De acuerdo a las Escrituras:


La Biblia afirma a la humanidad, en forma indiscutible y sin lugar a ninguna duda, el ser la infalible, inerrante, Palabra del único, viviente y verdadero Dios. Denuncia otros dioses y otras escrituras como falsas, y también a las religiones que éstas escrituras representan. Acerca de Jesús, la Palabra de Dios declara, "el que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él." (Juan 3:36). Pedro le dijo a los líderes religiosos judíos ( y fue golpeado, encarcelado, y matado por haber testificado acerca de la resurrección de Cristo): "... no hay otro nombre... dado a los hombres, en que podamos ser salvos." (Hechos 4:12).

Estas afirmaciones por parte de los apóstoles no pueden ser malentendidas. Los líderes judíos no hubieran perseguido y matado a los discípulos de Cristo si estos individuos hubieran presentado al Señor como un dios más que podría ser añadido a los demás dioses romanos. Los cristianos eran considerados como una gran amenaza porque en obediencia a Cristo ellos predicaban el evangelio por doquier y a través de este proceso trastornaron el mundo entero, como lo dice el libro de los Hechos (17:6). Los judíos tampoco hubieran perseguido a los apóstoles y a los discípulos de Cristo si ellos hubieran presentado a Cristo como uno de los tantos salvadores posibles. Pero lo que los seguidores de Cristo declararon desde el principio fue la afirmación del Señor cuando dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí." (Juan 14:6), y eso fue lo que amenazó al César y suscitó un odio acérrimo hacia los creyentes. Hoy en día, sin embargo, para evitar las críticas a la exclusividad de su fe, los "Cristianos" actuales por lo general hacen alianzas con impíos y diluyen el evangelio bíblico.

El cristianismo es una fe bíblica, y la Biblia no es un libro "ecuménico." El cristianismo bíblico no hace alianzas ni compromete sus creencias con ninguna religión del mundo. Aquellos que apoyan el movimiento ecuménico en alguna forma, no importan que tan agresiva y ruidosa sea su defensa de tal ortodoxia, no son cristianos y creyentes bíblicos. En el peor de los casos, ellos son personas deliberadamente fraudulentas y en el mejor de los casos son gente confundida y que están profesando dos creencias contradictorias. ¿Cuál de las dos creencias éstas personas realmente creen? Estas personas hacen declaraciones para poder quedar bien con todos y no ofender a nadie, lo cual es una maniobra, una estratagema, muy popular hoy en día de parte de políticos y de líderes "cristianos."

Cualquier persona tiene la libertad de inventar una nueva religión, pero no tiene la libertad de llamar a ésta religión cristianismo. El cristianismo está cimentado en claras realidades: en las Escrituras, en la historia y en la profecía, y éstas tres realidades son innegables y ninguna de ellas puede ser cambiada, alterada o modificada.

¿Qué podemos decir de líderes cristianos y también de denominaciones que no siguen a Cristo ni tampoco a Su Palabra? En publicaciones anteriores hemos expuestos muchos de éstos líderes, mencionando sus nombres y hemos documentado su inexcusable hipocresía y engaño, que debe ser rechazado sin pensarlo dos veces por todo cristiano que es creyente bíblico. ¡Rechacemos tal duplicidad!

Cualquier persona que insista que el Islam es una "religión de paz" y que Alá es el Dios de la Biblia está engañado o está mintiendo. El Islam es una religión cuyo fundador fue el profeta Mahoma, quien empezó su carrera participando en numerosos asaltos y asesinatos, atacando pueblos pacíficos y caravanas y al mismo tiempo decapitaba cientos de personas que se rendían por la promesa que él les hacía de vivir en paz y en seguridad. El Islam tiene sus escrituras (el Corán y el Jadith) y su historia a través de sus 1,350 años de existencia es una de las más violentas y sanguinarias historias de cualquier otra religión, incluyendo el asesinato de millones de personas (más millones de personas mató el Islam en su conquista de la India que cuando Hitler mató en Europa durante la segunda guerra mundial).

Nosotros hemos documentado la verdad acerca del islamismo en el libro titulado "El Día del Juicio," que es un libro que cada biblioteca debería tenerlo. Uno podría decir que todos aquellos que ignoran la verdad indiscutida acerca del islamismo e insisten en llamar ésta religión "pacífica" están involucrados en un complot.

No hay duda alguna que el terrorismo presente de parte de los musulmanes no puede ser atribuido solamente a los "fanáticos extremistas" de tal religión. ¡Este es el verdadero Islam y lo ha sido así desde su principio! Los terroristas son los musulmanes sinceros que están siguiendo las enseñanzas y el ejemplo de Mahoma y también sus escrituras que ordenan la conquista del mundo entero y con la amenaza de la pena de muerte a aquellos que no se convierten al islamismo. Es cierto que no todos los musulmanes son terroristas, ¡pero sí casi todo terrorista es un musulmán!

Las Escrituras y la historia de cada religión son documentos públicos que no pueden ser discutidos y tampoco alterados. Pero aquellos que intentan hacerlo (ya sea con el cristianismo o con el islamismo) y aquellos que aceptan y comparten tales alteraciones con otros, son todos culpables de la misma mentira.

Mientras que los terroristas de hoy en día son Musulmanes genuinos que siguen las enseñanzas y el ejemplo de Mahoma y las enseñanzas de Corán, los "cristianos" que participaron en las cruzadas no eran cristianos bíblicos. Ellos siguieron a Roma y no a Cristo y a Su Palabra. Los papas tenían su propia agenda de conquistar al mundo por la fuerza. Los que participaron en la Cruzadas mostraban la cruz como su emblema, pero negaron a Cristo ya que mataron a Sus hermanos, los judíos, donde quieran que ellos estaban. Cuando los miembros de las Cruzadas trataron de recuperar la "Tierra Santa" en "el nombre de Cristo" de las manos de los invasores islámicos que cometían atrocidades en tal lugar, violaron la declaración que hizo Cristo a Pilatos, "Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían..." (Juan 18:36).

Sí, Israel fue ordenado destruir a los Cananitas, que era cierta clase de gente de una pequeña parte del mundo con fronteras bien definidas, e Israel lo hizo para cumplir con el juicio de Dios sobre esta gente, la cual era culpable de maldades y perversiones que no son dignas de ser mencionadas. Israel no se le dijo que intentara "convertir" a ésta gente o a cualquiera otra gente, ya sea con la espada o que conquistara el mundo entero usando la violencia, como declaran las escrituras musulmanas en el Corán y también lo declara Mahoma, diciendo que es un edicto de Alá. Estas enseñanzas fundamentales del Islam no pueden ser cambiadas sin el renunciar a esa religión.

También es muy importante saber que la Biblia, en contraste a las llamadas escrituras de cada religión, da prueba de lo que afirma. No mencionamos al cristianismo en contraste con otras religiones, porque el cristianismo bíblico no es una religión; es una relación como la que un niño tiene con su padre que lo ama, así también cada cristiano verdadero tiene una relación con Dios a través de Jesucristo.

El Dios que inspiró la Biblia a través de sus profetas y es presentado a la gente, no demanda una fe "ciega," como Richard Dawkins y otros ateos como él lo dicen. Dios nos ofrece prueba, ya que está deseoso de razonar con escépticos y no creyentes, si ellos honestamente quisieran hacerlo: "Vengan, pongamos las cosas en claro- dice el Señor" (Isaías 1:18). Fe en Dios y en su Palabra es la única respuesta razonable a las preguntas con que el universo nos confronta y estas respuestas nos la da Dios en las Escrituras. Pedro nos hace recordar que los verdaderos seguidores de Cristo no son una amenaza a los no creyentes sino que les dice que "estén siempre preparados para responder a todo el que les pida una razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con gentileza y respeto, manteniendo la conciencia limpia, para los que hablan mal de la buena conducta de ustedes en Cristo, se avergüencen de sus calumnias. Si es la voluntad de Dios, es preferible sufrir por hacer el bien que por hacer el mal." (1 Pedro 3:15-17).

La prueba principal que Dios ofrece de Su propia existencia y de que la Biblia es Su Palabra es obviamente la profecía. La profecía nos predice eventos siglos y a veces hasta milenios antes que estos eventos sucedan. La profecía bíblica siempre es cumplida en cada instante y en cada detalle.

Profecía es algo único de la Biblia, algo que no es encontrado en otras escrituras de las demás religiones (aunque algunas "escrituras" contienen falsas profecías). Los profetas de Israel ofrecieron cientos de profecías concernientes al Mesías para que fuera identificado sin lugar a duda cuando Él viniera como un humilde bebé nacido de una virgen. Después de la resurrección, los apóstoles predicaron el evangelio a todos y en todo lugar, como Cristo les había encomendado. Las dos primeras piezas de evidencia eran: 1) el propio testimonio del apóstol como testigo visual de lo que Cristo enseñó e hizo (incluyendo Su crucifixión y Su resurrección), aunque estas verdades les costaron la vida como mártires ya que rehusaban negar la verdad que ellos sabían; y 2) las muchas profecías en las Escrituras que fueron dadas cientos de años por adelantado, y que fueron cumplidas al pie de la letra en la vida, muerte y resurrección de Cristo.

No existe excusa alguna para que todo Israel no hubiera estado anticipando y que no le hubiera dado la bienvenida a Jesús de Nazaret como el Mesías prometido. ¿Cómo es posible que estos israelitas hayan cerrado sus ojos a la obvia realidad que este sanador de miles, que hizo tantos milagros enfrente de multitudes (hasta el resucitar a los muertos), quien era la persona de quien más se hablaba en toda Judea y Galilea, haya llegado al preciso momento en que los profetas habían predicho de la venida del Mesías? El día preciso (Daniel 9:25; Nehemías 2:1-9) que Él se presentaría a Israel cabalgando en un asno (Zacarías 9:9), fue la fecha que Jesús hizo su entrada triunfal a Jerusalén (el día que ahora es celebrado como Domingo de Ramos), fue halagado y alabado por las multitudes que se habían aglomerado en el camino hacia el Monte de los Olivos (Mateo 21:2-11), y cuatro días después fue crucificado, un cambio de actitud asombrosa, pero exactamente como fue predicho (Salmo 22:14-18; Zacarías 12:10). ¡Y después de esto vino la resurrección!

Sin ningún lugar a dudas Su cuerpo había desaparecido, la tumba estaba vacía, a pesar del pelotón de soldados Romanos que estaban haciendo guardia. Frank Morrison ( un individuo que cuando era escéptico examinó la evidencia y estaba determinado para probar que la resurrección no había ocurrido), presentó una historia fascinante en el libro que escribió titulado ¿Quién movió la piedra? Él mostró sin dejar duda alguna que la única explicación posible era que la resurrección si había ocurrido exactamente como los discípulos habían testificado, aunque les costó la vida el haberlo hecho.

América no es menos culpable que Israel en su rechazo a Cristo. Nosotros tenemos más prueba hoy en día que los judíos tenían en ese entonces. La perversión de un cristianismo falso y el rechazo del evangelio ha atacado a América con una ceguera loca. Esto es bastante obvio cuando vemos que los "cristianos" quieren abrazar al islamismo como una religión amiga y compañera. El presidente ha optado por buscar la amistad de los musulmanes cuando ha proclamado el tener en la Casa Blanca una copia del Corán, el cual es una publicación tremendamente anti - cristiana. ¿Cómo una persona con sentido común puede insistir sinceramente que el Alá del islamismo, que odia a Israel, es el Dios bíblico quien 12 veces se llama "el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob...Este es mi nombre para siempre; Con él se me recordará por todos los siglos" (Éxodo 3:1`5), y que 203 veces es llamado "el Dios de Israel?"

Sin duda alguna, con tantos consejeros y asesores (muchos de ellos que se identifican como cristianos), el presidente Bush ha debido saber que el Corán agresivamente se opone a cada doctrina fundamental cristiana. También muchos líderes de la iglesia presente insisten en apoyar el islamismo como un amigo y un socio pacífico del cristianismo. Pero si nos damos cuenta el Corán contiene mas de cien exhortaciones que instigan a sus seguidores a tomar el mundo por medio de la violencia. Dieciséis veces declara que Alá no es un padre y no tiene hijo, niega que Cristo es Dios, declara que Él no murió en la cruz por nuestros pecados, sino que fue otro que murió en Su lugar, niega la resurrección y declara que si uno cree en la Trinidad se irá al infierno. Sabiendo todo esto ¿cómo uno puede deducir que Alá es el mismo Dios de la Biblia y que el islamismo es un amigo del cristianismo?

En un reciente evento llamado "El Pluralismo en Harvard", la directora de éste proyecto llamada Diana Eck y que también es profesora de Religión Comparativa y Estudios Indígenas y que continuamente hace discursos aprobando el islamismo dijo en esa ocasión a su audiencia:

Durante los años de 1990's y hacia delante, han habido gobernadores... y alcaldes que han reconocido la fiesta de Ramadán En 1996 el Presidente Clinton y su esposa invitaron a los miembros de la comunidad Musulmana a la Casa Blanca para celebrar el final de la fiesta de Ramadán.. En años subsecuentes hemos visto la continua presencia de este fenómeno religioso en la cultura americana... la observación de la fiesta de Ramadán.. Madeleine Albright (la cual era entonces la Secretaria de Estado y también es judía) fue la anfritiona de esta fiesta Musulmana en las oficinas del Departamento de Estado por primera vez en 1998... Hace una semana, observamos que el Presidente Bush ha hecho lo mismo, celebrando la observación del Ramadán con una cena en la Casa Blanca (por séptima vez)... En el Calendario de Eventos de la Casa Blanca podemos observar una serie de eventos relacionados con el Ramadán...

Insistiendo en la mentira de que el islamismo representa paz es como si cuando Nikita Krushchev dijo a América "Nosotros los vamos a enterrar" los Estados Unidos le hubiera contestado "Sí, ya sabemos, pero esperemos que lo hagan pacíficamente."

Los musulmanes continúan matando miles de cristianos en Algeria, Indonesia, Nigeria, Irak, Irán, Afganistán, etc. e incendian iglesias cristianas donde quieran que ellos van. Más de 3,000 iglesias han sido destruidas en los últimos tres años en Indonesia, 2 millones han sido asesinados en el Sur de Sudán por haber rehusado a convertirse al Islamismo. Los musulmanes mientras tanto continúan demostrando que el "islamismo representa paz" cuanto se siguen matando entre ellos en lugares como Irak, Afganistán y en otros sitios.

Durante la Conferencia llamada "El Mundo sin Sionismo" en Octubre de 2005, el Presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, declaró que "Israel debe ser borrado del mapa." Él ha repetido esta amenaza de la "Paz Islámica" en otros lugares.

Los líderes más notorios del islamismo, ya sean políticos o religiosos, por aproximadamente 70 años han hecho alarde que ellos por fin van a lograr la meta de aniquilar a Israel. Arafat declaró, "Paz para nosotros significa la destrucción de Israel" ¡y le fue dado el Premio Nóbel de la Paz! Aquellos que mantienen esa maligna posición no parecen darse cuenta que el Dios de la Biblia llama a Israel "la niña de su ojo" (Deuteronomio 32:10; Lamentaciones 2:18; Zacarías 2:8) y declara que Él siempre la va a proteger.

Millones de cristianos evangélicos fueron torturados y asesinados por la iglesia católica romana a través de la historia, y aún así muchos de éstos creyentes perdonaron a sus atormentadores con su último aliento de vida. Los sucesores modernos de éstos creyentes, sin embargo, cegados con una ceguera ecuménica insisten que el catolicismo romano es igual al cristianismo evangélico, aunque el Romanismo predique un evangelio de salvación basado en rituales, trabajos, oraciones para los muertos, sufrimiento en el purgatorio para pagar por los pecados de uno y sumisión al papa.

Nos damos cuenta que Dios no establece un "diálogo" con el hombre, como si Él fuera a escuchar sugerencias y modificar Su evangelio para poder complacer y acomodar a Sus engañadas y malignas criaturas. Cristo agonizó en el Jardín, porque Él iba a "convertirse... en pecado por nosotros y para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él" (2 Corintios 5:21). El castigo completo, la pena total, el precio entero por el pecado tuvo que ser pagado y Cristo lo haría por toda la humanidad. Toda la ira que Dios tenía hacia el pecado iba a ser derramada sobre Cristo en el momento que Él tomaba nuestro lugar.

Jesús suplicó, imploró al Padre que no lo hiciese sufrir tal agonía, si los pecadores pudiesen ser rescatados de alguna otra manera: "Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú" (Mateo 26:39). No era posible de otra manera. El precio completo por el pecado tenía que ser pagado y Él era el único que podía pagar ese precio. Por lo tanto, Cristo demostrando Su amor por Su Padre y por nosotros, se sometió a la voluntad de Su Padre. En realidad, el sufrimiento de Cristo en las agonías infinitas en el Lago de Fuego por nuestros pecados ya había sido predicho por los profetas. Esto era el evangelio (las buenas noticias) que Pablo predicó "Que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras, y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras" (1 Corintios 15:1-4).

El Nuevo Testamento explica que "por la gracia de Dios, la muerte que Él sufrió resulta en beneficio de todos" (Hebreos 2:9). Esta muerte tuvo que haber incluido la experiencia del "lago de fuego (que es) la segunda muerte"(Apocalipsis 20:14) para toda la humanidad y por toda la eternidad.

Tratemos de mantenernos firmes en nuestro amor por todos, tratando de no despojar a nadie del cielo corrompiendo el evangelio bíblico, que por sí solo es el "poder de Dios para la salvación" (Romanos 1:16).

Dave Hunt

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