la Biblia dice es mucho más completo que lo que acabas de leer. Los versículos y pasajes en donde aparece todo esto en la Biblia son los siguientes: Ezequiel 37:1-14, 1 Tesalonicenses 4:13-18, Jeremías 1:13-16, Apocalipsis desde el capítulo 6 al capítulo 18 inclusive, Mateo capítulo 24 y Apocalipsis 21:7.
Ojalá Dios te ayude y te convenza, ojalá él lo haga ahora y no tengas que vivir ese tiempo tan angustioso. Hemos orado para que Dios te bendiga con Su palabra y puedas irte con él el día del rapto. No dejes de tomar tu decisión. DIOS TE BENDIGA
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